DOMINGO 25 DE JULIO: XVII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 

Con motivo del VIII centenario de la muerte de Santo Domingo de Guzmán (6 de agosto de 1221) el papa Francisco ha concedido a la familia dominicana un Año Jubilar de Santo Domingo, que culminará el 6 de enero de 2022. Nuestra parroquia, para conmemorar esta efeméride de su santo titular, también se une a este año jubilar, empezando por celebrar este año su fiesta (8 de agosto) con más intensidad. Estáis todos invitados. Tras las vacaciones del verano realizaremos otras actividades previstar por el Consejo de Pastoral de la parroquia.

LECTURAS

  • II Reyes (4,42-44)
  • Sal 144,10-11.15-16.17-18
  • Efesios (4,1-6)
  • Juan (6,1-15)

La estructura general del leccionario para la lectura continua de la Palabra de Dios ha situado en el ciclo B, que es el de este año, al hilo del Evangelio de Marcos, el discurso del pan de vida de Juan (capítulo 6), desde el domingo XVII hasta el XXI de Tiempo Ordinario. Además de evitar que esta importante reflexión del cuarto evangelio no falte en la lectura litúrgica, esta incursión teológica a medio recorrido del trayecto tan narrativo y centrado en los hechos de Jesús que llevamos con Marcos, permite una parada en el camino para tomar fuerzas (pan es alimento) y realzar al mensajero como máxima expresión de su mensaje: Jesús es pan de vida. Y, todavía más, este paréntesis teológico y meditativo, viene justo después del “retiro” de Jesús con sus discípulos para descansar y discernir lo que estaban viviendo (Mc 6,30-34), dándole así una profundización que bien merece la colaboración de ambos evangelistas, uno (san Marcos) pone el hilo conductor, el camino, y el otro (San Juan) la experiencia mística de la comunión con el mismo ser de Cristo, la entrega que da vida.

Pero, vayamos a Juan… No, ni siquiera el éxito esporádico de saciar a la multitud cambia la idea de Jesús sobre su misión y ministerio. No es la aspiración a ser el centro y descollar sobre todo lo que anima al profeta de Nazaret. Su Padre quiere que todos se sacien, que toda la humanidad logre vivir con la dignidad que se merecen. Y a conseguirlo dedica el Hijo todas sus energías, pero el fin no es Él mismo, sino servir, nutrir y seguir adelante. Todo un programa para quienes quieran encontrar el sentido de sus vidas en el compromiso, el amor y la fraternidad universal. No solo nos muestra el sentido de la Buena Nueva (la felicidad plena para todos) sino también su metodología: la entrega abnegada, perseverante y humilde. Y por eso consigue multiplicar y saciar, como a veces nos ocurre a nosotros cuando, pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.

En el contexto del Año Jubilar por el VIII centenario de la muerte de Santo Domingo, este texto de Juan sobre la multiplicación de los panes y los peces, y el consiguiente discurso de Jesús sobre el pan de vida, nos hace pensar en la coherencia con la que Domingo de Guzmán interpretó el evangelio como una llamada a convertir nuestra propia vida en entrega. Para él, esa entrega se realizaba en el apostolado misionero de la predicación, en la vida comunitaria de la fraternidad y en la apuesta por una vida pobre totalmente dedicada a la misión. Sentarse en la mesa con Santo Domingo es participar de su celo por una vida evangelizadora porque es evangélica: sencilla, libre y profética. Nuestra parroquia pide la intercesión de su santo patrono para ser también una comunidad que se empeñe con todas sus actividades en predicar el Evangelio y vivirlo con nuestras relaciones de hermanos y hermanas que se alimentan del pan de vida que es Jesucristo.

LECTIO DIVINA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: JUNTO AL LAGO

No hay comentarios:

Publicar un comentario