DOMINGO DE RAMOS

 

LECTURAS

  • Lucas (19, 28-40)
  • Isaías (50,4-17)
  • Sal 21,2a.8-9.17-18a.19-20.23-24
  • Filipenses (2,6-11)
  • Lucas (22,14–23,56)

Antes de proclamar la pasión, con los ramos en las manos, escucharemos el evangelio de Lucas que narra la entrada de Jesús en Jerusalén. En los sinópticos, Jerusalén culmina el camino que trae Jesús con sus discípulos desde Galilea. Juan conoce en su evangelio varias visitas de Jesús a la ciudad santa, antes de la última, que será ocasión de la "glorificación" del Hijo. Para Lucas, este camino es algo más que un hilo narrativo, se trata de la esencia misma del cristianismo: caminar con Jesús. No en vano, así denomina Lucas a los cristianos en el libro de los Hechos, "pertenecer al camino". Pero, también es el camino figura de la propia misión de Jesús, caminar hacia su propio cumplimiento ("Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", citando el salmo 31,5), como expresión máxima de la misericordia de Dios ("Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"; y al buen ladrón: "hoy estarás conmigo en el paríso"). 

Los cuatro evangelios recogen la entrada de Jesús, sobre un pollino (idea mesiánica inspirada en Zac 9, 9-10) y recibido por la multitud. Lucas sigue a Marcos, pero le añade algunos detalles, como el de los comentarios críticos de los fariseos hacia la actitud entusiasta de los discípulos, que le da pie a Jesús para profetizar que nada -ni la cruz en ciernes- podá silenciar la trascendencia de lo que aquí se acerca ya a su culmen: "Si estos callaran, gritarían las piedras". Y nosotros nos sumamos también a esa algazara, para confirmar el significado de Jesús como Señor de la humildad y la fidelidad. Y lo hacemos, con la voluntad de seguir proclamándolo cuando, de manera sufriente y humillada, sea la pasión y no los vítores, la que lleve a su cota más elevada este camino que, asciende descendiendo, avanza muriendo, arriba a su meta abandonándose a Dios.

Aún con sus diferencias, las cuatro pasiones evangélicas se parecen mucho. El Viernes Santo se lee siempre la de Juan, y el Domingo de Ramos, una cada ciclo: Mateo en el ciclo A, Marcos en el B y en el C la de Lucas. 

Peculiaridades de la versión lucana son el reconocimiento mayor del papel de las mujeres (el detalle de las mujeres que le salen al encuentro en el camino al calvario es suyo), el buen ladrón que se apiada de Jesús, el ángel consolando a Jesús en Getsemaní, una mayor comprensión con los apóstoles… En fin, detalles que suavizan y ponen bálsamo en algunas aristas del relato para que prevalezca, una vez más, la mirada de misericordia. Prueba de esta intención es que ponga en boca de Jesús en la cruz una exclamación última de fe: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Salmo 30). 

Aparte de esto, la pasión de Jesús, con todo su dramatismo, además de un intento de explicar cómo pudo pasar aquello y por qué tuvo que pasar, gravita sobre el reconocimiento de una constante en la vida de Jesús que ha ido apareciendo por aquí y por allá: la responsable aceptación de los riesgos de una vida vivida a conciencia; en este caso, de una vida entregada a conciencia. Además de a la cruz de madera, Jesús tiene que enfrentarse a otras no menos dolorosas: el abandono de sus discípulos, la ruptura con la institución que ha mantenido la tradición y la fe de Israel, y la soledad espiritual, o noche del alma, al no encontrar —al menos en el modo más palpable que le acompañó durante su misión— a Dios en aquella acumulación de odio y dolor. Abandono, desarraigo, soledad mística. Todo converge en el silencio y la espera de la tumba.

HOJA DOMINICAL


HORARIOS DE SEMANA SANTA


10 de abril, DOMINGO DE RAMOS. 

  • Misa con bendición de los ramos: 11:30; 12:30 y 19:30
14 de abril, JUEVES SANTO. 

  • Misa se la Cena del Señor: 19h.
  • Hora Santa: 22h.
15 de abril, VIERNES SANTO

  • Vía Crucis: 11h.
  • Oficios de la Pasión del Señor: 19:30
16 de abril, SÁBADO DE GLORIA

  • Vigilia Pascual: 23h.
17 de abril, DOMINGO DE PASCUA

  • Misas 11:30; 12:30 y 19:30

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