LECTURAS
- Isaías (49,3.5-6)
- Sal 39,2.4ab.7-8a.8b-9.10
- I Corintios (1,1-3)
- Juan (1,29-34)
"Este es el Cordero de Dios", "Este es el Hijo de Dios", "Este es un hombre que pasa delante de mí, porque existía antes que yo"... testimonios firmes y afirmativos que Juan Bautista hace de Jesús, de "este hombre". Y lo que Juan ve y cree de Jesús, del hombre Jesús, se convierte, a su vez, en lo que por la fe vemos y creemos del Dios Hijo: que se hace humano, que se hace discípulo, que nos bautiza y sumerge en la fuerza divina del Santo Espiritu para embarcarnos en su movimiento ascendente, progresivo y plenificador. La fe cristiana en lo que Jesús es y Jesús significa, ilumina cómo Dios desciende y se aproxima a la humanidad para que podamos desarrollar al máximo nuestra vocación de hijos de Dios. Si le negamos humanidad da Jesús, le estaremos restando encarnación y alcance salvador a Dios. Si le negamos o menguamos la divinidad que se encarna en Jesús, estaremos alejando y difuminando la voluntad divina de amarnos sin límites, de amarnos hasta el extremo. Y así, conocer, admirar, seguir y creer en Jesucristo, es adentrarse en una mayor intimidad con Dios para saberle de nuestra parte y decididamente vuelto hacia nosotros. No, nada terreno puede ser ajeno al Dios que nos visita y transforma en "este hombre".
No hay comentarios:
Publicar un comentario