LECTURAS
- Exodo 24, 3-8
- Sal. 115, 12-13. 15 y 16bc. 17-18 R: Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre, Señor.
- Hebreos 9, 11-15
- Marcos 14, 12-16. 22-26
La Eucaristía es la acogida plena, por parte de los cristianos, de la entrega sin límites de la vida de Jesús de Nazaret, la tienda en la que Dios acampó entre nosotros para que nunca dejemos a nadie totalmente a la intemperie, desprovisto de pan y techo, de libertad y dignidad. La unión entre la Eucaristía y el amor que ha movido toda la vida de Jesús, es la misma unión que hay entre la celebración del Corpus y Cáritas. Porque con la ayuda que Cáritas presta a los más pobres y desprotegidos, nos quisierámos dar nosotros mismos como Cristo se nos da y se reparte, se pone a servir y hace de su vida misma donación amorosa y desinteresada. Así debiera ser nuestra caridad, así quisiéramos que nos aprovechara y motivara la Eucaristía, como ocasión de solidaria compasión y fraternal solicitud para quien nos necesita.