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DOMINGO 27 DE AGOSTO: XXI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)


El poder de las llaves, la potestas clavium que Jesús otorga a Pedro en su condición de discípulo y por el solo mérito de su confesión de fe, es una capacidad que solo si se ejercita supone algún "poder", la capacidad de perdonar. Son llaves para abrir, no para cerrar y dar con las puertas a las narices. Resuena aquí el "todos, todos, todos" que pronunció el papa en la reciente JMJ de Lisboa, en relación a una Iglesia de puertas abiertas, o "sin puertas". La confesión de Pedro, que Mateo emplea para utilizar por primera vez y última en todos los evangelios la palabra "Iglesia", supone un mensaje no referido exclusivamente a él o a los sucesores en la silla de Pedro, los papas, independientemente del papel indiscutible y indispensable que a ellos les corresponde como signo de continuidad, comunión y misión. Se trata de una promesa para todos los que confesemos que Jesús es "el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Todos los miembros de la Iglesia debemos sostener, soportar y participar en la edificación de la comunidad y en el desarrollo de su tarea en la historia: comunicar que Jesús es el Hijo de Dios y en sus palabras hay vida eterna.

LECTURAS

  • Isaías (22,19-23)
  • Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc
  • Romanos (11,33-36)
  • Mateo (16,13-20)

Este es el único pasaje de los cuatro evangelios en el que aparece la palabra griega "eklesía", que pasará al latín como "ecclesia" y de ahí a la española "iglesia", o "esglesia" en catalán, "chiesa" en italiano, "église" en francés, o "igreja" en portugués. Dígase en la lengua que se diga, Iglesia quiere decir comunidad de fe y caridad, de fe en Jesucristo, de caridad fraterna tal cual nos la recomendara nuestro Señor. Su razón de ser, pues, es confesar que en Jesús de Nazaret nos hemos encontrado con Dios. Pero, como le ocurriera a los discípulos, incluido el propio Pedro, esta confesión no resulta fácil, cómoda, pues supone seguir a Jesús a dónde él va (hacia la cruz) y como el marcha (libre de ataduras para servir y amar a todos). Y esta es la única "potestas clavium", el único "poder de las llaves" para atar y desatar, la disponibilidad para amar y perdonar, la fe que nos conduce, en comunidad siempre, por los caminos del servicio y la caridad, hacia la meta de la fraternidad universal. Si nos preguntaran, que todavía lo hacen, quién es Jesús; si nos preguntamos por la verdadera identidad y significado de Jesucristo, sólo con la fe que es vida en Cristo, ejercicio de amor y entrega, podremos dar razón de Él, y sólo así, podremos edificar y hacer habitable la Iglesia.


LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 20 DE AGOSTO: XX DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
De Strebe - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=16115242
La proyección cartográfica de Gall - Peters muestra los continentes con una proporción más ajustada a sus dimensiones reales y al poner el centro en el ecuador, supera la visión eurocéntrica. Difícil tarea esta del descentramiento, de la visión más igualitaria y respetuosa del otro, ya sea una persona, un pueblo, una cultura, una religión. Pero si la llevamos cabo, la tarea de no situarnos en el centro, la experiencia de amplitud de horizontes y ensanchamiento de perspectivas se traducirá en un avance de la fraternidad. Jesús trabajó para lograr este avance y, para ello, empezó por superar su propio exclusivismo judío.

LECTURAS

  • Isaías (56,1.6-7)
  • Sal 66,2-3.5.6.8
  • Romanos (11,13-15.29-32)
  • Mateo (15,21-28)
Este texto de Mateo tiene su origen en Mc 7, 24-30. Curiosamente, Lucas, que como Mateo sigue el evangelio de Marcos, lo omite. Nos extraña que este milagro no haya sido recogido por Lucas, siendo tan amigo de milagros donde prima la misericordia, amén de su predisposición a favor de la mujer. Puede que sea por la dificultad que supone la primera respuesta de Jesús a la petición de la mujer no judía. La tradición sinóptica (Marcos, Mateo y Lucas) comparte 10 milagros; Mateo y Marcos tienen 6 milagros comunes sólo a los dos evangelios, y entre estos se halla el de la curación de la hija de la sirofenicia, o la mujer cananea que dice Mateo, tal vez en referencia a la presencia de mujeres cananeas en su genealogía de Jesús (Mt 1,5: Rajab y Rut). 
Cuestiones técnicas aparte, que tienen su debida importancia, estamos ante un pasaje poderoso. Porque descuella el poder de la fe que la mujer muestra en Jesús, el cual muestra no menos poder, el del cambio de opinión, el poder de la capacidad para ampliar la propia visión y modificar su misión evangelizadora, destinada en principio a los hijos de Israel. Esto puede explicar en parte que Mateo recogiera este milagro, pues él también anda muy interesado en mostrar la universalidad del Evangelio de Jesucristo, sin menoscabar para nada la oferta del mismo para los judíos. Poder de la fe que nos invita a ver su incidencia incluso para mover las lindes de la misma fe, para creer de manera flexible, abierta e inclusiva. Una auténtica dosis de fraternidad contra la intolerancia, una vacuna muy oportuna en tiempos de "polarización", de "sectarismo", tanto en la sociedad como en la Iglesia. Pero, una vacuna más necesaria si cabe, cuando por la indiferencia o el egoísmo, por cuestiones políticas y con la complicidad de una vergonzante aceptación social, mueren en el mar tantos inmigrantes y tantos inmigrantes se ven en la obligación de salir de su tierra. Consecuencias y causas que tienen en común haber perdido la conciencia de la profunda vinculación que nos une con el otro y su destino. Como Jesús, la fe debe llevarnos a mover las fronteras de nuestras comodidades y miedos para incluirnos en el terreno común de la fraternidad. 

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 13 DE AGOSTO: XIX DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

Diríase que esta barca llegó ya a dónde iba, que no le quedan más singladuras. Pero, en el mundo de los astilleros, pequeños o grandes, con tesón y buenos materiales se puede reflotar lo que parecía perdido... y, además, se pueden botar nuevas embarcaciones, que lo que cuenta es continuar la brega, reanudar las rutas, mantener abiertas las líneas marítimas. La vieja barca de la Iglesia necesita algo más que una mano de chapa y pintura. Y aún así, mientras haya pesca y pasajeros, servicios que prestar, todas las reformas serán llevaderas, todos los cambios serán bienvenidos. Lo que no podemos hacer es quedarnos en el lamento, en la contemplación nostálgica de la barca varada en la orilla, hay que ponerse manos a la obra. El papa Francisco está en ello, y con él tantas personas e instituciones eclesiales que le brindan a la Iglesia una nueva oportunidad de echarse a la mar, de cumplir con su cometido.

LECTURAS

  • Reyes (19,9a.11-13a)
  • Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
  • Romanos (9,1-5)
  • Mateo (14,22-33)

Sin triunfalismo, sin caer en la idolatría de la confianza en los números (ya se sabe lo celoso que era el Dios de Israel de que su pueblo andara haciendo estadísticas), la reciente Jornada Mundial de la Juventud nos dice que todo no está perdido, que, con todas las prevenciones y la humildad que requieren el realismo, todavía tiene la Iglesia cobertura y continuidad. Y, sin embargo, hay crisis, y no pequeña. La tormenta es de aúpa y no sólo por las gráficas  descendentes en materia de práctica religiosa, población creyente, credibilidad social. Se trata también de problemas de fondo, como el de la gestión de la inmensa diversidad que conforma el catolicismo actual, o el reto permanente que supone leer de forma significativa y relevante el Evangelio en un mundo social y cultural que cambia por instantes. Ante estas graves interpelaciones del presente al cristianismo, la imagen de la barca en medio de la tormenta siempre ha resultado sumamente descriptiva. 

Y, sin embargo, junto a los rasgos familiares de la crisis, en el relato de la tempestad calmada prevalecen la confianza y la esperanza. Porque, si es cierto que hay motivos para gritar de miedo, para decir con Pedro "Señor, sálvame"; no menos cierto es que tenemos a quien pedir ayuda, el que se acerca en medio del oleaje, con su palabra y gesto de ánimo, el Señor que anda sobre las aguas. Pero, es que, además, tenemos poderosas pistas para salir de este atolladero, nos las brindan las mismas razones de la ausencia inicial de Jesús cuando la barca estaba ya lejos de tierra y era sacudida por las olas y el viento contrario. ¿Dónde estaba entonces Jesús?, ¿qué le había retenido en tierra?: despedir a la gente y orar. Esas son las claves salvadoras de todas las crisis de la Iglesia, atender lo mejor que esté en nuestras manos a las gentes y orar sin desmayo, con la firmeza y la clarividencia del que en la oración está con Dios y siente que Dios está con él, como lo está, ahora sí, Jesús con sus discípulos, sacando del abismo a Pedro, llevándonos a todos con Él al buen puerto de las faenas del Reino que dan sentido a la barca y a la tripulación.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 6 DE AGOSTO: LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

En una sola gota de agua está toda la fuerza vivificadora, todo el potencial renovador de ese elemento esencial. Así, la Transfiguración, como una gota de agua, porta y manifiesta toda la entrega, la fidelidad y la fecundidad de la vida y la misión de Jesucristo, nuestro Señor.

LECTURAS

  • Daniel (7,9-10.13-14)
  • Sal 96
  • II Pedro (1,16-19)
  • Mateo (17,1-9)

Nuestra fe no se basa en fábulas fantásticas, sino en el testimonio de la grandeza de una vida entrega a Dios y, por eso mismo, volcada en procurar el bienestar, la paz y la plena realización del ser humano. Eso es lo que se tranfigura en el monte para que los discípulos de entonces, como los de ahora, no busquemos espectáculos de magia, ni derroches de poder, no fascinaciones momentáneas, sino que podamos reconocer en la vida de Jesús, en su predicación del evangelio y sus gestos de compasión la verdadera naturaleza de nuestro Dios: el amor que se da para que todos podamos vivir de verdad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

"HAY PRISA EN EL AIRE". HIMNO DE LA JMJ, LISBOA 2023



DOMINGO 30 DE JULIO: XVII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
Para el náufrago en la isla desierta, tras una penosa singladura, amenazado de muerte por el hambre y la sed, los cocos son tesoros de frescura, alimento y agua, pero encerrados en su duro cofre de madera, duros de pelar. Así los tesoros del Reino, tanto más prometedores, cuanto más arduos de encontrar y saborear. Como ocurre en todas las parábolas, en estas del tesoro escondido y la perla, la red barredera y el cofre del escriba, siempre hay una parte de don, de gracia y regalo; y dos tazas de esfuerzo personal, constancia espiritual y empeño por la coherencia y la integridad de vida. No hay comparación, como dijera san Pablo del pecado y la gracia, entre las dificultades y el don prometido, por eso, merece la pena esforzarse con denuedo en la posesión y disfrute del bien más preciado.

LECTURAS

Tesoros y perlas, copiosas capturas y sabiduría acendrada, vieja y nueva, así es el Reino, una prometedora cosecha abundante de vida y fecundidad. No se trata de un premio de consolación (librarnos de la condenación), sino de un pleno de las máximas aspiraciones, de la fortuna incomparable de haber vivido la vida del único modo que merece la pena, con el riesgo a la altura de la suma felicidad. Pero, siempre hay un pero, todas esas prendas de realización y cumplimiento cabal, requieren de nosotros no cejar en la búsqueda, no menguar en la generosidad y gratuidad de nuestro compromiso y ser tan constantes como lo es la oferta por parte del Padre de asociarnos a su eternidad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA


COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 23 DE JULIO: XVI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)


Fecundidad al viento, riqueza de fruto madurada en lo profundo de la tierra, pero que, al crecer se hace ligera, dúctil y adaptable. Lo contrario es la esterilidad de la rigidez, el aislamiento de lo que es duro e intransigente. Nuestro Dios nos enseña a través de Jesús la sabiduría de la flexibilidad y la paciencia, la santidad de la indulgencia y la comprensión.

LECTURAS

  • Sab 12, 13. 16-19
  • Salmo 85
  • Rom 8, 26-27
  • Mt 13, 24-43
Como parte de la gratuidad y la transformación que subyacen a la enseñanza de todas las parábolas, estas del trigo y la cizaña, del grano de mostaza y la levadura, nos invitan a meditar el sentido profundo de las consecuencias prácticas que pueden tener para nosotros, para nuestro comportamiento ético y el trabajo de nuestra espiritualidad, los rasgos comunes de las parábolas. Todo está en juego, sí; todo es susceptible de echarse a perder, de que el don no sea aprovechado, las cualidades se corrompan por no compartirlas. Pero, antes de llegar a ese extremo, está la riqueza que supone recibir gratuitamente la vida y la fe como regalos de Dios y la continua ayuda del Evangelio, como alimento y medicina, para que seamos personas agradecidas, capaces de cambiar y aprender, que valoran lo sencillo y están abiertas a irradiar con el testimonio de su vida esta inmensa oportunidad para dar fruto en abundancia y ser fermento de una humanidad que evoluciona a su mejor versión, la que Jesús encarna con su vida y la que Él nos facilita con su magisterio.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 15 DE JULIO: XV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

Virgen del Carmen, Lietor (atribuida a Salzillo, s. XVIII)

Dulce, con la serenidad que da saber de quién se ha fiado. Pero no exenta de firmeza, de soberanía y estabilidad, las propias de quien pertenece al proyecto divino de salvación. La Virgen del Carmen, stella maris, acompaña a todos los peregrinos de la vida, por tierra, mar y aire, para que lleguen al puerto seguro de su hijo bendito. El niño preciado con el que nos bendice será el hombre granado en caminos surcados y pescas milagrosas. Y la que ahora es patrona de marineros y pescadores, nos ofrece la semilla que será fruto granado cuando nos predique con parábolas y la coherencia de su vida la fecundidad del Reino de Dios. Por eso, a ella nos encomendamos y en las manos de su oración perenne dejamos el recuerdo agradecido de los que nos y ahora son ya cosecha abundante de aquella semilla.

LECTURAS

  • Isaías (55,10-11)
  • Sal 64,10.11.12-13.14
  • Romanos (8,18-23)
  • Mateo (13,1-23)

Las parábolas de Jesús son en su mismo formato narrativo e intrigante, un signo de que el Reino de Dios, para dar fruto, necesita ser escuchado e interiorizado por la interpretación personal y la proclamación comunitaria. Y esta parábola de las parábolas que es la del sembrador, reún todas las claves interpretativas de todas las parábolas: el origen de todo es la gracia de Dios, pero el trabajo humano de acogida de la Palabra es imprescindible para que la gracia cunda al cien por cien; la fe lo es en una realidad en movimiento que genera más movimiento, que transforma y evoluciona al que la tiene; la diversidad humana es materia prima que hemos de atender y respetar, pero no sin pretender cada uno superarse y mejorar; el fruto es futuro, porque la siembra es constante y el tiempo no da medida suficiente para lograr todo lo que potencialmente estamos llamados a dar. Son líneas que recorrerán todas la parábolas y que en esta se nos ofrecen con la concisión y la pluralidad de sentidos que solo un profeta experimentado en humanidad podía pronunciar. Escuchémosle con los oídos del corazón y acojamos su propuesta con la tierra fecunda de la opción decidida por la verdad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 9 DE JULIO: XIV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
Lo que tienen de refrescantes y beneficiosos los oasis, lo tienen también de escondidos, difíciles de encontrar y árduos de llegar a ellos. Y así, el remanso de paz y el refugio de profunda seguridad que nos brinda Jesús, el Señor, también supone la seria exigencia de buscarlo, merecerlo y saber aceptarlo. Por eso, aunque suave y llevadero, el Reino de Dios también tiene una parte de yugo y de carga, de reto y de sueperación. Al final, como ocurre con los grandes amores, el ascenso a las cumbres y el descubrimiento de un oasis en lo más recóndito del desierto, bien merece la pena todos los esfuerzos.

LECTURAS

  • Zacarías (9,9-10)
  • Sal 144,1-2.8-9.10-11.13cd-14
  • Romanos (8,9.11-13)
  • Mateo (11,25-30)

Hay en la oración de Jesús, junto a la alabanza a Dios y la gratitud por su bondad, una secreta sabiduría que, según designio del Padre, está al alcance de todos..., de todos los que se hacen sencillos y prescinden de superficiales, falsas y alambicadas apariencias. Una sabiduría que descansa, alivia y restaura. Pero que también supone esfuerzo, compromiso y sacrificio. Una sabiduría que logra una felicidad no exenta de humana compasión, aunque por ella sea preciso también sufrir con y por los otros. Es la sabiduría que no se aísla en el espejismo de una felicidad egoista, tan falsa como incierta. 

Señor Jesús, cuantas pesadas cargas necesitamos compartir contigo para que tú nos alivies, aunque también nos invites a sebrellevar las de nuestros hermanos. Cansados y agobiados, venimos a ti; nos atrevemos a aceptar tu invitación y echarnos a cuetas el yugo de la fraterna solidaridad. A cambio, en tus hombros de buen pastor, déjanos descansar estos dolores que, propios y ajenos, llevamos a duras penas. ¡Algunas ventajas debía tener esto de creer en ti!

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 2 DE JULIO: XIII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

¡Sí, cada vez más vivo
–más profundo y más alto–,
más enredadas las raíces
y más sueltas las alas!
¡Libertad de lo bien arraigado!
¡Seguridad de infinito vuelo!

(Juan Ramón Jiménez)

LECTURAS

  • II Reyes (4,8-11.14-16a)
  • Sal 88,2-3.16-17.18-19
  • Romanos (6,3-4.8-11)
  • Mateo (10,37-42)

Radicalidad, que viene de raíces. Radicalidad de quien se sabe libre, sin ataduras para amar. Radicalidad en la generosidad del que ama sin componendas ni intereses. Radicalidad del que no tiene miedo porque se sabe enviado y acompañado por el que venció todos los miedos. Radicalidas de las empresas, los proyectos y objetivos que siempre tienen éxito porque no se miden por sus resultados sino por su finalidad y su intención: ayudar, servir, entregarse. Así de radical es la propuesta que nos hace Jesús, por eson no deben dolernos prendas si para seguirle tenemos que soltar amarras, cobrar confianza en nosotros mismos y apoyarnos totalmente en el que nos ha llamado y camina delante. Pequeño rebaño, no temas, por arriesgados que sean los aprendizajes y la transformación personal que requiere esta radicalidad, nuestras raíces nos unen al que ya la vivió sin ambajes y nos avala con su propia vida ya imperecedera.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 25 DE JUNIO: XII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

No se trata de infundir miedo, pero sí de poner las cosas en su sitio y manifestar con claridad lo que nos jugamos. No tememos al infierno, pues nos mueve el amor y la entrega de Cristo, no el pánico. Pero, tampoco queremos traicionar y desperdiciar esa confianza. Cristo, más allá de las imágenes dulzonas que le roban el realismo de su vida amenazada y la seriedad con la que afronta todas las amenazas, debemos recuprerar al Jesús decidido y consecuente que, con la misma exigencia con la que se plantea su misión, espera de nosotros que toememos una determinación y vivamos de verdad su Evangelio de amor entregado y liberación de todas las esclavitudes, anulaciones y vacíos.

LECTURAS

  • Jeremías (20,10-13)
  • Sal 68,8-10.14.17.33-35
  • Romanos (5,12-15)
  • Mateo (10,26-33)

Miedo, secretismos, pusilanimidad, cálculo de riesgos... o: confianza, coraje, libertad, esperanza. El Evangelio de Jesús nos pone en la disyuntiva de vivir como si no creyéramos que el Reino de Dios es una realidad, que el Espíritu nos guía o dejarnos llevar por la fuerza y el empuje de quienes se saben en manos de Dios y trabajando en su proyecto de vida para todos, de vida en plenitud. La fe en el Dios de Jesucristo tiene muchos más recursos y potencialidades de las que estamos desarrollando y aprovechando. Conviene explorar esos resortes espirituales y psicológicos de la fe, otear el horizonte al que nos abre el Evangelio, apoyarnos firmemente en la red de la comunidad y sus testimonios, para no pasar por la vida de puntillas y reducir nuestro seguimiento de Cristo a un sentimiento de pertenencia, grato y fiel, pero sin consecuencias.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 18 DE JUNIO: XI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

La predicación del Evangelio nace en Jesús ante la necesidad de acompañamiento, acogida y encuentro de tantas personas que se sienten solas, desorientadas y aspiran a crecer y dar lo mejor de sí mismas. De este sentimiento de cercanía hacia el otro y con la voluntad de hacerle llegar el amor de Dios nace también la llamada de los apóstole por parte del Maestro y Pastor, que les invita a compartir su misión. Nuestra fe y nuestra vivencia eclesial tienen ahí su fuente y su manantial de permanente renovación.

COMUNICADO ANTE EL NAUFRAGIO DE MIGRANTES EN GRECIA

LECTURAS

  • Lectura del libro del Éxodo (19,2-6a)
  • Sal 99,2.3.5
  • Romanos (5,6-11)
  • Mateo (9,36–10,8)

Jesús no sale a predicar el Evangelio por una ocurrencia proveniente de su exclusiva voluntad. Es la voluntad del Padre la que lo envía, como es a Dios y su reinado lo que anuncia. Pero, también responden la vocación y misión de Jesús a las necesidades de los hombres sus hermanos. Si Jesús ha escuchado en el silencio del desierto la llamada de Dios, también ha visto en los rostros de tantas personas hambrientas de aceptación, comprensión y estímulo su necesidad y su soledad. La atención de Jesús a la realidad que le rodea, su receptividad compasiva hacia el dolor y las búsquedas de la humanidad de todos los tiempos, forman parte de esa vocación evangelizadora y esa misión que compartirá con sus discípulos. No se puede ser cristiano y participar en las tareas del Reino de Dios sin percibir los sentimientos y las situaciones en las que lo humano zozobra y el bien que nos habita parece eclipsarse. Hay en la vida de Jesús y su anuncio del Evangelio una perentoria intención de responder a las necesidades e interrogantes de sus hermanos. Y, por eso, el sentido de la Iglesia está irremediablemente vinculado al proyecto curativo, salvífico y humanizador del que nos llamó para seguirle.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 4 DE JUNIO: SANTÍSIMA TRINIDAD. JORNADA "PRO ORANTIBUS"

El dia de la Santísima Trinidad la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus, por las personas y comunidades contemplativas. Tal vez sea porque la fuente última de la espiritualidad cristiana es la relación amorosa que Dios mismo es y a la que nos convoca a través de la fe y la oración. La espiritualidad es cristiana cuando nace de un encuentro, se vive en la afectividad de las relaciones con los otros y, en ellos, con Dios. Es una espiritualidad relacional, intersubjetiva, dialogante y convivencial. Las comunidades contemplativas (en nuestra diócesis son las carmelitas descalzas de Albacete; las carmelitas de la Antigua Observancia de Caudete; las Clarisas de Hellín y Villarrobledo; las Cistercienses de Villarrobledo y las Franciscanas de Alcaraz) aportan al conjunto de la Iglesia su oración por todos y su testimonio de la importancia de que todos oremos más y mejor.

LECTURAS

  • Ex 34, 4b-6. 8-9. Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso.
  • Salmo: Dan 3, 52-56. R. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
  • 2 Cor 13, 11-13. La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo.
  • Jn 3, 16-18. Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él.

Dios no es un agujero negro de energía cósmica que se lo traga todo y lo consume todo. Pura donación: la Creación, su presencia en la historia, la misión de Cristo, la acción del Espíritu Santo, toda la vida divina es pura donación y tiene una sola intención, que todo se salve, que nada se pierda, que todos conozcamos y experimentemos la plenitud de amor que Dios es y que Dios nos da. Ese es el hilo conductor de la existencia del universo y de cada persona, esa es la trama del evangelio; el motivo de toda la Sagrada Escritura; el contenido y estilo de la espiritualidad cristiana. Por eso, en cristiano, oramos en silencio y cuando nos encontramos con el hermano, oramos cuando contemplamos en la quietud del retiro y también en el compromiso activo por la paz, la solidaridad y el cuidado de la casa común. La espiritualidad que mana de la vida trinitaria está hecha de encuentro, de comunion y de mutua donación. Así es Dios, así somos llamados a ser por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre todopoderoso, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



DOMINGO 19 DE FEBRERO: VII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
La blancura inmaculada, la elevación hacia el cielo y el descenso del cielo sobre la tierra que lo busca, la luz que lo señala y deja espacio a las sombras. Solo Dios es perfecto y su perfección no es fría, inamovible e inaccesible, que se hace abrazo en el perdón y sonrisa en el encuentro. La santidad de Dios, como el sol sobre las cumbres, o la luz que resplandece en la nieve, brilla en el amor, es cercana en la bondad y la ternura de sus hijos.

LECTURAS

  • Levítico (19,1-2.17-18)
  • Sal 102,1-2.3-4.8.10.12-13
  • Corintios (3,16-23)
  • Mateo (5,38-48)

En la tensión ascendente de la propuesta ética de Jesús, es el amor el que culmina, atrae y da sentido a todos los valores, preceptos e ideales. El Antiguo Testamento ya conocía esa centralidad del amor al hermano como principal norma religiosa, pero Jesús aún la radicaliza la darle proyección universal, no se trata solo del amor a los próximos, sino de la generosa apertura a todos, hasta a los enemigos, aunque no sean de tu pueblo, de tu familia, de tu sangre. El horizonte último es la santidad misma de Dios, su perfección, pero, siendo esta inalcanzable, será la constancia en buscarla y la perseverancia en no perderla de vista, lo que nosotros podemos pretender, y en ello habremos de esforzarnos por el bien de esta empresa irrepetible que es la vida.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA





DOMINGO VI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A). CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE

 

Una de las riquezas del paisaje manchego, de la llanura, es su horizonte, abierto y lleno de cielo. Es un paisaje que necesita un gran angular, una mirada tan amplia como la anchura y altura que se le muestra. Otra de las sugerencias que ofrece esta apertura es que elimina los límites e invita a aspirar una meta que está más allá de los primeros pasos, lejos, pero a la vista. Pues así es la ética que Jesús predica y Mateo recoge en el dicurso del monte: una moral no de normas sino de horizontes, de metas e ideales que están más allá y hacia el que deben apuntar todas las normas, como indicaciones y no como fin de la conducta moral.

LECTURAS

  • Eclesiástico (15,16-21)
  • Sal 118,1-2.4-5.17-18.33-34
  • Corintios (2,6-10)
  • Mateo (5,17-37)

CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE. MANOS UNIDAS

SOLIDARIDAD CON TURQUÍA Y SIRIA (*)

(*) En nombre de la comunidad parroquial y de Cáritas de Santo Domingo de Guzmán, hemos aportado 2.000€ al fondo de solidaridad con los damnificados del terremoto de Siria y Turquía,  a través de Cáritas diocesana y Cáritas española.

No debió ser fácil para el escriba, el especialista en la Ley que era Mateo, verter el vino nuevo del Evangelio en los odres viejos de los preceptos mosaicos. El código ético expresado y apresado en mandatos y prohibiciones es desbordado por el ideal moral que Jesús nos popone. No es que las normas sean inútiles o queden todas prescritas, es que son superadas por la afirmación del horizonte hacia el que las normas deben orientar, siendo lo importtante esa meta y quedando los preceptos como señales, no como fines. Mateo lo intentó y con valentía se atrevió a formular las enseñanzas de vida que había recogido del maestro de Nazaret, como claras pujas al alza frente a los mandamientos. No esto... sino más. 

Y hacia esa superación, que es crecimiento espiritual, profundización de la libertad y afirmación de nuestra responsabilidad como últimos fedatarios de nuestros actos debe encaminarse nuestra formación moral y nuestra coherencia ética. Lejos de ser una rebaja de la autoexigencia, se convierte la moral cristiana en una ilusionanta aventura de superación y descubrimiento de un bien mayor, una actitud mejor, una vida de santidad. 

Y dentro de esta línea ascendente del modelo cristiano de ética, en el nivel superior y dándole sentido a todo el proceso de crecimiento moral, están el amor, el servicio y la solidaridad. Hoy más que nunca, para darle credibilidad al mensaje cristiano y a la Iglesia, debemos apostar por actuar decididamente contra la pobreza, comprometernos con las iniciativas en favor de los que sufren la injusticia, trabajar con obras más que con palabras por la paz y el desarrollo de todos los pueblos, empezando, ahora, por lo más urgente: Siria y Turquía pero, sin olvidarnos nunca de África.


LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 5 DE FEBRERO: V DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

Por buenos que sean los ingredientes, por laboriosa y lograda que sea su amasado y coción, si la masa buena que hizo el pan bueno no se sirve, comparte y difunde, todo se queda en nada y lo bueno se pierde. Así nuestros valores. Así nuestras cualidades, Así nuestros recursos, así la vida.

LECTURAS

  • Isaías (58,7-10)
  • Sal 111,4-5.6-7.8a.9
  • I Corintios (2,1-5)
  • Mateo (5,13-16)

El secreto está en la masa, sí, y la masa humana está hecha de divina semejanza y por eso puede brillar como la luz y dar sabor como la sal. Pero, además de contar con tan buena esencia, lo grande de la humanidad se pierde cuando no se comparte. De manera sencilla, pero decisiva, Jesús nos revela una de las cimas de la sabiduría vital, que es parte de la ciencia divina: es el servicio y la comunión entre nosotros lo que da sentido a cuanto somos, sabemos y tenemos. Y de paso, al tiempo que nos damos en todo lo que hacemos, nos vamos haciendo más ricos y sabrosos, más sabios y felices.

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 29 DE ENERO: IV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 

La película "Human", del director Jann Arthus - Bertrand, es toda una experiencia. Un refrescante baño de humanidad que espabila de las superficialidades, sacude los prejuicios, maravilla con la sorprendente variedad y, al mismo tiempo, familiar proximidad de todo lo humano. Cuando Jesús predicó las Bienaventuranzas, también lo hizo mirando a la multitud, para encontar en el gentío el rostro particular de cada persona, la huella de cada historia personal. Las Bienaventuranzas proclaman, junto a la esperanzada promesa de que las víctimas tendrán siempre a Dios de su parte, la universal necesidad de sentido y dicha, de bienestar y plenitud. Necesidad que, de manera cabal, solo Dios puede ayudarnos a procurarla para todos.

LECTURAS

  • Sofonías (2,3;3,12-13)
  • Sal 145,7.8-9a.9bc-10
  • Corintios (1,26-31)
  • Mateo (5,1-12a)

¿Que tenemos en común, a pesar de la enorme variedad de lo humano? El hambre, el dolor, la risa, el amor, la soledad, la muerte... y, sobre todo, la esperanza de superar lo que nos merma, prolongar lo que nos satisface, madurar lo que nos hace crecer. La esperanza de que la vida sea una gran oportunidad y no un tremendo castigo. Jesús mira el gentío y reconoce en cada persona ese anhelo de vida plena, lastrado por tantas dificultades y sufrimientos. Y ante esta búsqueda que nos hermana, Jesús proclama de parte de Dios que sí hay una meta para nuestros pasos y un sentido para nuestras inquietudes. Dios está de nuestra parte, sobre todo de los que más lo necesitan porque mayor es su pesar, más pesada su carga. Ante este vibrante manifiesto de las Bienaventuranzas, los que escuchamos a Jesús pronunciarlas, sentimos fuerza y coraje para hacer lo indecible por conseguirlo y para esperar con fe inquebrantable que donde no lleguemos, después de haberlo intentado con tesón y generosa solidaridad, solo Dios puede llegar y su deseo es que así sea.

Este domingo, el Consejo de Pastoral y de Economía de la parroquia informa sobre las cuentas de la parroquia y de Cáritas parroquial del pasado año 2022. Adjuntamos dicha información:

BALANCE ECONÓMICO DEL AÑO 2022


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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


DOMINGO 22 DE ENERO: III DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A) DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

 
La navegación de cabotaje, es aquella que no se aleja de la costa, sin perder nunca de vista la línea de tierra. En el caso de los pescadores del lago de Tiberiades, el mar de Galilea, la navegación podía hacerse casi sin dejar de ver el alero de sus casas, el muelle del puerto y la silueta del pueblo querido al que volverían tras la faena. Pero, Jesús, llama a ir más allá, a descender más profundamente y ascender a los más alto... "semper magis", siempre más y mayor es el objetivo y el destino de la misión a la que nos sigue llamando el maestro de Nazaret.

LECTURAS

  • Isaías (8,23b–9,3)
  • Sal 26,1.4.13-14
  • Corintios (1,10-13.17)
  • Mateo (4,12-23)

La llamada de Jesús, sin suponer nada imposible, sí que genera un movimiento de salida, nos empuja más allá de nuestras comodidades y perezas. No podemos pensar que seguir a Jesús deje todas las cosas y las rutas de nuestra vida intactas. La vocación implica empeño, dedicación y una constante superación. A cambio, nos revierte la grata experiencia de tener una misión que cumplir. Frente a la visión fatalista o determinista de la vida, contra el conformismo y la apatía, sentirse llamado por Jesús convierte nuestro tiempo y nuestras decisiones en una historia de la que nosotros somos protagonistas y no meros juguetes del destino. Si, como los discípulos, creemos que es Jesús quién nos ha llamado y nos ha enrolado en su propia misión de anunciar el Evangelio, tenemos una gran oportunidad de compartir con Él la gracia de ser portadores del proyecto divino de vida en abundancia, de sentido y de plenitud. Pero, hay que ponerse en camino y estar dispuestos a rebasar nuestras propias fronteras que nos limitan y encierran. Hay horizonte hacia el que caminar, hay una meta que nos espera, contamos con un fiel guía que nos acompaña... lo demás, queda de nuestra cuenta.

DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS


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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 15 DE ENERO: II DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
La afirmación de Juan, "este es el Hijo de Dios", reconocimiento de fe en Jesús, se convierte en una profundización de la fe en Dios cuando se la pone en sentido inverso: "El Hijo de Dios es éste". Si en el primer caso el acento cae en la divinización de Jesús, en su segundo orden afirma la humanización de Dios: la Palabra de Dios, el gran mediador y concreción de la salvación de Dios está en la humanidad de Jesús de Nazaret. Una fe auténticamente cristiana debe recorrer la profunda verdad de la afirmación del Bautista sobre Jesús en ambas direcciones. Y en ambas direcciones, la fe auténticamente cristiana debe compaginar la reverencia y adoración con el compromiso y la encarnación.

LECTURAS

  • Isaías (49,3.5-6)
  • Sal 39,2.4ab.7-8a.8b-9.10
  • Corintios (1,1-3)
  • Juan (1,29-34)

"Este es el Cordero de Dios", "Este es el Hijo de Dios", "Este es un hombre que pasa delante de mí, porque existía antes que yo"... testimonios firmes y afirmativos que Juan Bautista hace de Jesús, de "este hombre". Y lo que Juan ve y cree de Jesús, del hombre Jesús, se convierte, a su vez, en lo que por la fe vemos y creemos del Dios Hijo: que se hace humano, que se hace discípulo, que nos bautiza y sumerge en la fuerza divina del Santo Espiritu para embarcarnos en su movimiento ascendente, progresivo y plenificador. La fe cristiana en lo que Jesús es y Jesús significa, ilumina cómo Dios desciende y se aproxima a la humanidad para que podamos desarrollar al máximo nuestra vocación de hijos de Dios. Si le negamos humanidad da Jesús, le estaremos restando encarnación y alcance salvador a Dios. Si le negamos o menguamos la divinidad que se encarna en Jesús, estaremos alejando y difuminando la voluntad divina de amarnos sin límites, de amarnos hasta el extremo. Y así, conocer, admirar, seguir y creer en Jesucristo, es adentrarse en una mayor intimidad con Dios para saberle de nuestra parte y decididamente vuelto hacia nosotros. No, nada terreno puede ser ajeno al Dios que nos visita y transforma en "este hombre".

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8 DE ENERO: EL BAUTISMO DEL SEÑOR (CICLO A)

Todo viaje tienes su comienzo, la salida con los primeros pasos y, antes de este inicio, todavía hay algo previo: la decisión, la determinación de ponerse en camino. Pero, aún fue antes el discernimiento, el proyecto de emprender la andadura y llegar a su destino. El Bautismo de Jesús vino después de años de maduración y toma de conciencia de la propia misión que el Padre le encomendaba. Nuestra celebración de aquella decisión, del inicio del proyecto evangelizador de Jesús debiera ponernos cara a cara ante nuestra propia misión y las decisiones que deberán llevarla a cabo.

LECTURAS

  • Isaías (42,1-4.6-7)
  • Sal 28,1a.2.3ac-4.3b.9b-10
  • Hechos de los apóstoles (10,34-38)
  • Mateo (3,13-17)

El Jesús de Mateo, además de conectar con el Bautista, como también ocurre en los otros evangelios, ve en su bautismo el cumplimiento de la verdadera justicia, su aportación a la consecución del plan de Dios. Por un lado está la identificación plena de Jesús con ese proyecto divino de una humanidad más humana por ser más filial y fraternal. Pero, también hay una decisión, con su previa reflexión, que tiene que ver con la cabal realización de Jesús como persona, con el descubrimiento de que esa justicia divina que cuenta con Él, es también la única oportunidad que tenemos de aspirar a nuestro máximo cumpliminto. Y, así, van unidas, la obediente fidelidad a lo que Dios quiere, con el fecundo desarrolo de lo mejor que podemos llegar a ser, de lo mayor que pudiéramos desear. Nuestra viculación con Cristo nos debiera ayudar a unir también en nuestro proyecto personal de vida la fe y el crecimiento de lo que somos y lo quepodemos llegar a ofrecer.

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DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE: JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

 
La humanidad de Cristo hace real la identificación y aproximación de Dios a nuestra vida y a nuestra muerte. Cuanto más humanicemos al Hijo de Dios más podrá ser Él nuestro hermano y salvador. Al realismo de esta encarnación solidaria y sufriente, se le añade la realeza de la dignidad humana, la conferida por Dios a todos sus hijos y que en el Bautismo se expresa con la crismación: "Dios todopoderoso, padre de nuestro Señor Jesucritsto, que te ha liberado del pecado y te ha dado nueva vida por el agua y el Espíritu Santo, te consagre con el crisma de la salvación para que entres a formar parte de su pueblo y seas para siempre miembro de Cristo, sacerdote, profeta y rey". Es la realeza de la incomensurabel, pero también vulnerable, dignidad de la persona.

LECTURAS

  • II Samuel (5,1-3)
  • Sal 121,1-2.4-5
  • Colosenses (1,12-20)
  • Lucas (23,35-43)

Terminamos el Año Litúrgico proclamando que, en Cristo, Dios nos presenta la imagen más completa de nuestra humanidad, el proyecto más ilusionanate de nuestra vida y la promesa cumplida de nuestro destino: ser hijos suyos. 

Esta recuperación de nuestra configuración más auténtica, en la que Dios nos creó, supone una invitación a edificar nuestras vidas sobre los mismos valores, actitudes y compromisos que Jesús realizó cabalmente: los valores evangélicos de la fraternidad compasiva y solidaria; las actitudes filiales de confianza en Dios y corresponsabilidad agradecida con el amor del Padre que quiere lo mejor para todos sus hijos; los compromisos con el Reinado de Dios, amor generoso, servicio comunitario y perdón recíproco.

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