DOMINGO 15 DE ENERO: II DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

 
La afirmación de Juan, "este es el Hijo de Dios", reconocimiento de fe en Jesús, se convierte en una profundización de la fe en Dios cuando se la pone en sentido inverso: "El Hijo de Dios es éste". Si en el primer caso el acento cae en la divinización de Jesús, en su segundo orden afirma la humanización de Dios: la Palabra de Dios, el gran mediador y concreción de la salvación de Dios está en la humanidad de Jesús de Nazaret. Una fe auténticamente cristiana debe recorrer la profunda verdad de la afirmación del Bautista sobre Jesús en ambas direcciones. Y en ambas direcciones, la fe auténticamente cristiana debe compaginar la reverencia y adoración con el compromiso y la encarnación.

LECTURAS

  • Isaías (49,3.5-6)
  • Sal 39,2.4ab.7-8a.8b-9.10
  • Corintios (1,1-3)
  • Juan (1,29-34)

"Este es el Cordero de Dios", "Este es el Hijo de Dios", "Este es un hombre que pasa delante de mí, porque existía antes que yo"... testimonios firmes y afirmativos que Juan Bautista hace de Jesús, de "este hombre". Y lo que Juan ve y cree de Jesús, del hombre Jesús, se convierte, a su vez, en lo que por la fe vemos y creemos del Dios Hijo: que se hace humano, que se hace discípulo, que nos bautiza y sumerge en la fuerza divina del Santo Espiritu para embarcarnos en su movimiento ascendente, progresivo y plenificador. La fe cristiana en lo que Jesús es y Jesús significa, ilumina cómo Dios desciende y se aproxima a la humanidad para que podamos desarrollar al máximo nuestra vocación de hijos de Dios. Si le negamos humanidad da Jesús, le estaremos restando encarnación y alcance salvador a Dios. Si le negamos o menguamos la divinidad que se encarna en Jesús, estaremos alejando y difuminando la voluntad divina de amarnos sin límites, de amarnos hasta el extremo. Y así, conocer, admirar, seguir y creer en Jesucristo, es adentrarse en una mayor intimidad con Dios para saberle de nuestra parte y decididamente vuelto hacia nosotros. No, nada terreno puede ser ajeno al Dios que nos visita y transforma en "este hombre".

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA


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