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VIERNES SANTO

Toda la fuerza y la esperanza de Jesús venían de Dios, residían en el Padre. Sólo abandonándose en Él podrá mantenerse firme hasta el final. Y, con Jesús, también nosotros, sobre todo los que más débiles o apesadumbrados se encuentran, podremos creer hasta el último instante de nuestras vidas que todo ha merecido la pena y que nada se pierde definitivamente. Y hasta que llegue esa hora, en cada decisión y actuación, la confianza en Dios, imitadora de la Cristo en el Padre, deberá guiarnos para que seamos generosos con el que sufre, solidarios con el abatido.

SEMANA SANTA EN SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Viernes Santo: Via Crucis 11h.; Oficios de la Pasión 19:30
  • Sábado de Gloria: Vigilia Pascual 23h.
  • Domingo de Resurrección: misas 11:30; 12:30 y 19:30

LECTURAS

Con la majestuosidad de la pasión según san Juan, la Iglesia celebra el Viernes Santo, sobrecogida por la total entrega del Hijo y la serena esperanza en el Padre que acoge, cuando "todo está cumplido", su fidelidad hasta la última hora. Hay quietud y reverencia, solemnidad y conformidad, pero sin negar un ápice el dolor y la realidad de la muerte sufriente que Cristo padece, aunque Él lo haga bajo la apariencia, ya teñida de adoración y culto, de profunda identificación con el proyecto divino de salvación, el que le llevará a la hora suprema de la glorificación junto al Padre y con el Espiritu Santo. Pero hoy, como María y el discípulo amado, con la delicadeza de Nicodemo y José de Arimatea, también nosotros acogemos esta entrega y la acurrucamos en lo más profundo de nuestras almas elevadas por Él hasta la comunión con Dios: "que donde yo estoy, también estén ellos".

ORACIÓN 

Señor Jesús, contigo queremos entregar en las manos del Padre todo lo que somos y aspiramos , y con tu vida ofrecida en el altar de la cruz, quisiéramos depositar nuestra más fime determinación de perseverar contigo en el testimono del amor de Dios, para contigo poder gozar de la comunión con el Padre y el Espíritu Santo. 

Señor Jesús, ayúdanos con tu ejemplo y tu sabiduría para comprender cómo y dónde, con qué actitudes y en qué compromisos podremos cumplir lo que estamos llamados a ser. 

JUEVES SANTO

  
Frente al individualismo, que es el verdadero pecado original, pues supone romper la condición de hijos y la de hermanos, para encerrarse en uno mismo como único destino y sentido de la vida, Jesús nos ofrece el camino de la existencia entregada, generosa y servicial. Su mandato del amor es una nueva oportunidad de recuperar nuestra verdadera identidad filial y fraternal. La mutua ayuda y la predisposición compasiva a favor del que sufre acrecienta nuestra dignidad, la verdadera dignidad humana y no endiosada, y vence, junto al pecado y el egoísmo, la muerte.

SEMANA SANTA EN SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Jueves Santo: Misa de la Cena del Señor 19:30; Hora Santa 21:30
  • Viernes Santo: Via Crucis 11h.; Oficios de la Pasión 19:30
  • Sábado de Gloria: Vigilia Pascual 23h.
  • Domingo de Resurrección: misas 11:30; 12:30 y 19:30

LECTURAS

  • Éxodo 12, 1-8. 11-14
  • Salmo 115, 12-13. 15-16. 17-18 R/. El cáliz de la bendición es comunión de la sangre de Cristo
  • I Corintios 11, 23-26
  • Juan 13, 1-15

La Última Cena de Juan, ajena a una cena pascual, se carga, sin embargo, del simbolismo caritativo del servicio expresado en el lavatorio de pies. El Jesús glorioso del cuarto evangelio, que ni en la muerte siquiera pierde la compostura, que el evangelista preserva de todo asomo de fragilidad humana o de deuda con la tradición judía, se pone, sin embargo a los pies de los discípulos para expresar de manera gráfica y contundente, que su grandeza estriba en la humildad y su divinidad se realiza en la compasión y la solidaridad. Contemplamos esta imagen emocionante de total disponibilidad y nos hacemos legatarios de su mandato: "Vosotros haced lo mismo"

ORACIÓN

Maestro bueno, siervo generoso en la entrega, palabra divina que se hace carne y carne que se entrega como pan de vida, queremos estar a la altura de tu mandato y enseñanza, y puesto que Tú eres el primero que se pone en el lugar del que sirve y ayuda, no desantenderemos tu encomienda y empezaremos por amar y cuidar de los que más nos necesitan.

24 DE MARZO: DOMINGO DE RAMOS (CICLO B)

Los evangelios de Juan de los domingos, III, IV y V de Cuaresma nos han venido preparando para que comprendamos que el sentido de subir y bajar, de altura y descendimiento es distinto en la lógica del Reino. Cristo será elevado cuando baje a las profundidades del dolor y la muerte, será encumbrado en la cruz y ahí será donde el Padre lo glorifique resucitándolo. La entrada triunfal en Jerusalén, es sólo un paréntesis del efímero éxito que otros nos pueden otorgar, para dar paso a la pasión, donde Jesús vivirá el auténtico triunfo sobre los poderes de este mundo porque confiará en el único poder que sobrevive al tiempo y a la muerte, el poder de Dios, que no es otro, que el poder del amor.

SEMANA SANTA EN SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Domingo de Ramos: Misas de la Pasión 11:30; 12:30 y 19:30
  • Jueves Santo: Misa de la Cena del Señor 19:30; Hora Santa 21:30
  • Viernes Santo: Via Crucis 11h.; Oficios de la Pasión 19:30
  • Sábado de Gloria: Vigilia Pascual 23h.
  • Domingo de Resurrección: misas 11:30; 12:30 y 19:30

LECTURAS

  • Isaías 50, 4-7
  • Sal. 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
  • Filipenses 2, 6-11
  • Marcos 15, 1-39

Como en una montaña rusa, los humanos queremos subir y a veces descendemos, queremos sobresalir y desconocemos el valor y la brillantez de quien vale lo que vale y no necesita más premios ni reconocimientos que su propia conciencia y libertad. La entrada triunfal, el aparente éxito de masas del Domingo de Ramos, inicia un descenso a las profundidades del dolor y la humillación, pero también de los cimientos de la mayor dignidad humana, la que se crece cuando se ofrece. Este abismarse de Dios, por su Hijo Jesucristo, en las entrañas de nuestra humanidad, es la mejor oportunidad que tenemos de elevar nuestra condición humana a su más alta cota: la del que sirve, la del amor compasivo y solidario. De Ramos a la Pasión, de los vítores y a los vituperios, comenzamos la Semana Santa con una invitación a revisar cuáles son nuestras verdaderas expectativas de asecencos y hasta qué punto quisiéramos rebajar humos y petulancias para ser con Jesús, humildes por auténticos, grandes por serviciales.

ORACIÓN

Señor, nada contestas, qué poco hablas en la pasión según san Marcos, apenas un "tú lo dices" y el grito desgarrador del que no puede más y echa de menos a Dios: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". 

¿Y para qué más palabras si todo lo dices con tu vida entregada?, todo lo explicas con tus fuerzas exhaustas. Eres el misterio de la vida que asciende cuando se rebaja, del servicio que nos engrandece cuando, con humildad, nos pone a los pies de los que nos necesitan. 

Déjanos decir a nosotros una palabra a la altura de tu ejemplo, déjanos orar con más comodidad, pues no nos hallamos como Tú en la cruz, pero no con menos sinceridad: "Salud de mi rostro, Dios mío, volveré a ver tu rostro".

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


VIERNES SANTO


PAPA FRANCISCO: ORACIÓN VIA CRUCIS DEL VIERNES SANTO DE 2022

SERMÓN DE LAS 7 PALABRAS (PARROQUIA DE SAN JOSÉ 2023)

SEMANA SANTA EN LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Viernes Santo: Via Crucis 11h; Oficios de la Pasión del Señor 19:30
  • Vigilia Pascual: Sábado 23h.
  • Domingo de Pascua: 11:30; 12:30; 19:30

LECTURAS

  • Isaías (52,13–53,12)
  • Sal 30,2.6.12-13.15-16.17.25
  • Hebreos (4,14-16;5,7-9)
  • Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42)
Todos errábamos como ovejas, cada uno por su camino y tu vida nos reunió, nos convocó a la voz del pastor bueno que da su vida por los suyos. Tu evangelio de la fraternidad universal y de la paternidad de Dios, nos devolvió nuestro verdadero rostro, el rostro humano que ahora, desfigurado en la cruz, tú nos lo muestras también bajo el signo del varón de los dolores, sin belleza. Y si no queremos volver el rostro cuando pareces el desecho de los hombres, es porque necestiamos mirarte para reconocerte y encontrarnos con tantas otras víctimas de los desprecios y las ignominias de las que somos capaces por egoísmo. Tu pasión, Señor Jesús, como cordero llevado al matadero, nos hace mirar cara a cara los niños víctimas de la guerra y la pobreza, los mayores abandonados y menospreciados, la perplejidad y extravío de muchos jóvenes hastiados antes de haber vivido. 
Y aunque el profeta Isaías supo predecir que tu destino desbordaría la muerte y tu vida resucitada acabaría por sobreponerse a todos los quebrantos y humillaciones, ahora miramos tu prendimiento y condena, el calvario y la cruz, la muerte y el sepulcro, sin ir más allá. Y no será porque nos falte fe en tu resurrección, ni en el triunfo del amor que Dios hace posible, pero necesitamos detenernos en este instante en el que también se paró el mundo, para profundizar en su significado compasivo y su invitación a la solidaridad activa con los que sufren. Sí, ahora, miraremos al que atravesaron y permaneceremos ante este sepulcro nuevo donde, con piedad y admiración han puesto tu cuerpo. Nuestro silencio será, por ahora, la mejor expresión de la respuesta sincera y decisiva que tu vida ha despertado en lo más hondo de nosotros. Porque, si en esta muerte y todas sus injusticias e interrogantes se cumple todo lo que tú has sido, necesitamos meditarlo, con el alma en vilo, sin precipitar la mañana del primer día y su luz que lo hace todo nuevo. Llegará la alborada del día de Pascua, pero ahora, mudos y expectantes, contemplamos tu muerte, respetamos tu libertad, adoramos tu abnegación, agradecemos tu generosidad, acogemos tu ofrenda y, con toda la piedad del mundo, permanecemos junto a ti.


JUEVES SANTO

 


PAPA FRANCISCO: ORACIÓN VIA CRUCIS DEL VIERNES SANTO DE 2022

SEMANA SANTA EN LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Jueves Santo: Misa de la Cena del Señor 19:30; Hora Santa 22h.
  • Viernes Santo: Via Crucis 11h; Oficios de la Pasión del Señor 19:30
  • Vigilia Pascual: Sábado 23h.
  • Domingo de Pascua: 11:30; 12:30; 19:30

LECTURAS

  • Éxodo (12.1-8.11-14)
  • Sal 115,12-13.15-16bc.17-18
  • Corintios (11,23-26)
  • Juan (13,1-15)
¿Cómo te pagaré, Señor, todo el bien que me has hecho? Nos reuniremos en tu nombre y en memoria tuya comeremos de este pan y beberemos de tu cáliz para proclamar tu muerte, hasta que tú vuelvas. Y al alzar la copa de la bendición nos comprometeremos contigo a servir a nuestros hermanos como tú lo hiciste para centrar en el amor la ley y el culto, la fe y la comunidad. Nuestro sacrificio de alabanza, siguiendo la tradición que recibimos y que cada uno de nosotros ha de hacer suya en su corazón, será una renovada complicidad con tu mandato del amor fraterno. Porque Tú rompiste mis cadenas, las que me ataban el egoísmo y la autocomplacencia, me liberaste de las falsas apariencias de felicidad buscada al margen del amor al prójimo y la apuesta por la justicia. 
¿Cómo te pagaré todo el bien que me has hecho? Buscando a Dios en el hermano, la verdad en la caridad, el sentido de la vida en la plena comunión con tu Padre y Padre nuestro. Intentaremos, Señor, entregarnos como tú te entregas en el pan que compartimos, como tú te entregaste en cada latido de tu existencia bendita y servicial. Sí, cumpliré mis votos de seguirte, aunque a veces también te niegue con Pedro y me tiente abondonarte en la cruz. Pero, aun con esos renuncios, me esforzaré por vivir tu enseñanza generosa y guiarme por el mandato del amor fraterno que nos dejaste como última y principal enseñanza, el mandato que recibo con tu cuerpo y con tu sangre. Me dejaré lavar, cuidar y servir por ti para saber contigo que solo el amor nos devuelve la primitiva imagen de hermanos y colma la sed de sentido y paz. 
No podré pagarte todo el bien que me has hecho, pero una palabra tuya bastará para que vuelva a intentarlo, estimulado por tu ejemplo y sostenido por tu cuerpo y tu sangre, por la comunión con tu muerte y tu vida resucitada. Esta es la nueva alianza de la reconciliación que sellaste para siempre y que, ahora, me une a ti, también para siempre.


2 DE ABRIL: DOMINGO DE RAMOS

 


PAPA FRANCISCO: ORACIÓN VIA CRUCIS DEL VIERNES SANTO DE 2022

SEMANA SANTA EN LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Domingo de Ramos: Misas de la Pasión del Señor 11:30; 12:30; 19:30
  • Jueves Santo: Misa de la Cena del Señor 19:30; Hora Santa 22h.
  • Viernes Santo: Via Crucis 11h; Oficios de la Pasión del Señor 19:30
  • Vigilia Pascual: Sábado 23h.
  • Domingo de Pascua: 11:30; 12:30; 19:30

LECTURAS

  • Evangelio procesión de ramos: Mateo (21, 1-11)
  • Isaías (50,4-7)
  • Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24
  • Filipenses (2,6-11)
  • Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (26,14–27,66)

La entrada de Jesús en Jerusalen, en los evangelios sinópticos, cumple un papel narrativo muy singular. Sirve de contrapunto a la deriva dramática de los acontecimientos y, al tiempo, sirve para acentuar el contraste del carácter injusto y sufriente de la pasión, del estado de progresivo abandono y aislamiento de Jesús por parte de todos, por una parte, y la constancia de que, por otro lado, la misión de Jesús había sido acogida por muchos y contaba también con la admiración de los que esperaban el Reino. Este contraste, debe ayudarnos a situar la pasión en el contexto de una misión difícil y con desiguales resultados. Todo un aviso a navegantes: en esto de anunciar el Evangelio no se pueden esperar solo triunfos y aplausos. Así lo había entendido ya Jesús en las tentaciones del desierto y, por eso, esta entrada trifunfal no le oculta el desenlace hacia el que se encamina.

La pasión de Mateo que se lee en el ciclo A, respecto a su modelo previo, la sobria y provocadora pasión de Marcos, está más armada narrativamente. Mateo es amigo de dar explicaciones de lo que va pasando, sobre todo relacionándolo con las Escrituras. Y, además, Mateo es amigo también de cargar todavía más las tintas sobre el sesgo dramático de la narración de los acontecimientos de la pasión. En esta línea, sólo Mateo nos cuenta el final trágico de Judas. Y su insistencia en la culpabilidad de los judíos llega a ser un tanto obsesiva, no solo añade la historia del sueño de la mujer de Pilatos para descargar de responsabilidad a la parte romana, sino que de manera incriminatoria hace decir a las autoridades religiosas de Israel "que su sangre caiga sobre nosotros". Apologético y puede que muy bien informado sobre los primeros efectos del anuncio de la resurrección de Jesús, se cura en salud respecto a las acusaciones sobre el robo del cuerpo de Jesús poniendo una guardia romana en la tumba.

Pero, más allá de las peculiaridades narrativas y teológicas de la pasión de Mateo, situados en el umbral de la Semana Santa, su proclamación en el Domingo de Ramos nos invita a meditar durante estos días el significado de la parte crucial de la vida de Jesús. Para ello, y después de haber leído también la entrada en Jerusalén, es conveniente que, en todo momento, vayamos acompañando los sucesos de la Pasión con el recuerdo de lo que Jesús predicó, del por qué de su misión, de su motivación humilde y servicial, de la apasionada complicidad con el plan del Reino de Dios. Esta íntima alimentación de la historia de la pasión con las actitudes y motivos de la vida entera de Jesús debe darnos las claves de su significado, que será lo que la Resurrección confirme, lo mismo que de manera anticipada confesará el centurión: "En verdad este era el Hijo de Dios". 

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO DE PASCUA

 

HORARIOS:

  • SÁBADO 16 DE ABRIL, VIGILIA PASCUAL: 23h.
  • DOMINGO 17 DE ABRIL, PASCUA: 11:30; 12:30 y 19:30

LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43)
  • Sal 117,1-2.16ab-17.22-23
  • Colosenses (3,1-4)
  • Juan (20,1-9)

La transformación que la fe, a escala persona y comunitaria, lleva a cabo con nuestra personalidad y nuestro comportamiento, como poyecto y modelo de nuestra vida, está posibilitada por esa transformación que Dios realizó en su Hijo Jesucristo, llevándolo de la humanidad a la plena comunión divina, de la vida a la muerte, del carácter histórico de su encarnación al alcance universal e intemporal de su obra de redención. Ese cambio que los seguidores de Jesús, unidos a María Magdalena, a Pedro y al discípulo amado en la mañana de Pascua, reconocemos sorprendidos en la tumba vacía y el encuentro con el resucitado, nos debiera afianzar en la esperanza de que, también nosotros, podemos pasar del egoísmo a la fraternidad, del odio a la paz, de la vida superficial a la entrega servicial. 

La resurrección de Cristo, feliz noticia que hoy proclamamos, vuelve a reunir en nuestra conciencia y como compromiso efectivo de vida para quienes así la creemos, el amor de Dios que en Cristo hemos visto consumado hasta el extremo, con el amor debido y necesario a nuestros hermanos más débiles y heridos. Los frutos de la resurrección en nosotros debieran ser los mismos que la fe en el Evangelio y el seguimiento vivencial, ético, de Jesuscristo, nos han ido mostrando: la esperanza, la ternura y la solidaridad. 

Feliz Pascua de Resurrección.

MEDITACIÓN

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

VIERNES SANTO

 

HORARIOS:

  • VÍA CRUCIS: 11h.
  • OFICIOS DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR: 19:30

LECTURAS

  • Isaías (52,13–53,12)
  • Sal 30,2.6.12-13.15-16.17.25
  • Hebreos (4,14-16;5,7-9)
  • Juan (18,1–19,42)

Si en la Última Cena, con la Eucaristía y el lavatorio de pies, Jesús condensa y centra su vida y su misión en el amor y el servicio, en la entrega total de su vida, hemos mirar la cruz, la muerte y la pasión del Señor, como afirmación de que su amor, entrega y servicio, no tienen límites. Y es que el amor del Padre que motiva, sostiene y da su fin a la vida de Cristo, no se detendrá ante nada, ni ante la muerte. Por otro lado, siendo el amor compasivo, capaz de hacer suyos los sufrimientos de los demás, la cruz de Cristo, su pasión y muerte, tienen esa capacidad solidaria de acoger todos los sufrimientos, cargarlos sobre sus hombres e invitarnos a no ser indiferentes ante el dolor del hermano. Este alcance solidario, universal y compasivo de los sufrimientos ajenos, no disuelve ni borra todas las penas y todas las lágrimas de tantas personas golpeadas por la guerra, la pobreza y la violencia, pero sí que las eleva hasta el abrazo último y restaurador del Padre. En la cruz de Cristo, Dios nos dice que acepta el realismo de todas las cruces de la historia, la inapelable verdad sangrante de tanto dolor y tanta miseria, y sin borrarlas de un plumazo milagroso, las hace suyas para que, fielmente, esperemos que la última palabra será de vida y misericordia. Así lo esperamos. Así lo sentimos, por eso, decimos ¡Amén! y, con Jesús, creemos que "todo está cumplido".

MEDITACIÓN

JUEVES SANTO

 

HORARIOS:

  • MISA DE LA CENA DEL SEÑOR: 19:30
  • HORA SANTA: 22h.

LECTURAS

  • Éxodo (12.1-8.11-14)
  • Sal 115,12-13.15-16bc.17-18
  • I Corintios (11,23-26)
  • Juan (13,1-15)

Tanto con el gesto del pan y la copa compartida (última cena en los evangelios sinópticos), como con este de lavar los pies a sus discípulos (evangelio de Juan), Jesús expresa el sentido de su vida y el alcance de su misión. Jesús ha vivido y vive por siempre para servir. Servir al Padre en su voluntad de entregarnos todo su amor; servir a la humanidad en su necesidad de recibir y desarrollar el amor que Dios nos ha tenido. Y la misión de Cristo, que se hizo siervo de todos, por el seguimiento y la fidelidad de los que le seguimos, a través del amor fraterno en el que hemos de emplearnos, es universal y permanente. Cristo permanece presente en la Eucaristía y en la caridad. 

La presencia real sacramental de Cristo es el contenido y la motivación de nuestra solidaridad y ternura para con los demás. Cuando ayudamos, escuchamos y atendemos, Cristo se hace presente, de manera real, pues el amor es su última identidad y su mayor continuidad. Eucaristía y amor fraternos deben ir tan unidos como creemos que van unidas la presencia de Cristo, de su cuerpo y de su sangre, en las especies eucarísticas. Si a la Eucaristía le quitamos el amor y el servicio, la vacíamos de la presencia de Cristo. Ojalá y que la conmemoración de la cena del Señor, con su expreso deseo de hacer de la entrega y el servicio, su última y complexiva lección, nos anime a los cristianos a servir como Él lo hizo; a amar, como Él nos amó; a entregarnos en cuerpo y alma a nuestros hermanos más necesitados de acompañamiento, como Él se nos da en la Eucaristía y en la fraternidad servicial.

MEDITACIÓN

DOMINGO DE RAMOS

 

LECTURAS

  • Lucas (19, 28-40)
  • Isaías (50,4-17)
  • Sal 21,2a.8-9.17-18a.19-20.23-24
  • Filipenses (2,6-11)
  • Lucas (22,14–23,56)

Antes de proclamar la pasión, con los ramos en las manos, escucharemos el evangelio de Lucas que narra la entrada de Jesús en Jerusalén. En los sinópticos, Jerusalén culmina el camino que trae Jesús con sus discípulos desde Galilea. Juan conoce en su evangelio varias visitas de Jesús a la ciudad santa, antes de la última, que será ocasión de la "glorificación" del Hijo. Para Lucas, este camino es algo más que un hilo narrativo, se trata de la esencia misma del cristianismo: caminar con Jesús. No en vano, así denomina Lucas a los cristianos en el libro de los Hechos, "pertenecer al camino". Pero, también es el camino figura de la propia misión de Jesús, caminar hacia su propio cumplimiento ("Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", citando el salmo 31,5), como expresión máxima de la misericordia de Dios ("Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"; y al buen ladrón: "hoy estarás conmigo en el paríso"). 

Los cuatro evangelios recogen la entrada de Jesús, sobre un pollino (idea mesiánica inspirada en Zac 9, 9-10) y recibido por la multitud. Lucas sigue a Marcos, pero le añade algunos detalles, como el de los comentarios críticos de los fariseos hacia la actitud entusiasta de los discípulos, que le da pie a Jesús para profetizar que nada -ni la cruz en ciernes- podá silenciar la trascendencia de lo que aquí se acerca ya a su culmen: "Si estos callaran, gritarían las piedras". Y nosotros nos sumamos también a esa algazara, para confirmar el significado de Jesús como Señor de la humildad y la fidelidad. Y lo hacemos, con la voluntad de seguir proclamándolo cuando, de manera sufriente y humillada, sea la pasión y no los vítores, la que lleve a su cota más elevada este camino que, asciende descendiendo, avanza muriendo, arriba a su meta abandonándose a Dios.

Aún con sus diferencias, las cuatro pasiones evangélicas se parecen mucho. El Viernes Santo se lee siempre la de Juan, y el Domingo de Ramos, una cada ciclo: Mateo en el ciclo A, Marcos en el B y en el C la de Lucas. 

Peculiaridades de la versión lucana son el reconocimiento mayor del papel de las mujeres (el detalle de las mujeres que le salen al encuentro en el camino al calvario es suyo), el buen ladrón que se apiada de Jesús, el ángel consolando a Jesús en Getsemaní, una mayor comprensión con los apóstoles… En fin, detalles que suavizan y ponen bálsamo en algunas aristas del relato para que prevalezca, una vez más, la mirada de misericordia. Prueba de esta intención es que ponga en boca de Jesús en la cruz una exclamación última de fe: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Salmo 30). 

Aparte de esto, la pasión de Jesús, con todo su dramatismo, además de un intento de explicar cómo pudo pasar aquello y por qué tuvo que pasar, gravita sobre el reconocimiento de una constante en la vida de Jesús que ha ido apareciendo por aquí y por allá: la responsable aceptación de los riesgos de una vida vivida a conciencia; en este caso, de una vida entregada a conciencia. Además de a la cruz de madera, Jesús tiene que enfrentarse a otras no menos dolorosas: el abandono de sus discípulos, la ruptura con la institución que ha mantenido la tradición y la fe de Israel, y la soledad espiritual, o noche del alma, al no encontrar —al menos en el modo más palpable que le acompañó durante su misión— a Dios en aquella acumulación de odio y dolor. Abandono, desarraigo, soledad mística. Todo converge en el silencio y la espera de la tumba.

HOJA DOMINICAL


HORARIOS DE SEMANA SANTA


10 de abril, DOMINGO DE RAMOS. 

  • Misa con bendición de los ramos: 11:30; 12:30 y 19:30
14 de abril, JUEVES SANTO. 

  • Misa se la Cena del Señor: 19h.
  • Hora Santa: 22h.
15 de abril, VIERNES SANTO

  • Vía Crucis: 11h.
  • Oficios de la Pasión del Señor: 19:30
16 de abril, SÁBADO DE GLORIA

  • Vigilia Pascual: 23h.
17 de abril, DOMINGO DE PASCUA

  • Misas 11:30; 12:30 y 19:30

DOMINGO 28 DE ABRIL: DOMINGO DE RAMOS


En la "Traición de Judas" del Giotto, las turbas que van detener a Jesús, palos en alto, dejando en nada la oposiciónd ePedro que pugna por evitarlo, concentra toda la tensión en la mirada de Jesús al que lo entrega y en el abrazo con el que este lo quiere envolver. en las caras hay no poca violencia, pero todo apunta, a que son los dos protagonistas del centro de la escena los que resuelven toda esa fuerza en un mismo gesto que los separará y decidirá el destino de ambos. La Semana Santa nos da mucho que pensar sobre qué vamos a hacer ante tantos dilemas éticos que exigen una toma de postura. mientras nos decidimos, los palos siguen en alto y el abrazo traidor no acaba nunca.

EL DOMINGO DE RAMOS NO HABRÁ MISA A LAS 12:30, EL HORARIO QUEDA ASÍ: 11h. 12h. y 19:30

LECTURAS

Entrada con los ramos:
  • Mc 11, 1-10. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Misa:
  • Is 50, 4-7. No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado.
  • Sal 21. R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
  • Flp 2, 6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
  • Mc 14, 1 — 15, 47. Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Además del evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén, en esta celebración se proclama también la pasión según san Marcos. Como en el resto de su evangelio, el primer evangelista (el más antiguo) va al grano. Con estilo más narrativo que discursivo, muestra los hechos fundamentales con desnudez de adornos y reflexiones teológicas. No añade su intepretación de lo que está pasando, salvo a través de un personaje que, también al estilo de Marcos, es un extraño, un desconocido: El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios» (Mc 15, 39). Por lo demás, se consuma el  progresivo declive de los apóstoles con el abandono de su señor en el momento decisivo. Pero permanecen, si bien mirando de lejos al crucificado, unas cuantas discípulas que le habían acompañado desde Galilea. En el escenario judío del interrogatorio ante los sumos sacerdotes, queda patente la motivación religiosa de su rechazo de Jesús: ha blasfemado, demasiadas confianzas con Dios. Y tanto, las mismas que nos invita a tener con el Dios al que llama Padre, para que nosotros descubramos su amor y misericordia. Con Pilato, en el tribunal romano, la acusación será política, falsa pero creíble por un poder que se siente siempre amenazado: se ha declarado rey, va contra el emperador. De todas maneras, esta segunda acusación es cierta en un aspecto, el que en el Reinado de Dios no pone nada por encima de sus valeres: la verdad, la justicia, la fraternidad. Jesús no quería proclamarse rey pero sí que nos invitaba a recuperar nuestro señorío sobre cualquier poder que se oponga a nuestra libertad de hijos de Dios. 
Además de la carga emocional que tiene la meditación de la pasión, hemos de ir más allá o más al fondo de los sentimientos compasivos y solidarios con el sufrimiento de Jesús. Tenemos que intentar ver el itinerario misionero, evangelizador que ha traído al maestro de Galilea hasta aquí. Para confesar, por encima del aparente fracaso de Jesús que "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios" tendremos que comprender y hacer nuetras sus motivaciones, su programa de vida y su fidelidad a la misión que el Padre le encomendó. Si queremos contemplar con frutos la pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos, tendremos que callar hasta que en el silencio que se hizo cuando Jesús expiró escuchemos de nuevo la voz del Padre: "Este es mi hijo amado, escuchadlo".

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: COLGADO DEL MADERO

HOJA DOMINICAL DIOCESANA