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DOMINGO 28 DE MAYO: PENTECOSTÉS


El Espíritu sopla donde quiere, libre como el viento y la vida, como las aves del cielo y las fuerzas incontrolables de la naturaleza. La Semana Laudato Si', en conmemoración de la encíclica del mismo nombre del papa Francisco, nos invita a reflexionar sobre el compromiso cristiano con la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Con este motivo, Justicia y Paz organiza el domingo 28 a las 18h. en la parroquia de Santo Domingo la proyección de la película "La Carta" y un diálogo sobre este signo de los tiempos que es el compromiso ecológico.

LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles (2,1-11)
  • Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34
  • Corintios (12,3b-7.12-13)
  • Juan (20,19-23)

El Espíritu Santo había estado presente en toda la vida y misión de Jesús, en su conexión directa con el Padre y su proyecto de salvación. En forma de oración, como mirada sobre las personas y la realidad que le rodeaba, como fuerza curativa, autoridad profética... el Espíritu Santo estaba con Jesús, habitaba en Cristo y, por eso, lo podía comunicar, lo podía transmitir. Y el Espíritu que Cristo confiere a sus discípulos es el mismo que el propio Jesús ha hecho suyo y por el que se ha guiado hasta morir en la cruz y resucitar a una nueva vida. El Espíritu de Cristo es el del crucificado y el del resucitado, el del mensajero de la Buena Nueva y el del Buen Pastor que llama y acompaña a los suyos. Por eso, el Espíritu Santo que recibimos como Iglesia es, antes que nada, conexión directa con la vida y misión de Cristo; e implicación no menos directa y activa en la evangelización. Pentecostés es la fiesta del envío, la misión y la comunión de los que llevamos, sinodalmente, entre manos las duras tareas del Evangelio.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 21 DE MAYO: ASCENSIÓN DEL SEÑOR

 
El Movimiento Laudato Si', comprometido con la difusión, sensibilización y acción ecológica propuesas por el papa Francisco en su encíclica Laudato Si', celebra el VIII aniversario de esta importante reflexión sobre el cuidado de la casa común, proponiéndonos una semana de concienciación. Con este motivo se sugiere que en las comunidades cristianas veamos y dialoguemos sobre la película "La Carta". Justicia y Paz de Albacete nos anima a secundar esta iniciativa. Nuestra parroquia organiza una proyección y diálogo posterior el domingo 28 de mayo a las 18h. 

  • Hechos de los apóstoles (1,1-11)
  • Sal 46,2-3.6-7.8-9
  • Efesios (1,17-23)
  • Mateo (28,16-20)

LECTURAS

Los Evangelios de Lucas y Marcos sitúan la escena de la Ascensión en las inmediaciones de Jerusalén. Mateo, sin embargo, habla de Galilea. En cualquier caso, la incorporación plena y definitiva de Jesús a la realidad eterna de Dios, la "subida" al cielo, está enmarcada en un contexto de envío, de misión. El encargo de predicar la Buena Nueva y la promesa del recurso fundamental para hacerlo, el Espíritu Santo, dotan de contenido eclesial, sacramental y pastoral la verdad última de la Ascensión. Por eso, Mateo termina con la misma promesa que el Jesús de Juan repite una y otra vez: yo estoy siempre con vosotros. Porque la misión de la Iglesia, el testimonio de cada cristiano, la vida sacramental y la predicación del Reino de Dios, brotan de esta íntima comunión de Cristo con cada uno de sus discípulos. Lo cual vale lo mismo que decir que Jesús asciende a Dios habitando en el corazón de cada creyente y que el cielo al que pertenece ya para siermpre Cristo, es el mismo que tocamos y compartimos cuando, en su nombre, lo anunciamos y testimoniamos. 

Como parte de esta misión que nos hace portadores del cielo al que pertenece Jesús, el papa Francisco nos animó en su encíclica Laudato Si' a unirnos todas las personas y movmientos que defienden la Creación. Hoy el cuidado de la casa común forma parte de la misma acción evangelizadora por la que el cielo desciende a la tierra en forma de fraternidad y paz, también con la Tierra y sus criaturas.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 3 DE OCTUBRE: XXVII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

Dentro del Tiempo de la Creación que el movimiento Laudato Si' propoone para la concienciación ecológica de las comunidades cristianas es oportuno revisar desde la fe, con mirada creyente, nuestra responsabilidad para con la Creación, para ello, bien puede servirnos este "Examen de la Tierra", en el que de forma orante nos adentramos con gratitud y compromiso en la relación con el Creador a través de su Creación.

LECTURAS

  • Génesis (2,18-24)
  • Sal 127,1-2.3.4-5.6
  • Hebreos (2,9-11)
  • Marcos (10,2-16) 

Como buen profeta escatológico, es decir, como hombre arraigado en la voluntad de Dios que mira hacia el futuro que Dios soñó para sus hijos e hijas, Jesús nos propone una moral de máximos. Pero no debemos confundir este horizonte de plenitud hacia el que Jesús nos invita a caminar, aspirando a ser y dar lo mejor de nosotros mismos, con un código. De hecho, en su predicación, el maestro de vida que es el hijo de María y de José, cuestiona las normas en su literalidad y predica la necesidad de volver al Espíritu de la ley de Dios. Los relatos del Génesis no pertenecían a un manual de ciencias naturales, sino que expresaban el sentido de la Creación, la meta de la humanidad cuando confía en Dios y apuesta por su proyecto de plenitud. Más que una serie de mandatos o prohibiciones, nos encontramos ante un ideal de vida, de relaciones y de valores. Si no lo leemos así, más allá de las discrepancias con la historia pasada y con la cultura actual, traicionaremos el sentido profundo de la Palabra de Dios, que mira hacia un futuro de plena realización del hombre y la mujer creados a imagen y semejanza de Dios. Pero, tal vez todo esto, solo se entiende si, como los niños, sabemos que necesitamos de los que nos quieren y confiamos en lo que ellos quieren para nosotros, en lo que Dios Padre quiere para todos.

Por esta finalidad de plenitud, que Jesús y el Génesis leen en la inteción mismo de la Creación, merece la pena también que retomemos nuestro verdadero lugar en la naturaleza. El respeto al medioambiente, los cambios de hábitos que permitan la sostenibilidad y la apuesta por políticas que no sacrifican la vida por el interés económico a corto plazo, son otras tantas formas de volver a insertarnos como parte de la Creación, como creaturas y no como diosecillos que creen en la autosuficiencia de su poder y sus necesidades. Y es que la relación con la Creación abarca el matrimonio, la familia y la vida toda, incluida la del conjunto del planeta y todos sus ecosistemas.

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


COMENTARIO EVANGÉLICO DE JOSÉ ANTONIO PAGOLA: LAS SEPARACIONES EMPIEZAN EN EL DÍA A DÍA

DOMINGO 19 DE SEPTIEMBRE: XXV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

Dentro del Tiempo de la Creación que el movimiento Laudato Si' propoone para la concienciación ecológica de las comunidades cristianas es oportuno revisar desde la fe, con mirada creyente, nuestra responsabilidad para con la Creación, para ello, bien puede servirnos este "Examen de la Tierra", en el que de forma orante nos adentramos con gratitud y compromiso en la relación con el Creador a través de su Creación.

LECTURAS

  • Sabiduría (2,12.17-20)
  • Sal 53,3-4.5.6 y 8
  • Santiago (3,16–4,3)
  • Marcos (9,30-37)
El segundo anuncio de la pasión que nos comunica el evangelio de Marcos ahonda en el sentido, en el significado que tiene la cruz para Jesús: servicio, humildad y fraternidad. Tres actitudes que responden directamente contra la situación social, política y religiosa de entonces y de ahora: explotación, soberbia y egoísmo. De modo que la cruz está relacionada con una alternativa a un modo de organizar y vivir las relaciones entre las personas que genera muerte sin vida, mientras que la muerte del que se empequeñece para servir y se entrega por amor, para fortalecer los lazos que nos une, es una muerte que da vida, que genera vida, aquí y después de la muerte que parece definitiva pero no lo es en los planes de Dios.
Estas tres actitudes, servicio, humildad y fraternidad, son también necesarias para acometer como Pueblo de Dios el compromiso en favor de la Creación. Es necesaria la vocación de servir para actuar en favor de todos. Sin humildad no reconoceremos que somos criaturas y no dioses que puedan explotar la naturaleza sin límites, ni sabremos valorar y apoyar lo que ya están haciendo otros en favor de la sostenibilidad mediambiental. Y es la fraternidad la que nos une en este empeño común de pensar no solo en nuestro bienestar sino también en el de toda la humanidad, incluidas las generaciones que nos sucederán. Luego, también el compromiso ecológico está precisado de la sabiduría de la cruz que Cristo explica con su propio ejemplo.

COMENTARIO DE JOSÉ ANTONIO PAGOLA: LOS GRANDES SON LOS QUE SABEN PONER SU VIDA A DISPOSICIÓN DE LOS OTROS



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DOMINGO 12 DE SEPTIEMBRE: XXIV DE TIEMPO ORDINARIO

 

En apoyo a al reclamo del Papa en Laudato Si', el movimiento del mismo nombre, Laudato Si' Movement, convoca este Tiempo de la Creación. Del 2 de septiembre al 4 de octubre se nos invita a orar, concienciarnos y actuar contra el calentamiento global. El lema de esta iniciativa es "¿Una casa para todos? Renovando el oikos de Dios" y suma múltiples propuestas y sugerencias que bien merecen nuestro interés y compromiso.

LECTURAS

  • Isaías (50,5-9a)
  • Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
  • Santiago (2,14-18)
  • Marcos (8,27-35)

Como un cordillera que separa dos vertientes,  la crisis de Cesarea de Filipo divide el Evangelio de Marcos en dos partes, la primera en Galilea y la segunda de camino hacia Jerusalén. Tras el momento de la predicación entre los propios y con cierto éxito, no exento de rechazos e incomprensión, el viaje a Jerusalén está presidido por la cruz en la que desembocará la vida de Jesús de Nazaret. Y aquí, en el quicio de este díptico, tras la confesión arrebatada de Pedro, se anuncia la cruz, no como una maldición inesperada, sino como la parte integrante de todo compromiso sincero que esté dispuesto a arriesgar y sacrificarse por llegar a su fin.

Más allá de las cruces acarreadas por nuestra condición contigente (la enfermedad, las contrariedades de la vida, la muerte) están las cruces provocadas por el pecado: la injusticia, la violencia, la explotación desmedida y destructora de la naturaleza. Contra estas lacras que nos ocasionan el egoísmo y la avaricia, hay que enfrentar el compromiso, la actitud decidida de no permanecer indiferentes y actuar, porque como dice Santiago, la fe sin obras es fe muerta, los ideales sin decisiones que los acerquen, son palabras huecas. 

También en la tarea sugerida por la fe en Dios creador, de salvaguardar la casa común, son necesarias las acciones. Y aunque comporten la cruz de ciertas incomodidades ocasionadas por el imprescindible "decrecimiento", la prudente limitación de nuestro consumo y gasto energético, los compromisos ecológicos, basados en la espiritualidad de la gratitud y corresponsabilidad hacia la Creación, son más necesarios que nunca. Como ocurriera en Galilea, también en este cometido del cuidado de la casa común se impone cierta "negación" de comodidades y excesos para lograr una paz con la naturaleza y una reencuentro con nuestra condición de criaturas de Dios.

COMENTARIO DE J. PAGOLA: JESÚS SIGUE SIENDO UN DESCONOCIDO, MIENTRAS TANTO... ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO SUS SEGUIDORES?


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