DOMINGO 5 DE SEPTIEMBRE: XXIII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 
Cómo el áloe vera, que todo lo cura, nuesta fe debiera ser beneficiosa para nosotros mismos, porque nos aporta sentido y fundamento, y para los demás porque, al vivirla, optamos por hacer el bien y resultar bondadosos para los que nos rodean. Como el áloe vera, nuesta fe y su puesta en práctica requieren cuidados, pero no tantos que nos obliguen a estar centrados en nosotros mismos, solo la necesaria alimentación con la Palabra de Dios y la vida en comunidad. No se prodiga en flores el áloe vera, pero cuando florecen, ya en su madurez, es con efímero esplendor, y es que lo importante va en su interior y se convierte en bálsamo cuando se necesita.

LECTURAS

  • Isaías (35,4-7a)
  • Sal 145,7.8-9a.9bc-10
  • Santiago (2,1-5)
  • Marcos (7,31-37)

Pues ni aunque "todo lo ha hecho bien", le vale a Jesús para confirmar ante sus contemporáneos el origen divino de su misión y la bondad de su finalidad. Hubo rechazo, hubo incomprensión y hubo muerte en la cruz. Y, sin embargo, no hay otra manera de hablar de Dios que "haciéndolo todo bien", que procurando con todo lo que hagamos hacer el bien. Nuestra caridad con el hermano, especialmente el que más nos necesita y la caridad con nosotros mismos cuidando nuestro crecimiento humano y creyente, son las mejores credenciales evangelizadoras de la fe cristiana. Aunque nos preocupen las dificultades derivadas de la falta de vocaciones sacerdotales, o el declive de nuestra credibilidad social, o el imparable descenso de la práctica sacramental..., que nos preocupan, más nos debiera interesar poner como fin de todas nuestras actividades y programas eclesiales hacer el bien, resultar beneficiosos para la sociedad y curativos para con los que más sufren. Y todo ello, no por propaganda, que ya vemos el "secreto mesiánico" con el que Marcos rodea la acción de Jesús, sino por coherencia y fidelidad con lo que realmente creemos, que Dios Padre no quiere sino nuestro bien, todo nuestro bien y el bien de todos.

DURANTE ESTOS AÑOS HEMOS PUESTO CADA DOMINGO UN ENLACE AL COMENTARIO DEL EVANGELIO DE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN, OBRA DE SU PÁRROCO  HASTA AHORA QUE HA DEJADO DE SERLO, ANTONIO GARCÍA RAMÍREZ, A QUIEN LE AGRADECEMOS EL SERVICIO QUE NOS HA PRESTADO Y QUE TANTO BIEN HA HECHO. AL FINALIZAR ESTAS ENTREGAS GENEROSAS DE SU LECTURA DE LA PALABRA SE LO RECONOCEMOS. A PARTIR DE AHORA PONDREMOS, ADEMÁS DE LA HOJA DOMINICAL DIOCESANA EL COMENTARIO DEL SACERDOTE VASCO JOSÉ ANTONIO PAGOLA.

JOSÉ ANTONIO PAGOLA: SI VIVIMOS SORDOS AL MENSAJE DE JESÚS NO ESCUCHAREMOS LOS PROBLEMAS DE LA GENTE.

COMENTARIO AL EVANGELIO DE SAN ROQUE DE HELLÍN

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

DOMINGO 29 DE AGOSTO: XXII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

Como un géiser, de la vida interior brota lo que somos; y, a la inversa, lo que hacemos, lo que mostramos, cuanto decimos y elegimos, depende de nuestro fondo personal, de nuestro centro más profundo e intrasferible, difícilmente camuflable o falseable. La autenticidad tiene mucho que ver con el cuidado de nuestra personalidad y la seriedad de nuestra conciencia moral. La fe, la vida religiosa tampoco escapa a esta ley y solo por su profunda conexión con lo que somos en realidad podrá ser sana y sanadora.

LECTURAS

  • Deuteronomio (4,1-2.6-8)
  • Sal 14,2-3a.3bc-4ab.5
  • Santiago (1,17-18.21b-22.27)
  • Marcos (7,1-8.14-15.21-23)

No pensemos que el problema del legalismo, los escrúpulos formalistas y la transformación de la fe religiosa en una tranquila posesión de dogmas y reglas es cosa del judaísmo fariseo del siglo I. De hecho estamos ante una tentación permanente para todas las religiones, cosificarse y cristalizar en aspectos controlables por la institución religiosa y evitar, así, el miedo a lo inabarcable, imprevisible y verdaderamente trascendente de la fe. Las adevertencias de Jesús siguen siendo, pues, muy oportunar hoy para cada cristiano en particular y para toda la Iglesia.

Y, frente a esos miedos al Espíritu (lo que también decía el Evangelio de Juan el domingo pasado: "El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen") y la pulsión controladora hasta de la libertad divina, Jesús apela a la autenticidad, la sinceridad y la coherencia. Entre ese dentro del que sale lo malo, y el afuera (el mundo, la la materia, la sociedad..., la vida) del que nada puede venir tan poderoso que contamine la pureza de lo que somos en verdad, hay una tensión que Jesús dirime con la llamada a la educación de la conciencia, la construcción madura y responsable de la libertad. Esta visión, que concuerda con la armonía de la lectura de Santiago, entre lo que escuchamos y creemos con lo que hacemos y vivimos, es la tarea permanente de crecer y aprender sobre la solidez de lo que no se falsea ni se impone, sino que solo es fruto de un largo y lento desarrollo de nuestra personalidad, nuestros valores y nuestras opciones de vida. Todo un programa de salud integral que incluye la ética, el autoconocimiento y, por supuesto, como fundamento y herramienta principal, la espiritualidad, esa que Cristo vive, la misma que predica y la única que sí es vinculante e imprescindible.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: VIDA INTERIOR

DOMINGO 22 DE AGOSTO: XXI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

Las palabras de vida eterna que tiene Jesús, que sólo Jesús tiene, proceden de su íntima comunión con el Padre, pero se han acrisolado en su entrega a los planes de Dios para con la humanidad, en su total disponibilidad para mostrarnos que Dios quiere que tengamos vida en abundancia. Sigue resultando duro el mensaje de Cristo porque, aunque promete la mejor y más perdutable de las recompensas, exige de nuestra parte un crecimiento en humanidad que solo la fe madurada en la oración y el compromiso puede lograr. Pero nos va tanto en ello...

LECTURAS

  • Josué (24,1-2a.15-17.18b)
  • Sal 33,2-3.16-17.18-19.20-21.22-23
  • Efesios (5,21-32)
  • Juan (6,60-69)

Llegamos a la conclusión del discurso del pan de vida de Juan, que traemos desde el domingo XVII de Tiempo Ordinario.

Como Simón Pedro, también nosotros queremos decirle a Jesús que nos quedamos con Él, que para nosotros solo Él tiene palabras de vida eterna, pero después de todo el discurso del Pan de Vida de este capítulo 6 de san Juan, nuestros sinceros deseos de fidelidad y coherencia tienen que atemperarse con la responsabilidad y el riesgo que supone vivir lo que creemos, hacer nuestra esa vida que Cristo ofrece. Porque tal deseo supone un crecimiento personal, un desarrollo de nuestra humanidad, que requiere las mucha constancia y afán de superación. De hecho, para ser capaces de permanecer junto a Jesús, de ponernos tras Él y caminar junto a Él, es menester alimentarse con su vida entregada, que es luz en su palabra y fuerza en su cuerpo y sangre. Porque no solo para los contemporáneos de Jesús son duras sus palabras. Su Evangelio es tan exigente como prometedor y pide tanto cuanto sea necesario para pasar de las buenas intenciones a la unificación de pensamientos, sentimientos y acción. Por eso, con la humilde respuesta de perseverancia como discípulos suyos, tendremos que empeñar también un seria y decidida disposición de seguir aprendiendo y creciendo siempre. La eternidad de su palabra nos sostendrá.

DOMINGO 15 DE AGOSTO: ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

 

El Magnificat que Lucas pone en labios de María expresa la más sentida gratitud al Dios que se apiada con misericordia de los más necesitados de ayuda. Así, María interpreta el nacimiento de Jesucristo, su hijo e Hijo de Dios, como una acción de salvamento dirigida a una humanidad que naufraga cuando se olvida de su condición de criatura y su vocación de fraternidad.

LECTURAS

  • Ap 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab. 
  • Sal 44.
  • 1 Cor 15, 20-27a.
  • Lc 1, 39-56. 

La celebración de la Asunción de la Virgen María al cielo significa la afirmación por parte de la Iglesia de que la generosidad, entrega y humildad de María triunfan sobre el egoismo, la indiferencia y la soberbia. La participación libre y voluntaria de la Virgen a través de su maternidad de Cristo en los planes salvadores de Dios la encumbra por encima de otras formas de entender la vida, de una existencia empequeñecida por la "autorreferencialidad" (mirarse solo a uno mismo, mirar solo por uno mismo) y endurecida hasta perder las entrañas de compasión. Cuanto más alto sube María, más debieran interesarnos los valores evangélicos de la caridad y el perdón, la mutua solidaridad y el común destino. Vayan, pues, con nuestras alabanzas a Dios por la mujer que representó a la humanidad en la encarnación del Verbo divino, el sincero compromiso por hacer nuestras las virtudes que más nos humanizan porque más nos acercan a Dios.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: LA MADRE NOS INDICA EL CAMINO

8 DE AGOSTO: XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B). SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

Con motivo del VIII centenario de la muerte de Santo Domingo de Guzmán (6 de agosto de 1221) el papa Francisco ha concedido a la familia dominica un Año Jubilar de Santo Domingo, que culminará el 6 de enero de 2022. Nuestra parroquia, para conmemorar La efeméride de su santo titular, también se une a este año jubilar, empezando por celebrar este año su fiesta (8 de agosto) con más intensidad. Estáis todos invitados. Tras las vacaciones del verano realizaremos otras actividades previstas por el Consejo de Pastoral de la parroquia para conocer mejor la huella dominica en la ciudad.

LECTURAS

  • I Reyes (19,4-8)
  • Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9
  • Efesios (4,30–5,2)
  • Juan (6,41-51)

Frente a una comprensión proselitista de la evangelización, basada a su vez en una interpretación exclusivista de la fe ("No hay más verdad que la nuestra") las palabras de Jesús rezuman un oxigenante universalismo  ("Serán todos discípulos de Dios"), que bebe, por su parte, en la profunda confianza en el amor sin restricciones del Padre: "Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre". Por eso insiste el papa Francisco en que la fe no se impone, se propone, se comparte, se testimonia. Más allá de una visión cicatera de la salvación, reservada solo a unos pocos, parece que el Evangelio de Juan, en el discurso del Pan de Vida, recupera un optimismo teológico: Dios está por la vida, de hecho, Cristo, encarnación de la voluntad divina de salvación, nos dice: "El pan que yo os daré es mi carne para la vida del mundo".

Con estas mimbres, sobre este cimiento debemos acometer la evangelización a la que con tanta insistencia nos llama la Iglesia desde Pablo VI (Evangelii nuntiandi) y que Juan Pablo II llamó "la nueva evangelización" (Novo millennio ineunte), hasta llegar a la apasionante convocatoria de Francisco para que todos seamos misioneros (Evangelii gaudium). Y para concretar más cómo, con qué medios y cuál debe ser el estilo de una Iglesia evangelizadora, también el papa Francisco ha invitado a reflexionar a toda la Iglesia sobre su carácter sinodal, fraternal y corresponsable. Merecerá la pena embarcarnos en ese proceso del sínodo de los obispos sobre la sinodalidad, que tendrá una fase de reflexión en cada Iglesia local.

Santo Domingo de Guzmán, cuya fiesta celebramos hoy, en el VIII centenario de su muerte, es un buen testigo y modelo de la predicación del Evangelio con la vida y de la fe vivida en comunidad y en misión. Su ejemplo nos anima a redoblar esfuerzos personales y comunitarios, parroquiales, diocesanos y de la Iglesia universal para comunicar nuestra fe del único modo creíble, con el testimonio del sentido y la alegría, la felicidad y fortaleza que a nosotros nos reporta ser cristianos, seguidores de Cristo. A nuestro santo patrono, titular de esta parroquia, nos encomendamos, en su ejemplo nos inspiramos, su intercesión suplicamos:

Señor Jesús, Hijo de Dios y hermano de la humanidad,
por la intercesión de tu siervo Santo Domingo de Guzmán,
comunica tu Espíritu de solidaridad, evangelización y contemplación
a esta parroquia que,como su santo patrono,
quisiera ser misionera, comprometida y orante. Amén.


DOMINGO 1 DE AGOSTO: XVIII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 

Con motivo del VIII centenario de la muerte de Santo Domingo de Guzmán (6 de agosto de 1221) el papa Francisco ha concedido a la familia dominicana un Año Jubilar de Santo Domingo, que culminará el 6 de enero de 2022. Nuestra parroquia, para conmemorar esta efeméride de su santo titular, también se une a este año jubilar, empezando por celebrar este año su fiesta (8 de agosto) con más intensidad. Estáis todos invitados. Tras las vacaciones del verano realizaremos otras actividades previstar por el Consejo de Pastoral de la parroquia.

LECTURAS

  • Éxodo (16,2-4.12-15)
  • Sal 77
  • Efesios (4,17.20-24)
  • Juan (6,24-35)

A la pregunta por las obras de Dios, Jesús responde con la fe: Dios quiere que creamos en Él y todo lo que hayamos de hacer en su nombre deberá nacer de la fe, de la confianza en que Él nos ama y quiere nuestro bien. El santo de Caleruega (Burgos), Domingo de Guzmán, patrono de esta parroquia, así lo entendió. Si fue caritativo, si predicó el Evangelio, si animó a construir una fraternidad evangélica (la familia dominica), todo ello se debía a la misma y común motivación: la fe. Y eso es lo que alimenta el pan de vida que es la vida entregada de Jesucristo, su palabra y su ejemplo, la fe que solo viviéndola es verdadera. Todo lo que creamos de Dios, todo lo que veamos en Jesús de Nazaret, solo llevándolo a nuestro quehacer diario, convertido en orientación de vida y criterio de autenticidad, será fe viva, será fe ortodoxa. Quienes aislan lo que dice el credo y proclama la Iglesia de la moral cotidiana y el estilo de vida, sustraen al árbol de la vida su savia y reducen a formas y fórmulas sus frutos de caridad y fraternidad. Hay en santo Domingo de Guzmán una conjunción de fe y vida que puede muy bien ilustrar lo que significa hacer las obras de Dios y el verdadero don que supone alimentarnos con el pan de vida.

Y alimentados por ese pan, estimulados por la vida misma de Cristo, como seguidores de Jesús, estamos en condiciones de anunciarlo con nuestro compromiso, con el testimonio del sentido que otorga a nuetras vidas creer en Él y alimentarnos con su entrega. La Iglesia y cada cristiano, debemos ser misioneros, evangelizadores. Es otra dimensión de la fe cristiana que santo Domingo de Guzmán entendió muy bien y, por eso, asumió con su dedicación personal y fraternal, a través de la fundación de la orden de predicadores. Si hay algo que el papa Francisco ha presentado como centro de su pontificado es precisamente esta proyección evangelizadora (Evangelii Gaudium) que nos propone como programa que debe dirigir toda la estructura y estilo de nuestras comunidades. Esta parroquia así lo quiere intentar y para conseguirlo nos inspiramos y encomendamos a Santo Domingo de Guzmán. Y como él, también nosotros sabemos que solo podremos ser evangelizadores si lo que creemos lo vivimos y lo hacemos como Cristo nos enseñó y mandó: en comunidad. La superación de una equivocada y antinatural concentración de todo el protagonismo evangelizador en los sacerdotes (clericalismos) y la recuperación es una vida eclesial más fraternal y corresponsable (sinodalidad) es también condición de autenticidad para esta hora de la evangelización.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EN CAMINO

DOMINGO 25 DE JULIO: XVII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 

Con motivo del VIII centenario de la muerte de Santo Domingo de Guzmán (6 de agosto de 1221) el papa Francisco ha concedido a la familia dominicana un Año Jubilar de Santo Domingo, que culminará el 6 de enero de 2022. Nuestra parroquia, para conmemorar esta efeméride de su santo titular, también se une a este año jubilar, empezando por celebrar este año su fiesta (8 de agosto) con más intensidad. Estáis todos invitados. Tras las vacaciones del verano realizaremos otras actividades previstar por el Consejo de Pastoral de la parroquia.

LECTURAS

  • II Reyes (4,42-44)
  • Sal 144,10-11.15-16.17-18
  • Efesios (4,1-6)
  • Juan (6,1-15)

La estructura general del leccionario para la lectura continua de la Palabra de Dios ha situado en el ciclo B, que es el de este año, al hilo del Evangelio de Marcos, el discurso del pan de vida de Juan (capítulo 6), desde el domingo XVII hasta el XXI de Tiempo Ordinario. Además de evitar que esta importante reflexión del cuarto evangelio no falte en la lectura litúrgica, esta incursión teológica a medio recorrido del trayecto tan narrativo y centrado en los hechos de Jesús que llevamos con Marcos, permite una parada en el camino para tomar fuerzas (pan es alimento) y realzar al mensajero como máxima expresión de su mensaje: Jesús es pan de vida. Y, todavía más, este paréntesis teológico y meditativo, viene justo después del “retiro” de Jesús con sus discípulos para descansar y discernir lo que estaban viviendo (Mc 6,30-34), dándole así una profundización que bien merece la colaboración de ambos evangelistas, uno (san Marcos) pone el hilo conductor, el camino, y el otro (San Juan) la experiencia mística de la comunión con el mismo ser de Cristo, la entrega que da vida.

Pero, vayamos a Juan… No, ni siquiera el éxito esporádico de saciar a la multitud cambia la idea de Jesús sobre su misión y ministerio. No es la aspiración a ser el centro y descollar sobre todo lo que anima al profeta de Nazaret. Su Padre quiere que todos se sacien, que toda la humanidad logre vivir con la dignidad que se merecen. Y a conseguirlo dedica el Hijo todas sus energías, pero el fin no es Él mismo, sino servir, nutrir y seguir adelante. Todo un programa para quienes quieran encontrar el sentido de sus vidas en el compromiso, el amor y la fraternidad universal. No solo nos muestra el sentido de la Buena Nueva (la felicidad plena para todos) sino también su metodología: la entrega abnegada, perseverante y humilde. Y por eso consigue multiplicar y saciar, como a veces nos ocurre a nosotros cuando, pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.

En el contexto del Año Jubilar por el VIII centenario de la muerte de Santo Domingo, este texto de Juan sobre la multiplicación de los panes y los peces, y el consiguiente discurso de Jesús sobre el pan de vida, nos hace pensar en la coherencia con la que Domingo de Guzmán interpretó el evangelio como una llamada a convertir nuestra propia vida en entrega. Para él, esa entrega se realizaba en el apostolado misionero de la predicación, en la vida comunitaria de la fraternidad y en la apuesta por una vida pobre totalmente dedicada a la misión. Sentarse en la mesa con Santo Domingo es participar de su celo por una vida evangelizadora porque es evangélica: sencilla, libre y profética. Nuestra parroquia pide la intercesión de su santo patrono para ser también una comunidad que se empeñe con todas sus actividades en predicar el Evangelio y vivirlo con nuestras relaciones de hermanos y hermanas que se alimentan del pan de vida que es Jesucristo.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: JUNTO AL LAGO

DOMINGO 18 DE JULIO: XVI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 

Un lugar recoleto donde descansar, donde reunirse y conversar. Un lugar y un momento para el encuentro, compartir lo vivido y tomar fuerzas para seguir adelante. Se toma conciencia así del camino recorrido, de las tareas realizadas y de lo que está por venir y queda por hacer. El buen maestro que es Jesús de Nazaret, el Señor, nos reúne y nos anima, nos instruye y, sobre todo, nos da fuerzas porque sabe acompañar, alentar y estimular. Así debieran ser todos los pastores del pueblo de Dios, así debiera ser la comunidad cristiana que sigue a tan buen pastor.

LECTURAS

  • Jeremías (23,1-6)
  • Salmo 22
  • Efesios (2,13-18)
  • Marcos (6,30-34)

El activismo es mal consejero. Las acciones más duraderas, las que transforman la realidad y a las personas que participan en ellas, deben ser programadas, acompañadas, revisadas y, con la debida gratitud siempre merecida por Dios, celebradas en comunidad. Jesús es un buen maestro, guía espiritual, que entiende su misión en equipo, cuenta con otros para hacerla realidad y los capacita para que le puedan ayudar. Es la Iglesia comunidad de seguidores de Jesús y colaboradores en su tarea de anunciar el Evangelio. Son muchos los objetivos y desempeños que la misión común de la evangelización suscita en la comunidad cristiana: catequesis, liturgia acción socio - caritativa, formación... y todas ellas requieren el acompañamiento y la común celebración de lo que el Espíritu de Jesucristo va gestando y haciendo germinar. Los presbíteros y diáconos acompañan a las parroquias, pero también son necesarios laicos que asumen responsabilidades de servicio y coordinación, acompañando ellos también a sus grupos. Y luego, cada cristiano que se quiera misionero, para anunciar el Evangelio en su entorno, en la familia, el trabajo y las relaciones sociales, deberá ser también acopañante de aquellos a los que quiere presentar la novedad del Reino de Dios. No es de extrañar que el pasado Congreso de Laicos (Puebo de Dios en salida, 2020) propusiera como una de las líneas prioritarias para el laicado el acompañamiento de todos los fieles con todos y de Cristo, Buen Pastor, para todos.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: SE COMPADECIÓ DE ELLOS

DOMINGO 11 DE JULIO: XV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 
No hay por qué renegar del patrimonio de los siglos, lugares de piedra donde tanto se ha orado, puntos de encuentro para despedir la vida y darle la bienvenida, hogares de la fe y plataformas de servicios varios que han enriquecido la vida de los pueblos, barrios y ciudades. Pero, lo que está claro es que hoy la Iglesia debe ser más itinerante; todos sus miembros serán misioneros o serán los últimos de su especie pues Evangelio que no se comunica, marchita y se desvanece. Cada cristiano, cada iniciativa de las parroquias, movimientos apostólicos y congregaciones religiosas se convertirán en aproximación del mensaje de Cristo a la vida real de las personas o verán como su fe se convierte en un museo.

LECTURAS

  • Amós (7,12-15)
  • Sal 84
  • Efesios (1,3-14)
  • Marcos (6,7-13)

Cuando la Iglesia pasó, en el siglo IV, de minoritaria y perseguida a oficial y hegemónica, las casas donde se reunían las comunidades se cambiaron por basílicas. Aún hoy, en plena crisis de decrecimiento, todavía las comunidades parroquiales responden a necesidades cultuales, formativas y sociales de muchas personas y requieren un nivel de complejidad que no parece ser fiel al ideal de simplicidad con el que Jesús enviaba a sus apóstoles a misionar. Es la crisis que conociera San Francisco de Asis cuando su grupo de mendicantes creció de tal manera que sus exigencias desbordaban el modelo que el "poverello" encarnó en su vida y con el que soñaba para toda la Iglesia. Pero, aun cuando no sea literalmente "sin faja ni alforjas, con una túnica y un par de sandalias", la idea itinerante, móvil y servicial sigue siendo la misma. Hay que acercar con proximidad, encuentro y acogida las felices consecuencias de Evangelio (curación, liberación, fraternidad) a quienes más las necesitan. Y para ello, tendremos que pasar de la pastoral estática a la que se mezca con la vida, de la organización burocrática a la flexibilidad que sabe adaptarse a las necesidades de nuestros interlocutores, pasar de la dependencia de un único ministerio (el de los clérigos) a la diversidad de servicios que los carismas bautismales favorecen. Así debemos intentarlo y así nos lo proponían las líneas programáticas del papa en su "Evangelii gaudium" y el resto de su magisterio, hasta llegar a la reciente convocatoria de un sínodo de obispos sobre el carácter colegial (sinodal) de la Iglesia y de la misión. En ello está el papa, intentaremos también ponernos en esa dirección.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EN COMPAÑÍA

DOMINGO 4 DE JULIO: XIV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 
La cotidianidad del vecindario tiene sus incomodidades, es imposible el anonimato, pero, a cambio, también es improbable la soledad, el abandono y la invisibilidad que tanto golpean la vida de las personas mayores y sin apoyos familiares. La cercanía de los vecinos, el reconocimiento mutuo y los roces de la asiduidad pueden aproximarnos al carácter popular que tiene la misión de Jesús. También pueden devolvernos el calor humano de un mensaje profundamente humanizador y germen de fraternidad.

LECTURAS

  • Ezequiel (2,2-5)
  • Sal 122
  • II Pablo a los Corintios (12,7b-10)
  • Marcos (6,1-6)

La fe cristiana es una experiencia comunitaria. Hay un momento para la soledad y el silencio, para el desierto y la contemplación, un momento necesario y que debe ser recurrente, Jesús lo buscaba todos los días. Pero del desierto Jesús salió en busca de los hombres y mujeres de su tiempo, que vivían en los pueblos y las ciudades, que tenían problemas reales y necesidades primarias, acuciantes, inmediatas. En ese mundo de relaciones que van de la familia al vecindario, se tejían los significados, valores y también prejuicios, miedos y reacciones excluyentes. Pero, con sus glorias y miserias, es en ese mundo pequeño y cálido, donde Jesús desarrolla su misión. Y, como también es el mundo de las costumbres y las pequeñeces convertidas en límites infranqueables, Jesús padecerá la incomprensión y la dureza de corazón que a veces se nos pega al alma y que son tan poderosas en los círculos cerrados. Pero aún con esas, sin hacer milagros, rechazado por el miedo a lo novedoso, Jesús no ha rehuido la inmersión en su ambiente originario, les ha acercado la fuerza de Dios que nos hará vencer tantos impedimentos para crecer en comprensión, acogida y conversión. Por eso mismo, tendremos que volver una y otra vez a pronunciar la verdad novedosa del Evangelio para que sacuda nuestras inercias y perezas. Nuestras catequesis, formación, oraciones y celebraciones deberán sortear el riesgo de la rutina y abrirse a la incomodidad del cambio y los descubrimientos, seguro que, al final, también "en casa", resonará con ilusionantes sugerencias el verbo que hace nuevas todas las cosas.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EL CONTINUO VIAJE


DOMINGO 27 DE JUNIO: XIII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

Quien anduviera por los pasillos de aquél cementerio subterráneo en el s. III, hoy conocido como las Catacumbas de Pedro y Marcelino,  difícilmente podría identificar esta escena pintada en la pared. Pero si era un cristiano, sabría que se trataba de una alusión a un pasaje de los evangelios, la curación de la hemorroisa. Este anonimato le convenía a los cristianos que sufrían persecución, pero también concordaba con el meollo del episodio evangélico sobre una mujer anónima, perdida entre la multitud, que se atreve a tocar la orla del manto de Jesús para que su fuerza le cure. Pero a Jesús no le pasa inadvertido el gesto, porque para él nadie es anónimo, todos somos importantes y destinatarios de su propuesta de salvación.

LECTURAS

  • Sabiduría (1,13-15;2,23-24)
  • Salmo 29
  • II Corintios (8,7.9.13-15)
  • Marcos (5,21-43)

Señor Jesús, maestro de Nazaret, comunicador de la sabiduría que da vida y de la salud plena que todos necesitamos, mensajero de Dios y Dios que se nos entrega en tus palabras, tus acciones y tu destino: entre las multitudes que no te conocen, nos acercamos a ti para que nos cures y nos orientes hacia la verdad eterna. Y si no podemos llegar a ti, porque vamos dispersos y confundidos, eres Tú el que llegas hasta nosotros, el que nos visita y pone en pie nuestra dignidad de hijos de Dios, nuestro ánimo para seguir el camino hasta las moradas de la vida sin merma. No quisiéramos perdernos este encuentro, sea por nuestra propia iniciativa de aproximarnos a ti, sea por tu generosa entrada en nuestra casa. Pero como son tantas las distracciones, las preocupaciones y los miedos, queremos imitar a aquella mujer que tocó tu mano, a aquél padre que te buscó para que fueras donde su hija adolecía de muerte. Mas también deseamos darte a conocer, publicar la vida nueva que brota de ti, contarle a las multitudes el sentido que tú generas en las vidas de los que te siguen. Con la ayuda de tu Espíritu intentaremos, al menos, evitar ser un estorbo que dificulte el acceso hasta tu persona de aquellos que te necesitan. No permitas que nuestras incoherencias y las torpes sustituciones de tu Evangelio por nuestras ideas, costumbres y normas, nos conviertan en obstáculos para que los hombres, mis hermanos, lleguen a conocerte y saborear de la dicha del Reino de Dios. Y si no lo consiguiéramos, volveremos, con la acuciante urgencia del que se juega la vida, a rozar siquiera tu impronta divina, porque aunque sabemos que no somos dignos de que entres en nuestra casa... "una palabra tuya bastará para sanarnos".

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: DOS MUJERES ENTRE UNA GRAN MULTITUD