DOMINGO 4 DE JUNIO: SANTÍSIMA TRINIDAD. JORNADA "PRO ORANTIBUS"

El dia de la Santísima Trinidad la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus, por las personas y comunidades contemplativas. Tal vez sea porque la fuente última de la espiritualidad cristiana es la relación amorosa que Dios mismo es y a la que nos convoca a través de la fe y la oración. La espiritualidad es cristiana cuando nace de un encuentro, se vive en la afectividad de las relaciones con los otros y, en ellos, con Dios. Es una espiritualidad relacional, intersubjetiva, dialogante y convivencial. Las comunidades contemplativas (en nuestra diócesis son las carmelitas descalzas de Albacete; las carmelitas de la Antigua Observancia de Caudete; las Clarisas de Hellín y Villarrobledo; las Cistercienses de Villarrobledo y las Franciscanas de Alcaraz) aportan al conjunto de la Iglesia su oración por todos y su testimonio de la importancia de que todos oremos más y mejor.

LECTURAS

  • Ex 34, 4b-6. 8-9. Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso.
  • Salmo: Dan 3, 52-56. R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
  • 2 Cor 13, 11-13. La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo.
  • Jn 3, 16-18. Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él.

Dios no es un agujero negro de energía cósmica que se lo traga todo y lo consume todo. Pura donación: la Creación, su presencia en la historia, la misión de Cristo, la acción del Espíritu Santo, toda la vida divina es pura donación y tiene una sola intención, que todo se salve, que nada se pierda, que todos conozcamos y experimentemos la plenitud de amor que Dios es y que Dios nos da. Ese es el hilo conductor de la existencia del universo y de cada persona, esa es la trama del evangelio; el motivo de toda la Sagrada Escritura; el contenido y estilo de la espiritualidad cristiana. Por eso, en cristiano, oramos en silencio y cuando nos encontramos con el hermano, oramos cuando contemplamos en la quietud del retiro y también en el compromiso activo por la paz, la solidaridad y el cuidado de la casa común. La espiritualidad que mana de la vida trinitaria está hecha de encuentro, de comunion y de mutua donación. Así es Dios, así somos llamados a ser por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre todopoderoso, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



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