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DOMINGO 3 DE SEPTIEMBRE: XXII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
Sin entrar en la interpretación de esta nueva señal de tráfico aprobada por la DGT, al hilo de la crisis de Cesarea de Filipo (Mc 8, 27- 9,1; Mt 16, 13 - 28; Lc 9, 18 - 27) sí que nos sugiere los cambios de dirección de la misión de Jesús y los adelantamientos prohibidos para llegar a la meta sin pasar por la cruz, o las diferencias de velocidad en la marcha, que Pedro quisiera no fuera tan rápida. Pero, más allá de las imágenes de la circulación que se nos ocurran, el pasaje que comienza con una confesión de fe de Pedro y concluye con el anuncio determinante de la pasión de Jesús, nos sugiere toma de decisiones, profundización de nuestra conciencia de seguidores de Cristo y la plena asunción de los riesgos y consecuencias de dicho seguimiento.

LECTURAS

  • Jeremías (20,7-9)
  • Sal 62,2.3-4.5-6.8-9
  • Romanos (12,1-2)
  • Mateo (16,21-27)

La liturgia ha separado en dos domingos estas dos escenas del mismo acto, más concretamente, del final del primer acto de la vida de Jesús según los sinópticos. Porque a partir de la confesión de Pedro y el primer anuncio de la Pasión comienza el segundo acto de la misión evangelizadora de aquél que Pedro ha reconocido como Mesías e Hijo de Dios, pero que se encamina hacia la cruz. Mateo, que en el pasaje del domingo pasado (Mt 16, 13-20) ha empleado por primera y única vez en todos los evangelios la palabra "iglesia", ha vinculado el sentido de ésta al seguimiento de Jesús, a la fe compartida con Pedro en la persona y la misión de su Maestro. Pero Jesús ve inseparable de su destino y sentido el paso por la cruz, el testimonio supremo de quien se juega todo porque esa es su verdadera identidad ("y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"). 

Si Mateo ha encontrado la razón de ser, el origen y legitimidad de la Iglesia, mirando a Jesús, también nosotros hemos de encontrarnos en Él, sin apartar la cruz, sin sortear el riesgo que supone un verdadero compromiso. No se trata, como mal interpretara Nietzsche, de desprecio a la vida, sino del valor de empeñarlo todo para no vaciar la vida de contenido, de grandeza, también de fruición y felicidad. Con Jesús quisiéramos ser quienes somos de verdad, porque como Él, hemos descubierto que para afirmar plenamente la vida y nuestras personas, hemos de darnos, entregarnos y hacerlo sin ambages ni medias tintas. Nada menos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 27 DE AGOSTO: XXI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)


El poder de las llaves, la potestas clavium que Jesús otorga a Pedro en su condición de discípulo y por el solo mérito de su confesión de fe, es una capacidad que solo si se ejercita supone algún "poder", la capacidad de perdonar. Son llaves para abrir, no para cerrar y dar con las puertas a las narices. Resuena aquí el "todos, todos, todos" que pronunció el papa en la reciente JMJ de Lisboa, en relación a una Iglesia de puertas abiertas, o "sin puertas". La confesión de Pedro, que Mateo emplea para utilizar por primera vez y última en todos los evangelios la palabra "Iglesia", supone un mensaje no referido exclusivamente a él o a los sucesores en la silla de Pedro, los papas, independientemente del papel indiscutible y indispensable que a ellos les corresponde como signo de continuidad, comunión y misión. Se trata de una promesa para todos los que confesemos que Jesús es "el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Todos los miembros de la Iglesia debemos sostener, soportar y participar en la edificación de la comunidad y en el desarrollo de su tarea en la historia: comunicar que Jesús es el Hijo de Dios y en sus palabras hay vida eterna.

LECTURAS

  • Isaías (22,19-23)
  • Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc
  • Romanos (11,33-36)
  • Mateo (16,13-20)

Este es el único pasaje de los cuatro evangelios en el que aparece la palabra griega "eklesía", que pasará al latín como "ecclesia" y de ahí a la española "iglesia", o "esglesia" en catalán, "chiesa" en italiano, "église" en francés, o "igreja" en portugués. Dígase en la lengua que se diga, Iglesia quiere decir comunidad de fe y caridad, de fe en Jesucristo, de caridad fraterna tal cual nos la recomendara nuestro Señor. Su razón de ser, pues, es confesar que en Jesús de Nazaret nos hemos encontrado con Dios. Pero, como le ocurriera a los discípulos, incluido el propio Pedro, esta confesión no resulta fácil, cómoda, pues supone seguir a Jesús a dónde él va (hacia la cruz) y como el marcha (libre de ataduras para servir y amar a todos). Y esta es la única "potestas clavium", el único "poder de las llaves" para atar y desatar, la disponibilidad para amar y perdonar, la fe que nos conduce, en comunidad siempre, por los caminos del servicio y la caridad, hacia la meta de la fraternidad universal. Si nos preguntaran, que todavía lo hacen, quién es Jesús; si nos preguntamos por la verdadera identidad y significado de Jesucristo, sólo con la fe que es vida en Cristo, ejercicio de amor y entrega, podremos dar razón de Él, y sólo así, podremos edificar y hacer habitable la Iglesia.


LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 20 DE AGOSTO: XX DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
De Strebe - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=16115242
La proyección cartográfica de Gall - Peters muestra los continentes con una proporción más ajustada a sus dimensiones reales y al poner el centro en el ecuador, supera la visión eurocéntrica. Difícil tarea esta del descentramiento, de la visión más igualitaria y respetuosa del otro, ya sea una persona, un pueblo, una cultura, una religión. Pero si la llevamos cabo, la tarea de no situarnos en el centro, la experiencia de amplitud de horizontes y ensanchamiento de perspectivas se traducirá en un avance de la fraternidad. Jesús trabajó para lograr este avance y, para ello, empezó por superar su propio exclusivismo judío.

LECTURAS

  • Isaías (56,1.6-7)
  • Sal 66,2-3.5.6.8
  • Romanos (11,13-15.29-32)
  • Mateo (15,21-28)
Este texto de Mateo tiene su origen en Mc 7, 24-30. Curiosamente, Lucas, que como Mateo sigue el evangelio de Marcos, lo omite. Nos extraña que este milagro no haya sido recogido por Lucas, siendo tan amigo de milagros donde prima la misericordia, amén de su predisposición a favor de la mujer. Puede que sea por la dificultad que supone la primera respuesta de Jesús a la petición de la mujer no judía. La tradición sinóptica (Marcos, Mateo y Lucas) comparte 10 milagros; Mateo y Marcos tienen 6 milagros comunes sólo a los dos evangelios, y entre estos se halla el de la curación de la hija de la sirofenicia, o la mujer cananea que dice Mateo, tal vez en referencia a la presencia de mujeres cananeas en su genealogía de Jesús (Mt 1,5: Rajab y Rut). 
Cuestiones técnicas aparte, que tienen su debida importancia, estamos ante un pasaje poderoso. Porque descuella el poder de la fe que la mujer muestra en Jesús, el cual muestra no menos poder, el del cambio de opinión, el poder de la capacidad para ampliar la propia visión y modificar su misión evangelizadora, destinada en principio a los hijos de Israel. Esto puede explicar en parte que Mateo recogiera este milagro, pues él también anda muy interesado en mostrar la universalidad del Evangelio de Jesucristo, sin menoscabar para nada la oferta del mismo para los judíos. Poder de la fe que nos invita a ver su incidencia incluso para mover las lindes de la misma fe, para creer de manera flexible, abierta e inclusiva. Una auténtica dosis de fraternidad contra la intolerancia, una vacuna muy oportuna en tiempos de "polarización", de "sectarismo", tanto en la sociedad como en la Iglesia. Pero, una vacuna más necesaria si cabe, cuando por la indiferencia o el egoísmo, por cuestiones políticas y con la complicidad de una vergonzante aceptación social, mueren en el mar tantos inmigrantes y tantos inmigrantes se ven en la obligación de salir de su tierra. Consecuencias y causas que tienen en común haber perdido la conciencia de la profunda vinculación que nos une con el otro y su destino. Como Jesús, la fe debe llevarnos a mover las fronteras de nuestras comodidades y miedos para incluirnos en el terreno común de la fraternidad. 

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


15 DE AGOSTO: LA ASUNCIÓN DE MARÍA


La fachada vandelviresca de la Asunción de Yeste puede servir de catequesis sobre esta verdad de fe que es el triunfo celestial de la Virgen María. Sostenida por los pilares de la Iglesia, por san Pedro y San Pablo, es decir, por la fe de la Iglesia que la que afirma que María asciende porque supo servir, está el misterio de la asunción de María al cielo, flanqueada por la alegoría de la fe y la imagen de Santiago peregrino, para que no se nos olvide que esto de la Asunción no es una noticia periodística, ni un hecho de la historia científica, sino una afirmación que nace de ese peregrinaje por la historia que hace todo el Pueblo de Dios. Pero, por encima de todo, llamando hacía sí y coronando a la que supo ser esclava del Señor, Dios Padre es quien da  la fe su respuesta, a la peregrinación su meta y a la Virgen María su excelso lugar en la devoción del pueblo fiel, que por estas puertas y su enseñanza creyente pasaba a celebrar que la victorira de Maria, por nuestra fe en Jesucristo, será un día la de toda la humanidad.

LECTURAS

  • Apocalipsis (11,19a;12,1.3-6a.10ab)
  • Sal 44,10bc.11-12ab.16
  • I Corintios (15,20-27a)
  • Lucas (1,39-56)

La fe anticipa lo que los ojos no ven, ni la razón acaba de creer: la elevación sobre toda la miseria y las aparentes glorias de la tierra de la mujer creyente, servicial y misionera, de la Virgen María, madre de Jesús, madre de Dios. Por la fe, lo que parece imposible a nuetros ojos alcanza su más rotunda realidad. Porque ¿qué es más difícil de creer, que los soberbios y poderosos serán derribados y los humildes levantados y enaltecidos o que la Virgen fue elevada a lo más alto de la creación? Pues para que creamos el proyecto de Dios, proyecto de fraternidad que nos devuelve nuestra naturaleza entrañable de hijos y hermanos que ni se matan ni son indiferentes al sufrimiento de los que son también de su propia carne... María, pobre y sencilla, cumplidora y dispuesta, madre y discípula, como prenda de lo que será un día fruto de eternidad, vence a la muerte con el resucitado, adelanta al tiempo con el Espíritu y logra la plenitud que sólo el Padre puede darnos. Atravesemos la puerta de la fe, ascendamos con María, trabajemos por una humanidad pacífica, reonciliada y fraternal.

DOMINGO 13 DE AGOSTO: XIX DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

Diríase que esta barca llegó ya a dónde iba, que no le quedan más singladuras. Pero, en el mundo de los astilleros, pequeños o grandes, con tesón y buenos materiales se puede reflotar lo que parecía perdido... y, además, se pueden botar nuevas embarcaciones, que lo que cuenta es continuar la brega, reanudar las rutas, mantener abiertas las líneas marítimas. La vieja barca de la Iglesia necesita algo más que una mano de chapa y pintura. Y aún así, mientras haya pesca y pasajeros, servicios que prestar, todas las reformas serán llevaderas, todos los cambios serán bienvenidos. Lo que no podemos hacer es quedarnos en el lamento, en la contemplación nostálgica de la barca varada en la orilla, hay que ponerse manos a la obra. El papa Francisco está en ello, y con él tantas personas e instituciones eclesiales que le brindan a la Iglesia una nueva oportunidad de echarse a la mar, de cumplir con su cometido.

LECTURAS

  • Reyes (19,9a.11-13a)
  • Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
  • Romanos (9,1-5)
  • Mateo (14,22-33)

Sin triunfalismo, sin caer en la idolatría de la confianza en los números (ya se sabe lo celoso que era el Dios de Israel de que su pueblo andara haciendo estadísticas), la reciente Jornada Mundial de la Juventud nos dice que todo no está perdido, que, con todas las prevenciones y la humildad que requieren el realismo, todavía tiene la Iglesia cobertura y continuidad. Y, sin embargo, hay crisis, y no pequeña. La tormenta es de aúpa y no sólo por las gráficas  descendentes en materia de práctica religiosa, población creyente, credibilidad social. Se trata también de problemas de fondo, como el de la gestión de la inmensa diversidad que conforma el catolicismo actual, o el reto permanente que supone leer de forma significativa y relevante el Evangelio en un mundo social y cultural que cambia por instantes. Ante estas graves interpelaciones del presente al cristianismo, la imagen de la barca en medio de la tormenta siempre ha resultado sumamente descriptiva. 

Y, sin embargo, junto a los rasgos familiares de la crisis, en el relato de la tempestad calmada prevalecen la confianza y la esperanza. Porque, si es cierto que hay motivos para gritar de miedo, para decir con Pedro "Señor, sálvame"; no menos cierto es que tenemos a quien pedir ayuda, el que se acerca en medio del oleaje, con su palabra y gesto de ánimo, el Señor que anda sobre las aguas. Pero, es que, además, tenemos poderosas pistas para salir de este atolladero, nos las brindan las mismas razones de la ausencia inicial de Jesús cuando la barca estaba ya lejos de tierra y era sacudida por las olas y el viento contrario. ¿Dónde estaba entonces Jesús?, ¿qué le había retenido en tierra?: despedir a la gente y orar. Esas son las claves salvadoras de todas las crisis de la Iglesia, atender lo mejor que esté en nuestras manos a las gentes y orar sin desmayo, con la firmeza y la clarividencia del que en la oración está con Dios y siente que Dios está con él, como lo está, ahora sí, Jesús con sus discípulos, sacando del abismo a Pedro, llevándonos a todos con Él al buen puerto de las faenas del Reino que dan sentido a la barca y a la tripulación.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

8 DE AGOSTO: SANTO DOMINGO DE GUZMÁN



Nuestro santo titular, Santo Domingo de Guzmán (1172 - 1221), fundador de la Orden de Predicadores (los dominicos), murió el 6 de agosto, festividad de la Transfiguración. Pero su fiesta se celebra el 8 de agosto para no coincidir, precisamente, con la celebración de la Transfiguración. Con san Francisco de Asís, del que fue contemporáneo, es uno de los inspiradores de las órdenes mendicantes y de su movimiento reformador de la Iglesia medieval. Cristiano recio, animado por la pasión del Evangelio, nos estimula a vivir la fe de manera coherente y a ser también evangelizadores.

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA: 

MARTES 8 DE AGOSTO 20H.

LECTURAS

  • Is 52, 7-10
  • Sal 95
  • II Tim 4, 1-8
  • Mt 5, 13-19
Como dijera San Pablo (2Cor 4,7), somos pobres vasijas de barro para el tesoro que portamos, para la luz del mundo y la sal de la vida que somos. Pero, por muy humildes, frágiles e inconsistentes que seamos, la grandeza de lo que creemos y nos sostiene, el resplandor del Evangelio y el sabor de una vida nueva por la fe en Jesucristo, nos ayudarán a cobrar confianza en la fuerza y vitalidad de nuestro testimonio. Por otra parte, y como sabía bien Santo Domingo de Guzmán, aunque el primer lenguaje de la evangelización sea el testimonio personal, nunca será una empresa meramente individual. Brillamos más juntos, impregnamos el mundo con el gusto por Dios en comunidad. Es la Iglesia la que potencia y multiplica el efecto evangelizador de la coherencia de vida, así como también es la comunidad eclesial la que enjuga y disuelve nuestras incoherencias en su comunión de perdón y conversión permanente.

En el día de la fiesta del santo titular de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Albacete, por la intercesión del fraile predicador, orante y misionero, pedimos a Dios la gracia de su Espíritu, para que seamos una comunidad de puertas abiertas, una madre acogedora, hospital de campaña para los heridos y fatigados, comunidad de contraste que, junto a todas las parroquias de la diócesis, trabaja por hacer presente el Reino de Dios en nuestro mundo. Amén.

DOMINGO 6 DE AGOSTO: LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

En una sola gota de agua está toda la fuerza vivificadora, todo el potencial renovador de ese elemento esencial. Así, la Transfiguración, como una gota de agua, porta y manifiesta toda la entrega, la fidelidad y la fecundidad de la vida y la misión de Jesucristo, nuestro Señor.

LECTURAS

  • Daniel (7,9-10.13-14)
  • Sal 96
  • II Pedro (1,16-19)
  • Mateo (17,1-9)

Nuestra fe no se basa en fábulas fantásticas, sino en el testimonio de la grandeza de una vida entrega a Dios y, por eso mismo, volcada en procurar el bienestar, la paz y la plena realización del ser humano. Eso es lo que se tranfigura en el monte para que los discípulos de entonces, como los de ahora, no busquemos espectáculos de magia, ni derroches de poder, no fascinaciones momentáneas, sino que podamos reconocer en la vida de Jesús, en su predicación del evangelio y sus gestos de compasión la verdadera naturaleza de nuestro Dios: el amor que se da para que todos podamos vivir de verdad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

"HAY PRISA EN EL AIRE". HIMNO DE LA JMJ, LISBOA 2023



DOMINGO 30 DE JULIO: XVII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
Para el náufrago en la isla desierta, tras una penosa singladura, amenazado de muerte por el hambre y la sed, los cocos son tesoros de frescura, alimento y agua, pero encerrados en su duro cofre de madera, duros de pelar. Así los tesoros del Reino, tanto más prometedores, cuanto más arduos de encontrar y saborear. Como ocurre en todas las parábolas, en estas del tesoro escondido y la perla, la red barredera y el cofre del escriba, siempre hay una parte de don, de gracia y regalo; y dos tazas de esfuerzo personal, constancia espiritual y empeño por la coherencia y la integridad de vida. No hay comparación, como dijera san Pablo del pecado y la gracia, entre las dificultades y el don prometido, por eso, merece la pena esforzarse con denuedo en la posesión y disfrute del bien más preciado.

LECTURAS

Tesoros y perlas, copiosas capturas y sabiduría acendrada, vieja y nueva, así es el Reino, una prometedora cosecha abundante de vida y fecundidad. No se trata de un premio de consolación (librarnos de la condenación), sino de un pleno de las máximas aspiraciones, de la fortuna incomparable de haber vivido la vida del único modo que merece la pena, con el riesgo a la altura de la suma felicidad. Pero, siempre hay un pero, todas esas prendas de realización y cumplimiento cabal, requieren de nosotros no cejar en la búsqueda, no menguar en la generosidad y gratuidad de nuestro compromiso y ser tan constantes como lo es la oferta por parte del Padre de asociarnos a su eternidad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA


COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 23 DE JULIO: XVI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)


Fecundidad al viento, riqueza de fruto madurada en lo profundo de la tierra, pero que, al crecer se hace ligera, dúctil y adaptable. Lo contrario es la esterilidad de la rigidez, el aislamiento de lo que es duro e intransigente. Nuestro Dios nos enseña a través de Jesús la sabiduría de la flexibilidad y la paciencia, la santidad de la indulgencia y la comprensión.

LECTURAS

  • Sab 12, 13. 16-19
  • Salmo 85
  • Rom 8, 26-27
  • Mt 13, 24-43
Como parte de la gratuidad y la transformación que subyacen a la enseñanza de todas las parábolas, estas del trigo y la cizaña, del grano de mostaza y la levadura, nos invitan a meditar el sentido profundo de las consecuencias prácticas que pueden tener para nosotros, para nuestro comportamiento ético y el trabajo de nuestra espiritualidad, los rasgos comunes de las parábolas. Todo está en juego, sí; todo es susceptible de echarse a perder, de que el don no sea aprovechado, las cualidades se corrompan por no compartirlas. Pero, antes de llegar a ese extremo, está la riqueza que supone recibir gratuitamente la vida y la fe como regalos de Dios y la continua ayuda del Evangelio, como alimento y medicina, para que seamos personas agradecidas, capaces de cambiar y aprender, que valoran lo sencillo y están abiertas a irradiar con el testimonio de su vida esta inmensa oportunidad para dar fruto en abundancia y ser fermento de una humanidad que evoluciona a su mejor versión, la que Jesús encarna con su vida y la que Él nos facilita con su magisterio.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 15 DE JULIO: XV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

Virgen del Carmen, Lietor (atribuida a Salzillo, s. XVIII)

Dulce, con la serenidad que da saber de quién se ha fiado. Pero no exenta de firmeza, de soberanía y estabilidad, las propias de quien pertenece al proyecto divino de salvación. La Virgen del Carmen, stella maris, acompaña a todos los peregrinos de la vida, por tierra, mar y aire, para que lleguen al puerto seguro de su hijo bendito. El niño preciado con el que nos bendice será el hombre granado en caminos surcados y pescas milagrosas. Y la que ahora es patrona de marineros y pescadores, nos ofrece la semilla que será fruto granado cuando nos predique con parábolas y la coherencia de su vida la fecundidad del Reino de Dios. Por eso, a ella nos encomendamos y en las manos de su oración perenne dejamos el recuerdo agradecido de los que nos y ahora son ya cosecha abundante de aquella semilla.

LECTURAS

  • Isaías (55,10-11)
  • Sal 64,10.11.12-13.14
  • Romanos (8,18-23)
  • Mateo (13,1-23)

Las parábolas de Jesús son en su mismo formato narrativo e intrigante, un signo de que el Reino de Dios, para dar fruto, necesita ser escuchado e interiorizado por la interpretación personal y la proclamación comunitaria. Y esta parábola de las parábolas que es la del sembrador, reún todas las claves interpretativas de todas las parábolas: el origen de todo es la gracia de Dios, pero el trabajo humano de acogida de la Palabra es imprescindible para que la gracia cunda al cien por cien; la fe lo es en una realidad en movimiento que genera más movimiento, que transforma y evoluciona al que la tiene; la diversidad humana es materia prima que hemos de atender y respetar, pero no sin pretender cada uno superarse y mejorar; el fruto es futuro, porque la siembra es constante y el tiempo no da medida suficiente para lograr todo lo que potencialmente estamos llamados a dar. Son líneas que recorrerán todas la parábolas y que en esta se nos ofrecen con la concisión y la pluralidad de sentidos que solo un profeta experimentado en humanidad podía pronunciar. Escuchémosle con los oídos del corazón y acojamos su propuesta con la tierra fecunda de la opción decidida por la verdad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 9 DE JULIO: XIV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
Lo que tienen de refrescantes y beneficiosos los oasis, lo tienen también de escondidos, difíciles de encontrar y árduos de llegar a ellos. Y así, el remanso de paz y el refugio de profunda seguridad que nos brinda Jesús, el Señor, también supone la seria exigencia de buscarlo, merecerlo y saber aceptarlo. Por eso, aunque suave y llevadero, el Reino de Dios también tiene una parte de yugo y de carga, de reto y de sueperación. Al final, como ocurre con los grandes amores, el ascenso a las cumbres y el descubrimiento de un oasis en lo más recóndito del desierto, bien merece la pena todos los esfuerzos.

LECTURAS

  • Zacarías (9,9-10)
  • Sal 144,1-2.8-9.10-11.13cd-14
  • Romanos (8,9.11-13)
  • Mateo (11,25-30)

Hay en la oración de Jesús, junto a la alabanza a Dios y la gratitud por su bondad, una secreta sabiduría que, según designio del Padre, está al alcance de todos..., de todos los que se hacen sencillos y prescinden de superficiales, falsas y alambicadas apariencias. Una sabiduría que descansa, alivia y restaura. Pero que también supone esfuerzo, compromiso y sacrificio. Una sabiduría que logra una felicidad no exenta de humana compasión, aunque por ella sea preciso también sufrir con y por los otros. Es la sabiduría que no se aísla en el espejismo de una felicidad egoista, tan falsa como incierta. 

Señor Jesús, cuantas pesadas cargas necesitamos compartir contigo para que tú nos alivies, aunque también nos invites a sebrellevar las de nuestros hermanos. Cansados y agobiados, venimos a ti; nos atrevemos a aceptar tu invitación y echarnos a cuetas el yugo de la fraterna solidaridad. A cambio, en tus hombros de buen pastor, déjanos descansar estos dolores que, propios y ajenos, llevamos a duras penas. ¡Algunas ventajas debía tener esto de creer en ti!

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 2 DE JULIO: XIII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

¡Sí, cada vez más vivo
–más profundo y más alto–,
más enredadas las raíces
y más sueltas las alas!
¡Libertad de lo bien arraigado!
¡Seguridad de infinito vuelo!

(Juan Ramón Jiménez)

LECTURAS

  • II Reyes (4,8-11.14-16a)
  • Sal 88,2-3.16-17.18-19
  • Romanos (6,3-4.8-11)
  • Mateo (10,37-42)

Radicalidad, que viene de raíces. Radicalidad de quien se sabe libre, sin ataduras para amar. Radicalidad en la generosidad del que ama sin componendas ni intereses. Radicalidad del que no tiene miedo porque se sabe enviado y acompañado por el que venció todos los miedos. Radicalidas de las empresas, los proyectos y objetivos que siempre tienen éxito porque no se miden por sus resultados sino por su finalidad y su intención: ayudar, servir, entregarse. Así de radical es la propuesta que nos hace Jesús, por eson no deben dolernos prendas si para seguirle tenemos que soltar amarras, cobrar confianza en nosotros mismos y apoyarnos totalmente en el que nos ha llamado y camina delante. Pequeño rebaño, no temas, por arriesgados que sean los aprendizajes y la transformación personal que requiere esta radicalidad, nuestras raíces nos unen al que ya la vivió sin ambajes y nos avala con su propia vida ya imperecedera.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 25 DE JUNIO: XII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

No se trata de infundir miedo, pero sí de poner las cosas en su sitio y manifestar con claridad lo que nos jugamos. No tememos al infierno, pues nos mueve el amor y la entrega de Cristo, no el pánico. Pero, tampoco queremos traicionar y desperdiciar esa confianza. Cristo, más allá de las imágenes dulzonas que le roban el realismo de su vida amenazada y la seriedad con la que afronta todas las amenazas, debemos recuprerar al Jesús decidido y consecuente que, con la misma exigencia con la que se plantea su misión, espera de nosotros que toememos una determinación y vivamos de verdad su Evangelio de amor entregado y liberación de todas las esclavitudes, anulaciones y vacíos.

LECTURAS

  • Jeremías (20,10-13)
  • Sal 68,8-10.14.17.33-35
  • Romanos (5,12-15)
  • Mateo (10,26-33)

Miedo, secretismos, pusilanimidad, cálculo de riesgos... o: confianza, coraje, libertad, esperanza. El Evangelio de Jesús nos pone en la disyuntiva de vivir como si no creyéramos que el Reino de Dios es una realidad, que el Espíritu nos guía o dejarnos llevar por la fuerza y el empuje de quienes se saben en manos de Dios y trabajando en su proyecto de vida para todos, de vida en plenitud. La fe en el Dios de Jesucristo tiene muchos más recursos y potencialidades de las que estamos desarrollando y aprovechando. Conviene explorar esos resortes espirituales y psicológicos de la fe, otear el horizonte al que nos abre el Evangelio, apoyarnos firmemente en la red de la comunidad y sus testimonios, para no pasar por la vida de puntillas y reducir nuestro seguimiento de Cristo a un sentimiento de pertenencia, grato y fiel, pero sin consecuencias.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 18 DE JUNIO: XI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

La predicación del Evangelio nace en Jesús ante la necesidad de acompañamiento, acogida y encuentro de tantas personas que se sienten solas, desorientadas y aspiran a crecer y dar lo mejor de sí mismas. De este sentimiento de cercanía hacia el otro y con la voluntad de hacerle llegar el amor de Dios nace también la llamada de los apóstole por parte del Maestro y Pastor, que les invita a compartir su misión. Nuestra fe y nuestra vivencia eclesial tienen ahí su fuente y su manantial de permanente renovación.

COMUNICADO ANTE EL NAUFRAGIO DE MIGRANTES EN GRECIA

LECTURAS

  • Lectura del libro del Éxodo (19,2-6a)
  • Sal 99,2.3.5
  • Romanos (5,6-11)
  • Mateo (9,36–10,8)

Jesús no sale a predicar el Evangelio por una ocurrencia proveniente de su exclusiva voluntad. Es la voluntad del Padre la que lo envía, como es a Dios y su reinado lo que anuncia. Pero, también responden la vocación y misión de Jesús a las necesidades de los hombres sus hermanos. Si Jesús ha escuchado en el silencio del desierto la llamada de Dios, también ha visto en los rostros de tantas personas hambrientas de aceptación, comprensión y estímulo su necesidad y su soledad. La atención de Jesús a la realidad que le rodea, su receptividad compasiva hacia el dolor y las búsquedas de la humanidad de todos los tiempos, forman parte de esa vocación evangelizadora y esa misión que compartirá con sus discípulos. No se puede ser cristiano y participar en las tareas del Reino de Dios sin percibir los sentimientos y las situaciones en las que lo humano zozobra y el bien que nos habita parece eclipsarse. Hay en la vida de Jesús y su anuncio del Evangelio una perentoria intención de responder a las necesidades e interrogantes de sus hermanos. Y, por eso, el sentido de la Iglesia está irremediablemente vinculado al proyecto curativo, salvífico y humanizador del que nos llamó para seguirle.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 4 DE JUNIO: SANTÍSIMA TRINIDAD. JORNADA "PRO ORANTIBUS"

El dia de la Santísima Trinidad la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus, por las personas y comunidades contemplativas. Tal vez sea porque la fuente última de la espiritualidad cristiana es la relación amorosa que Dios mismo es y a la que nos convoca a través de la fe y la oración. La espiritualidad es cristiana cuando nace de un encuentro, se vive en la afectividad de las relaciones con los otros y, en ellos, con Dios. Es una espiritualidad relacional, intersubjetiva, dialogante y convivencial. Las comunidades contemplativas (en nuestra diócesis son las carmelitas descalzas de Albacete; las carmelitas de la Antigua Observancia de Caudete; las Clarisas de Hellín y Villarrobledo; las Cistercienses de Villarrobledo y las Franciscanas de Alcaraz) aportan al conjunto de la Iglesia su oración por todos y su testimonio de la importancia de que todos oremos más y mejor.

LECTURAS

  • Ex 34, 4b-6. 8-9. Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso.
  • Salmo: Dan 3, 52-56. R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
  • 2 Cor 13, 11-13. La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo.
  • Jn 3, 16-18. Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él.

Dios no es un agujero negro de energía cósmica que se lo traga todo y lo consume todo. Pura donación: la Creación, su presencia en la historia, la misión de Cristo, la acción del Espíritu Santo, toda la vida divina es pura donación y tiene una sola intención, que todo se salve, que nada se pierda, que todos conozcamos y experimentemos la plenitud de amor que Dios es y que Dios nos da. Ese es el hilo conductor de la existencia del universo y de cada persona, esa es la trama del evangelio; el motivo de toda la Sagrada Escritura; el contenido y estilo de la espiritualidad cristiana. Por eso, en cristiano, oramos en silencio y cuando nos encontramos con el hermano, oramos cuando contemplamos en la quietud del retiro y también en el compromiso activo por la paz, la solidaridad y el cuidado de la casa común. La espiritualidad que mana de la vida trinitaria está hecha de encuentro, de comunion y de mutua donación. Así es Dios, así somos llamados a ser por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre todopoderoso, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 28 DE MAYO: PENTECOSTÉS


El Espíritu sopla donde quiere, libre como el viento y la vida, como las aves del cielo y las fuerzas incontrolables de la naturaleza. La Semana Laudato Si', en conmemoración de la encíclica del mismo nombre del papa Francisco, nos invita a reflexionar sobre el compromiso cristiano con la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Con este motivo, Justicia y Paz organiza el domingo 28 a las 18h. en la parroquia de Santo Domingo la proyección de la película "La Carta" y un diálogo sobre este signo de los tiempos que es el compromiso ecológico.

LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles (2,1-11)
  • Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34
  • Corintios (12,3b-7.12-13)
  • Juan (20,19-23)

El Espíritu Santo había estado presente en toda la vida y misión de Jesús, en su conexión directa con el Padre y su proyecto de salvación. En forma de oración, como mirada sobre las personas y la realidad que le rodeaba, como fuerza curativa, autoridad profética... el Espíritu Santo estaba con Jesús, habitaba en Cristo y, por eso, lo podía comunicar, lo podía transmitir. Y el Espíritu que Cristo confiere a sus discípulos es el mismo que el propio Jesús ha hecho suyo y por el que se ha guiado hasta morir en la cruz y resucitar a una nueva vida. El Espíritu de Cristo es el del crucificado y el del resucitado, el del mensajero de la Buena Nueva y el del Buen Pastor que llama y acompaña a los suyos. Por eso, el Espíritu Santo que recibimos como Iglesia es, antes que nada, conexión directa con la vida y misión de Cristo; e implicación no menos directa y activa en la evangelización. Pentecostés es la fiesta del envío, la misión y la comunión de los que llevamos, sinodalmente, entre manos las duras tareas del Evangelio.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 21 DE MAYO: ASCENSIÓN DEL SEÑOR

 
El Movimiento Laudato Si', comprometido con la difusión, sensibilización y acción ecológica propuesas por el papa Francisco en su encíclica Laudato Si', celebra el VIII aniversario de esta importante reflexión sobre el cuidado de la casa común, proponiéndonos una semana de concienciación. Con este motivo se sugiere que en las comunidades cristianas veamos y dialoguemos sobre la película "La Carta". Justicia y Paz de Albacete nos anima a secundar esta iniciativa. Nuestra parroquia organiza una proyección y diálogo posterior el domingo 28 de mayo a las 18h. 

  • Hechos de los apóstoles (1,1-11)
  • Sal 46,2-3.6-7.8-9
  • Efesios (1,17-23)
  • Mateo (28,16-20)

LECTURAS

Los Evangelios de Lucas y Marcos sitúan la escena de la Ascensión en las inmediaciones de Jerusalén. Mateo, sin embargo, habla de Galilea. En cualquier caso, la incorporación plena y definitiva de Jesús a la realidad eterna de Dios, la "subida" al cielo, está enmarcada en un contexto de envío, de misión. El encargo de predicar la Buena Nueva y la promesa del recurso fundamental para hacerlo, el Espíritu Santo, dotan de contenido eclesial, sacramental y pastoral la verdad última de la Ascensión. Por eso, Mateo termina con la misma promesa que el Jesús de Juan repite una y otra vez: yo estoy siempre con vosotros. Porque la misión de la Iglesia, el testimonio de cada cristiano, la vida sacramental y la predicación del Reino de Dios, brotan de esta íntima comunión de Cristo con cada uno de sus discípulos. Lo cual vale lo mismo que decir que Jesús asciende a Dios habitando en el corazón de cada creyente y que el cielo al que pertenece ya para siermpre Cristo, es el mismo que tocamos y compartimos cuando, en su nombre, lo anunciamos y testimoniamos. 

Como parte de esta misión que nos hace portadores del cielo al que pertenece Jesús, el papa Francisco nos animó en su encíclica Laudato Si' a unirnos todas las personas y movmientos que defienden la Creación. Hoy el cuidado de la casa común forma parte de la misma acción evangelizadora por la que el cielo desciende a la tierra en forma de fraternidad y paz, también con la Tierra y sus criaturas.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 14 DE MAYO: VI DE PASCUA. PASCUA DEL ENFERMO

Uno de los mensajes constantes del papa Francisco a los jóvenes es que valoren, quieran y cuiden a los abuelos. Las personas mayores, con sus rostros desgastados por los años y las heridas del camino, reflejan también, como los niños, la ternura de la vida cuando está entralazada por el cariño y el cuidado, con el resto de las generaciones, con el resto de las cualidades, fortalezas y necesidades de la familia y la sociedad. En el VI Domingo de Pascua celebramos la Pascua del Enfermo y en nuestra parroquia la celebraremos también con la UNCIÓN COMUNITARIA DE LOS ENFERMOS el viernes 12 de mayo a las 19:30.

LECTURAS

  • Hechos de los apóstoles (8,5-8.14-17)
  • Sal 65,1-3a.4-5.6-7a.16.20
  • I Pedro (3,1.15-18)
  • Juan (14,15-21)

La ética cristiana, el modo de vida evangélico, no es un mero voluntarismo, ni un imperativo categórico racional, sino el fruto de la gratitud por el amor de Dios y la fuerza que dicho amor despliega en quienes lo sentimos. Esa era la fuerza que guiaba y sostenía a Jesús. Esa es la motivación de las bienaventuranzas, del mandato del amor fraterno y de la radicalidad del perdón y la misericordia que Jesús predicó y practicó. No es una mera ley, ni un razonamiento lógico, sino la desbordante riqueza y creatividad de la entrega y la desinteresada apuesta por el bienestar del otro, especialmente del que más lo necesita. Por eso, la ética cristiana, la acción socio - caritativa de la Iglesia, el testimonio desprendido de los que siguen a Cristo, trabajan a largo plazo, nunca les falta motivos para perseverar y se sienten íntimamente recompensados antes de que sus proyectos tengan o no respuestas exitosas. El amor, solo con amor se paga.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 7 DE MAYO: V DE PASCUA (CICLO A)


Es Jesús quien nos muestra al Padre, y lo hace viviendo como el Padre querría que llegáramos todos a vivir, en profunda comunión con Él, en apasionada entrega a los demás, con esperanza incansable en la victoria definitiva del proyecto de Dios, que es el proyecto del amor y la generosidad. Esta es la vía, esta es la sabiduría que Cristo nos trae de parte del Padre y que nos ofrece como la gran oportunidad para vivir de verdad, para vivir con sentido.

LECTURAS

  • Hechos de los apóstoles (6,1-7)
  • Sal 32,1-2.4-5.18-19
  • Pedro (2,4-9)
  • Juan (14,1-12)

Quien ve al Hijo ve al Padre, quien ve las obras de amor de Jesús, los milagros de curación que hace en favor de los que sufren, su comportamiento libre y generoso, la predicación del Reino del profeta de Nazaret, ve a Dios, reconoce que Dios se muestra en su vida entregada y fiel. Y los cristianos no tendremos otro modo de comunicar al Dios que se hace visible en Jesucristo, que con el lenguaje de las obras de misericordia, la coherencia evangélica, el compromiso solidario y misericordioso con nuestros hermanos más necesitados. La ética es el lado palpable de la fe, la gramática del testimonio y el certificado de garantía de nuestra fidelidad al Hijo de Dios. La Iglesia y cada cristiano podemos ser mensaje creible del Evangelio si lo vivimos, si nos guiamos por él, con la carga de alternativa al poderío del dinero, a la fuerza del poder y al señuelo de aislamiento y la indiferencia egoistas. Estas son las obras grandes por las que, además de sentirnos en comunión con Cristo y el Padre, además de estar ahí donde ellos están, seremos capaces de convertirnos en sus mensajeros, humildes moradores de la íntima convivencia de Dios con los hombres.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 30 DE ABRIL: IV DE PASCUA (CICLO A)

 
La puerta es Cristo; el acceso a Dios, al modelo de humanidad integral y trascendente, a la fraternidad anticipada en la comunidad, es Cristo. Y la Iglesia, con todos sus medios, con todos los dones que sumamos sus miembros por la gracia del Espíritu Santo, con todas sus actividades, su historia y tradición, la Iglesia solo sirve para señalar esa puerta, para mostrarla y con todo el empeño del mundo ayudar a que cuantos la descubran entren en el redil cuyo pastor, buen pastor, único y mejor pastor, es Cristo.

LECTURAS

  • Hechos de los apóstoles (2,14a.36-41)
  • Sal 22,1-3a.3b-4.5
  • Pedro (2,20-25)
  • Juan (10,1-10)

Contra todo proselitismo, frente a todo proceso de manipulación, la Iglesia debe encomendarse a su buen Pastor y, con su estilo y por mandato suyo, encaminar a quienes busquen la verdad hacia Cristo y su Evangelio. Esta tarea mediadora, servicial y delegada, solo podermos realizarla por la autoridad de Cristo, es decir, con nuestra plena fidelidad a su palabra y su ejemplo. Nuestro seguimiento cristiano, nuestra pertenencia a la Iglesia y el valor de todo lo que somos y hacemos se basa en la referencia constanta al Evangelio. No nos servimos a nosotros mismos, como el Hijo se debía al Padre, así, nuestra misión y razón de ser están ligadas al acompañamiento y la guía que el propio Jesucristo lleva a cabo como único y buen pastor. Toda una garantía de autenticidad, sí, pero también todo un estilo de vida y un exigente programa de coherencia que, con la ayuda de Dios, intentaremos cumplir cabalmente, para no ser ladrones, ni piratas, para no caer en la autocomplacencia, ni en rivalidades espureas, ni mucho menos, en prácticas desleales y trapaceras de malos hermanos y peores siervos, para no ser ciegos que guían otros ciegos.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA