VIERNES SANTO


PAPA FRANCISCO: ORACIÓN VIA CRUCIS DEL VIERNES SANTO DE 2022

SERMÓN DE LAS 7 PALABRAS (PARROQUIA DE SAN JOSÉ 2023)

SEMANA SANTA EN LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Viernes Santo: Via Crucis 11h; Oficios de la Pasión del Señor 19:30
  • Vigilia Pascual: Sábado 23h.
  • Domingo de Pascua: 11:30; 12:30; 19:30

LECTURAS

  • Isaías (52,13–53,12)
  • Sal 30,2.6.12-13.15-16.17.25
  • Hebreos (4,14-16;5,7-9)
  • Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42)
Todos errábamos como ovejas, cada uno por su camino y tu vida nos reunió, nos convocó a la voz del pastor bueno que da su vida por los suyos. Tu evangelio de la fraternidad universal y de la paternidad de Dios, nos devolvió nuestro verdadero rostro, el rostro humano que ahora, desfigurado en la cruz, tú nos lo muestras también bajo el signo del varón de los dolores, sin belleza. Y si no queremos volver el rostro cuando pareces el desecho de los hombres, es porque necestiamos mirarte para reconocerte y encontrarnos con tantas otras víctimas de los desprecios y las ignominias de las que somos capaces por egoísmo. Tu pasión, Señor Jesús, como cordero llevado al matadero, nos hace mirar cara a cara los niños víctimas de la guerra y la pobreza, los mayores abandonados y menospreciados, la perplejidad y extravío de muchos jóvenes hastiados antes de haber vivido. 
Y aunque el profeta Isaías supo predecir que tu destino desbordaría la muerte y tu vida resucitada acabaría por sobreponerse a todos los quebrantos y humillaciones, ahora miramos tu prendimiento y condena, el calvario y la cruz, la muerte y el sepulcro, sin ir más allá. Y no será porque nos falte fe en tu resurrección, ni en el triunfo del amor que Dios hace posible, pero necesitamos detenernos en este instante en el que también se paró el mundo, para profundizar en su significado compasivo y su invitación a la solidaridad activa con los que sufren. Sí, ahora, miraremos al que atravesaron y permaneceremos ante este sepulcro nuevo donde, con piedad y admiración han puesto tu cuerpo. Nuestro silencio será, por ahora, la mejor expresión de la respuesta sincera y decisiva que tu vida ha despertado en lo más hondo de nosotros. Porque, si en esta muerte y todas sus injusticias e interrogantes se cumple todo lo que tú has sido, necesitamos meditarlo, con el alma en vilo, sin precipitar la mañana del primer día y su luz que lo hace todo nuevo. Llegará la alborada del día de Pascua, pero ahora, mudos y expectantes, contemplamos tu muerte, respetamos tu libertad, adoramos tu abnegación, agradecemos tu generosidad, acogemos tu ofrenda y, con toda la piedad del mundo, permanecemos junto a ti.


No hay comentarios:

Publicar un comentario