DOMINGO 2 DE MARZO: VIII DE TIEMPO ORDINARIO

 
Al igual que el ya difunto Julio Anguita (descanse en paz) repetía machacón el mantra de "Programa, programa, programa", en esto de la fe y la espiritualidad, pareciera que Jesús nos dice insistente: "itinerario,  itinerario, itinerario". Esta idea del itinerario supone varias verdades fundamentales sobre la esencia de cristianismo: es un proceso, es una experiencia, tiene etapas y siempre depende de las decisiones que a cada momento hayamos de tomar. Pero también: hay un mapa (el Evangelio), hay un acompañante y guía (Jesucristo) y contamos con un equipo de marcha: la Iglesia. 

LECTURAS

  • Eclo 27, 4-7. No elogies a nadie antes de oírlo hablar.
  • Sal 91. R. Es bueno darte gracias, Señor.
  • 1 Cor 15, 54-58. Nos da la victoria por medio de Jesucristo.
  • Lc 6, 39-45. De lo que rebosa el corazón habla la boca.

Si superamos la tentación de leer las recomendaciones de Jesús como normas legales o meras jaculatorias devocionales, veremos por debajo de todas ellas y como horizonte al que todas tienden la comprensión de la vida y de la fe como una realidad inseparable. De esta unidad de fe y vida se desprende que lo que creemos es una forma de vivir y que sólo desde la experiencia la fe y la espiritualidad son verdaderamente ellas mismas. Y decir experiencia es decir historia personal y social, individualidad y relaciones, aspiraciones y necesidades básicas, ideas y sentimientos... Por eso Jesús nos habla de la necesidad de un guía y del acompañamiento; de la importancia de llevar al terreno de la moral cotidiana lo que creemos para que no se queden en principios vacío; del fin, objetivo o meta de todo lo que llevamos entre manos: atesorar en el corazón toda la bondad posible, que será lo que demos y lo que permanecerá en la cosecha eterna de Dios.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: VIVIR EL EVANGELIO

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: LA FALTA DE VERDAD SOCAVA LOS PILARES DE LA CONCIENCIA MORAL Y LA CONVIVENCIA

COMENTARIO AUDIVISUAL DE VERBO DIVINO: LA PALABRA, EL FRUTO Y LA CEGUERA

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DOMINGO 23 DE FEBRERO: VII DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 

Es la ayuda, claro que sí, pero sobre todo es la sonrisa, y el abrazo, y el semblante franco y abierto, alegre y amistoso. De esto se trata, por aqui va lo esencial del Evangelio y lo prioritario de la moral cristiana. Y será con los inmigrantes, con los niños y los mayores, con los vecinos y la familia, porque la misericordia y la ternura, el perdón y la caridad tienen un destino universal, como el de los bienes, como la vida. Lo que no será ni pasará es que la novedad del amor se quede infecunda o paralizada, porque su efecto siempre es transformador, para todos, sin sujetos pacientes, todos protagonistas y todos destinatarios. Esto no nos dejará indiferentes, no debiéramos pasarlo por alto: el amor es lo más importante.

LECTURAS

  • 1 Sam 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23. El Señor te ha entregado hoy en mi poder, pero yo no he querido extender la mano.
  • Sal 102. R. El Señor es compasivo y misericordioso.
  • 1 Cor 15, 45-49. Lo mismo que hemos llevado la imagen del hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.
  • Lc 6, 27-38. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso.

Aunque Nietzsche tenía sus agravios con Jesucristo y más todavía con los cristianos, sin embargo no dejó de reconocer su grandeza y su admiración por su persona, porque se atrevió a vivir diferente, porque decidió vivir su propia vida. Lo que Nietzsche no comprendió es que toda esa novedad, todo ese arrojo y determinación de Jesús, venían de su profunda conexión con Dios, de su complicidad filial con el Padre. Y cuando los que sí creemos en Cristo como el Hijo de Dios y su palabra encarnada, queremos imitarle y considerar el amor, el perdón y la caridad solidaria como nuestras máximas aspiraciones morales, tampoco debiéramos olvidar que estos valores de generosidad, misericordia y abnegación sólo con Dios son posibles, sólo por Dios alcanzan su máxima realización, sólo en Dios serán reconocidos y plemanemente correspondidos. Porque Dios es el origen y la meta de esta corriente transformadora de la vida que Jesús nos propone como ideal de vida: amar, servir y perdonar.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: EL DESAFÍO MORAL

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: AMOR AL ENEMIGO

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: DAR COLOR A LA VIDA

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DOMINGO 16 DE FEBRERO: VI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 
No se puede llegar a ningún destino sin emprender el camino y tomar una dirección. Ni el inmovilismo que nos encierra en una ciega pasividad, ni la falta de coraje para elegir la ruta y renunciar a otras vías alternativas, nos harán llegar muy lejos. Por más que lo queramos todo, se impone la elección que siempre supone renuncias. Lo que hay que tener claro es dónde queríamos ir, quiénes queremos ser. Jesús, ya lo anunció el viejo Simeón, es un signo de contradicción, una piedra de escándalo, una inaplazable toma de opción.

LECTURAS

- Jer 17, 5-8. Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor.
- Sal 1. R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
- 1 Cor 15, 12. 16-20. Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido.
- Lc 6, 17. 20-26. Bienaventurados los pobres. Ay de vosotros los ricos.

Las bienaventuranzas tienen su contrapunto en las serias advertencias contra las actitudes y situaciones que las expulsan o imposibilitan: la riqueza, la saciedad, la alegría irresponsable, la autocomplacencia fatua y estresante. Aunque el propio Cristo nos connminó a no maldecir (Lc 6, 28; Rm 12, 14), estas admoniciones tienen el tono de auténticas maldiciones. Sin embargo, leídas tras las bienaventuranzas, los "ayes" que las siguen, más que profetizar calamidades y castigos, señalan las consecuencias que se desprenden de una vida cerrada sobre nosotros mismos, en una orientación circunflexa que nos impida reconocernos parte de una misma humanidad, solidarios de una historia común. La riqueza que da la espalda a la miseria -cuando no se debe a ella-; la necedad de creer que lo que tenemos y sabemos puede colmar todas las expectativas de pleno cumplimiento de nuestras vidas; la felicidad que ignora sin compasión el sufimiento de los demás; la búsqueda permanente de aprobación y alabanza, todas esas opciones equivocadas son causantes de un señuelo de la verdadera bienaventuranza, la que sólo se alcanza por el camino del amor y bajo el arco de la gracia de Dios. Sin la sabiduría y la espiritualidad que permiten descubrir y gozar la verdadera e imperecedera dicha, bienaventuranzas y malaventuranzas son incomprensibles. Es la sabiduría y la espiritualidad del don y la fe, la generosidad  y la comunión con Dios y entre nosotros, las que dan sentido a las unas y medida de las otras, las que debiéramos intentar sortear con una apuesta decidida por Dios y su propuesta de felicidad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: ALEGRES

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: TOMAR EN SERIO A LOS POBRES

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: TESTIGOS ALEGRES

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DOMINGO 9 DE FEBRERO: V DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C). CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS

 
Decía Agustín Goytisolo, en su famoso poema Palabras para Julia que "un hombre solo, una mujer, así tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada". Sin negar la insobornable dignidad e importancia de cada persona, así aislados perdemos parte de nuestra esencia, estamos incompletos y no podríamos subsistir. Como tampoco podemos negar que, en ocasiones, las multitudes, las muchedumbres, además de agobiantes, tienen comportamientos que parecen negar nuestra humanidad, que se convierten en "masas". Pero, por debajo de todos los riesgos y más allá de las incomodidades de la concurrencia de los más, también se dibuja en el aparente rostro informe de la multitud los rasgos de lo que nos une y nos hace partícipes de un mismo destino, cómplices de los riesgos comunes de quienes viven juntos, aman, trabajan y sufren de manera mucho más similar de lo que a veces somos conscientes. Jesús se dirige a la multitud, la escucha, la atiende y si de entre ellos elige a unos pocos es para reenviarlos de nuevo a la pesca milagrosa de la humanidad perdida, aquella que sólo Dios puede orientar hacia su verdadero desarrollo y plenitud, porque sólo en Dios hallamos nuestro verdadero rostro de seres humanos, irrepetibles pero tan parecidos.

LECTURAS

  • Is 6, 1-2a. 3-8. Aquí estoy, mándame.
  • Sal 137. R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
  • 1 Cor 15, 1-11. Predicamos así, y así lo creísteis vosotros.
  • Llc 5, 1-11. Dejándolo todo, lo siguieron.

Para ser pescadores de hombres, recuperadores de lo que somos o podríamos ser, para servir como expertos en humanidad, es menester haberse mezclado con la multitud, no tanto en su mera aglomeración, sino en las situaciones y condiciones que todos compartimos aunque a veces las ignoremos: el sufrimiento, el amor, la soledad, la comunión, la solidaridad, la fragilidad... Cuando Jesús, de entre los muchos que le escuchan elige y envía sabe que, por más que a veces asuste, la humanidad no es una fiera a pesar de sus descontrolados excesos, sino una criatura permanentemente necesitada de encontrarse y completarse. El envío misionero de los apóstoles, que es el envío evangelizador de todos los que somos cristianos, nos pide que, lejos de elitismos y prepotencias, nos sumerjamos con misericordia en las profundidades de la marea humana, donde hay monstruos, pero también tiernas promesas de fraternidad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: LA LLAMADA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: NO TEMAS

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: GRACIAS MAMÁ

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DOMINGO 2 DE FEBRERO: PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Además del valor de la fidelidad a lo heredado, más allá de la fuerza de la costumbre y el respeto a los antepasados, las tradiciones son una enriquecedora experiencia de humildad y sabiduria, las que se experimentan cuando uno reconoce que todo no lo hacemos nosotros, que hay mucho que nos supera y nos mejora. Este sentido revelador de la tradición está presente en los evangelios, tanto por parte de la sagrada familia de Nazaret como en el mismo Jesús, que desbordando el significado ritualista del templo y el formalismo de las normas, no dejó por ello de sumarse a la corriente viva de la tradición para ir más allá de ella, pero, a partir de ella.

LECTURAS

  • Mal 3, 1-4. Llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis bus cando. 
  • Sal 23. R. El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
  • Heb 2, 14-18. Tenía que parecerse en todo a sus hermanos. 
  • Lc 2, 22-40. Mis ojos han visto a tu Salvador.

La tensión que hay en Jesús entre el pasado y el futuro que empieza con Él, entre la promesa y el cumplimiento que Él realiza, es una relación dinámica de continuidad y superación que se hace patente en esta escena de la presentación del niño en el Templo. Junto al cumplimiento de la norma ritual, acompañado por la espera paciente y fiel de los profetas (Simeón y Ana), brota la radiante esperanza de que las expectativas suscitadas por las promesas de Dios se cumplan. Es el colofón de la paciencia de aquellos devotos y recomendación -que Jesús hará suya para los suyos- de la perseverancia. Hoy, con María y José, con los ancianos Simeón y Ana, con la tradición judía y la historia cristiana, volvemos a presentar y reconocer en Jesús el horizonte máximo de nuestras aspiraciones y el camino para alcanzarlas: "porque mis ojos han visto a tu salvador".


LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO BÍBLICO DE J. A. PAGOLA: NADIE ESTÁ SOLO

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO


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DOMINGO 26 DE ENERO: III DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C) DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

 
La vuelta de Jesús a Galilea, procedente del desierto, después del tiempo de discernimiento y decisión, es un amanecer en el que todo, se tiende ante los ojos y el alma para emprender un camino virgen. Una nueva etapa que se abre sin negar ni ignorar de donde viene, por eso empieza en Nazaret. Tan vasto como el horizonte inédito de la misión que se dispone a iniciar es el impulso del Espíritu que lo llena, le sostiene, lo anima e inspira: el espíritu de Dios, el espíritu profético que habla desde dentro y se expresa con la vida toda del que se ha puesto en sus manos. La Palabra de Dios es cauce para que nos llegue también a nosotros el Espíritu Santo, si antes nos ponemos a la escucha en el silencio y nos predisponemos a dejarnos llevar por él en el compromiso que seguro nos suscitará.

LECTURAS

  • Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10
  • Salmo 18, 8. 9. 10. 15 R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
  • I Corintios 12, 12-30
  • Lucas 1, 1-4; 4, 14- 21

Vuelve Jesús a Nazaret, "donde se había criado", pero ya no es el mismo que conocieron sus paisanos. Sigue siendo el hijo de María y de José, y allí viven sus hermanos, pero el desierto le ha cambiado. El bautismo de Juan ya presupone que Jesús bajó a Judea respondiendo a una llamada que viene de antes y de más adentro, también de más arriba. Con el bautismo y el tiempo de silencio y escucha de la voz de Dios en el desierto, el Hijo asume la misión, el profeta recibe su tarea, el maestro alcanza la madurez que le pemitirá guiar a otros. Todo viene del Espíritu: la crianza y la dulzura del hogar y del pueblo, la búsqueda y la peregrinación a las fuentes de la Palabra, la decisión y el impuso misionero. Todo es obra del Espíritu que ya está dentro de Él, como habita también en nuestro interior, pero la cuestión es reconocerlo y seguir sus mociones. Y donde está el Espíritu divino hay envío, hay compromiso y acción. Junto a Jesús asistimos al amanecer de su misión evangelizadora y como Él nos ponemos sobre las alas del Espíritu de la Buena Noticia para los que más la necesitan: los pobres, los desanimados y abatidos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: LA PALABRA DE DIOS

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: LA PRIMERA MIRADA

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: EL PUZLE DE TU VIDA

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DOMINGO 19 DE ENERO: II DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 

La flor del almendro es la más tempranera, por eso, muchas veces se hiela, pero convierte al ábol que engalana en una primicia de la primavera, en un lucero de la vida que se renueva. El primer signo que hizo Jesús, según el evangelio de San Juan, fue el de las bodas de Caná. Esa manifestación de que la fiesta debe ser bendecida, la alegría protegida  y las familias apoyadas se convierte para el teológico y simbólico cuarto evangelio en una floración madrugadora de una nueva alianza entre Dios y la humanidad sellada, como el brindis de una boda, con el vino nuevo de la Buena nueva, con la sangre de Cristo, la que que será derramada en la cruz y la que late para animar su misión a partir de esta apertura nupcial, festiva y solidaria.

LECTURAS

  • Is 62, 1-5. Se regocija el marido con su esposa.
  • Sal 95. R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
  • 1 Cor 12, 4-11. El mismo y único Espíritu reparte a cada uno en particu lar como él quiere.
  • Jn 2, 1-11. Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea.

Sólo siete y nada más que siete milagros hace Jesús en el Evangelio de Juan, que los llama, a los milagros, signos. Porque los  milagros son signos de aquello que motiva toda la acción de Cristo: manifestar el amor de Dios que nos ofrece una vida nueva. El vino que sustituye al agua de las abluciones rituales de los judíos, es la nueva alianza, la sangre misma de Cristo, que sostendrá su misión y será derramada como fuente de agua viva en la cruz. Los esponsales que sirven de pretexto para esta obertura de la acción reveladora del que es palabra hecha carne, nos habla del íntimo vínculo de amor entre el Hijo y Dios: Padre y Espíritu. Pero son también las nupcias de Dios con la humanidad, pues no otra cosa que la participación en esa íntima comunión de Dios es lo que Jesús viene a compartir con nosotros. Agradecemos a la virgen María, madre tan solícita como atenta, que inste a Jesús a este gozoso principio de su obra reveladora. Y, de paso, nos advertimos de que la fe no puede vivirse sin alegría, pues mientras esté el novio con nosotros es tiempo de celebración y dicha.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: DESATANUDOS

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: ALEGRÍA Y AMOR

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: TU VIDA TU MILAGRO

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DOMINGO 12 DE ENERO: EL BAUTISMO DEL SEÑOR (CICLO C)

 
Con la fuerza de lo que, oculto, busca manifestarse y comunicarse; con la altura de lo que se ha atesorado en las profundidades de su origen y aspira a elevarse para mejor servir, así, con esa intensidad y empuje la vocación de Cristo madurada en la vida oculta de Nazaret y acendrada en su íntima comunión con Dios, se muestra en el Bautismo y se confirmará en el periodo del desierto, probándose con las tentaciones. Y lo que a Cristo le pasa y Cristo vive nos muestra el itinerario que todos deberemos seguir para que nuestra propia vocación llegue a su plena realización.

LECTURAS

  • Is 42, 1-4. 6-7. Mirad a mi siervo, en quien me complazco.
  • Sal 28. R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
  • Hch 10, 34-38. Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo.
  • Lc 3, 15-16. 21-22. Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos.

El Bautismo de Jesús en el Jordán, a manos de Juan Bautista, expresa la dimensión personal y espiritual de la propia vocación del Hijo de Dios, pero  también la dimensión comunitaria y misionera de esa vocación. Lo que Jesús está llamado a ser, lo que Dios ha dispuesto para su Hijo y Jesús debe asumir en libertad y con su propio compromiso personal, también está destinado a convertirse en el cumplimiento de lo que Dios había anunciado por los profetas, en la ampliación a todos los pueblos de la tierra de la condición de pueblo elegido que era propia de Israel. Itinerario personal y universal, histórico y eterno, que enlaza con el pasado (los profetas, el Bautista) y da comienzo al futuro del Reino de Dios: "Tú eres mi hijo, el amado, en ti me complazco".

Junto a la debida adoración y contemplación que suscitan todos los misterios de la vida de Jesús, nuestro salvador, vivimos la celebración de su Bautismo y el inicio de su misión evangelizadora como una propuesta para todos los que le seguimos. Es la propuesta de una vida de comunión con Dios y obediente servicio a su voluntad de fraternidad, a su proyecto del Reinado del amor y la compasión.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: RENACER


COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: TOMAR CONCIENCIA


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6 DE ENERO: EPIFANÍA

 
Dirigidas por su sentido de la orientación, las aves migratorias van y vuelven surcando cielos que cubren tierras muy diferentes, climas contrarios, variados paisajes naturales y humanos. Para nosotros, en nuestro peregrinar personal y universal, como para las aves y los magos de oriente, la naturaleza nos ofrece pistas que marcan el camino y sugieren el sentido de la marcha. La Creación de  Dios, desde las estrellas a las células, abarcando planetas y ecosistemas, es el primer mensaje con el que el Creador nos invita a salirle al encuentro, a reconcer su intención bondadosa y su finalidad incluyente, pues para toda la humanidad es este mensaje y a toda ella compete su recíproca correspondencia.

LECTURAS

  • Is 60, 1-6. La gloria del Señor amanece sobre ti.
  • Sal 71. R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
  • Ef 3, 2-3a. 5-6. Ahora ha sido revelado que los gentiles son coherederos de la promesa.
  • Mt 2, 1-12. Venimos a adorar al Rey.

La estrella que guiara a los magos hasta el niño de María y José, como la atención a los cielos de los extranjeros que buscan al que ha nacido en Belén, nos hablan de la profunda conexión que hay entre el cosmos al que pertenecemos y la intencionalidad que el Dios creador le dio a todo cuanto existe. Para aquellos vigilantes de los astros, como para todos los humanos que tenemos preguntas y queremos darle a nuestros pasos una dirección que les de sentido, la vida querida por Dios y manifiesta en toda la realidad creada es un mapa que nos ayuda a encaminar nuestros pasos hacia su meta. La condición de extranjeros, como la de caminantes, hace de los magos imagen de nuestra común marcha y, al mismo tiempo, viaje particular e irrepetible para cada uno. No puede ser que hasta los astros y las hormigas, los cielos y la tierra nos hablen de Dios y sintamos extrañeza y rechazo por las diferencias culturales, étnicas o nacionales de las personas con las que hacemos la misma singladura y acometemos el mismo y extraordinario viaje hacia Dios. Una vez más, la tentación de la xenofobia, el racismo y la intolerancia para con el diferente, rompen la íntima conexión que hay entre todos nosotros y el Dios que nos creó.

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: DIFICULTAD PARA ADORAR A DIOS

DOMINGO 5 DE ENERO: II DE NAVIDAD (CICLO C)

"A cuantos la reciben les da el poder de ser hijos de Dios". Nuestra condición plena es fruto de un proceso que Dios inicia, facilita y potencia, pero que sólo nosotros podemos encaminar hacia su plena realización con nuestra decisión de aceptar, acoger y madurar lo que Dios nos ha dado en Jesucristo, la Palabra hecha carne, la luz que vino al mundo, la vida del mundo.

LECTURAS

  • Eclo 24, 1-2. 8-12. La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido.
  • Sal 147. R. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
  • Ef 1, 3-6. 15-18. Él nos ha destinado por medio de Jesucristo a ser sus hijos.
  • Jn 1, 1-18. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

En este tiempo de Navidad, volvemos a leer en el segundo domingo, el prólogo del evangelio de san Juan. Volvemos a escuchar el anuncio de que la Palabra que es Dios ha llegado hasta nosotros. Pero la acogida de esa Palabra es cosa nuestra. Como las tinieblas, también nosotros podemos rechazar la luz, como el mundo podemos ignorar la vida verdadera. La Palabra en nuestros corazones es semilla, fuente, impronta, pero sus frutos necesitan de nuestra decidida voluntad de maduración y desarrollo. Empecemos por acogerla, con apertura incondicional y entregada confianza. Esta hospitalidad para con la Palabra que es Cristo, exige contemplación, silencio  y escucha. Aunque también será preciso movilizar nuestras cualidades, reordenar las prioridades y dedicar tiempo e inteligencia al compromiso con esa misma vida que la Palabra ha engendrado en nuestro ser, la vida que corre peligro por la injusticia, se ve amenazada por el egoismo, languidece a causa de una rutina consumista e indolente. La Palabra nos hace capaces de ser hijos de Dios y, por ello, comprometidos con la fraternidad solidaria y compasiva en la que Dios se complace.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: HABITAR


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1 DE ENERO: SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS. JORNADA POR LA PAZ

 
A los ocho días, como mandaba la ley de Moisés, Jesús recibió su nombre, el que a María le inspirara Dios y el que significaba su misión: Joshuá, Dios salva. El día del nombre de Jesús, es también el día de su santa madre que le dio ese nombre y contribuyó a que fuera relidad la verdad encerrada en él. También este día primero del año, la Iglesia lo dedica a orar, reflexionar y comprometerse por la paz. En su mensaje, "Perdona nuestras ofensas. Concédenos tu paz", el papa Francisco propone tres acciones en favor de la plena dignidad de todas las personas y todos los pueblos: el perdón de la deudad externa de los pueblos empobrecidos, la defensa de la vida desde su concepción hasta la muerte y la creación de un fondo contra el hambre. Nos sumamos a estas intenciones e intentaremos que se conviertan en acciones.

JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ. MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO: "PÉRDONA NUESTRAS OFENSAS. CONCÉDENOS TU PAZ"

LECTURAS

  • Num 6, 22-27. Invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré.
  • Sal 66. R. Que Dios tenga piedad y nos bendiga.
  • Gal 4, 4-7. Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer.
  • Lc 2, 16-21. Encontraron a María y a José y al niño. Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.

El nombre que según el evangelio de Lucas el ángel propuso para el hijo primogénito de la Virgen María expresa la misión que Jesús realizará con toda su vida: Dios nos salva; porque el Dios del que Cristo nos va a hablar con su entrega es el único que salva, el que sólo puede salvar. Esta verdad del ser y la historia de Jesucristo confirma las profecías, sí, pero también se convierte en la promesa permanentemente ofrecida por parte de Dios de que en la acogida de Jesús, en su evangelio y en el seguimiento como discípulos suyos, hay salvación, sanación, reconciliación, vida plena, paz auténtica. 

Con esta oferta de Dios hecha realidad en su Hijo Jesucristo, los cristianos orientamos nuestras vidas en la dirección que marcan sus palabras y obras, y sobre todo, su vida misma, verdadero evangelio de Dios. Para nosotros, la mejor prosperidad que podríamos alcanzar en el año nuevo, es que avancemos y maduremos como discípulos de Jesús de Nazaret, en el que Dios salva. Ese es el deseo que nos hacemos todos los años y con el que podríamos, si se cumple, contribuir al anhelo de paz para toda la humanidad. Pues, para trabajar por la paz, cada uno deberá hallar antes el propósito de su vida, el cimiento y la meta de nuestros años pasados y nuevos. Y nuestro fundamento y acicate se encierran en el bendito nombre de Jesús, en su confirmación de que Dios lo que quiere es salvar.