DOMINGO 18 DE FEBRERO: I DE CUARESMA

 
La revelación de Dios que encontramos en el Antiguo Testamento enhebra dos realidades de fe y compromiso: la alianza y la promesa. Por ese pacto de amor entre Dios y su pueblo, Dios mantiene siempre viva su promesa de misericordia e Israel se compromete a corresponderle con su fidelidad. Con Jesús, la alianza y la promesa llegan a su punto culiminante, tanto por la universalidad de los destinatarios, como por la profundidad y libertad de su interiorización en la conciencia de los que le seguimos. Merece la pena prepararse concienzudamente para que tan elevada propuesta de filiación y salvación no nos sobrevenga sin la debida atención y disponibilidad.

MENSAJE DEL PAPA PARA LA CUARESMA 2024

LECTURAS

  • Génesis 9, 8-15
  • Salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9 R/. Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza.
  • I Pedro 3,18-22
  • Marcos 1, 12-15

Al igual que Israel en el Sinaí, del mismo modo que ocurriera entre Abrahám y Yahvé, Jesús establece un pacto con el Dios al que llama Padre. Un pacto que sella con su fidelidad a prueba de tentaciones. O mejor dicho, por su fidelidad probada en las tentaciones. Porque la respuesta de Jesús a las tentaciones de la vanidad, la autosuficiencia y el invididualismo egoísta es su total entrega a los planes de Dios, a la Alianza de Dios con Él y, por Él, con toda la humanidad. Fidelidad, sí, pero sólo después del discernimiento sazonado en el silencio y el trabajo interior, con la templanza que da haberse trabajado uno mismo. Ahora, después de esta preparación en el desierto, Jesús puede comenzar su misión itinerante, curativa y liberadora. Con la Cuaresma, también nosotros nos preparamos para que las tentaciones no nos sorprendan desprevenidos y para que el compromiso del seguimiento como discípulos de Jesús cuente con las debidas actitudes de generosidad, abnegación y plena confianza en Dios.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


CUARESMA EN SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Oración: los miércoles a las 20h.
  • Via Crucis: viernes 19h. 
  • Escuela bíblica: sábados 20h. 
  • Celebración comunitaria de la penitencia: Viernes 15 de marzo, 19:30

14 DE FEBRERO: MIÉRCOLES DE CENIZA. CUARESMA

 

MENSAJE DEL PAPA PARA LA CUARESMA 2024

LECTURAS

  • Joel 2, 12-18
  • Sal 50, 3-4. 5-6ab. 12-13. 14 y 17 R/. Misericordia, Señor: hemos pecado
  • II Corintios 5, 20 – 6, 2
  • Mateo 6, 1-6. 16-18

El pacto que Dios hace con su pueblo y que renueva y lleva a cumplimiento en su Hijo Jesucristo, exige de nosotros una preparación, que en palabras del papa implica detenernos en la oración y ante el hermano, esto es: contemplación y acción. La preparación espiritual, por lo tanto, integral, de la Cuaresma, nos ayudará a seguir transfigurando en nuestras vidas esa humanidad que afloró en Jesús y en la que Dios cumple todas sus promesas, y nosotros cubrimos todas nuestras expectativas, al menos las que tienen visos de eternidad. Esta preparación también supone vaciarnos, limpiar nuestro templo interior de falsos dioses y responder a Dios del único modo que Él se merece: con toda nuestra libertad y autenticidad moral. El camino cuaresmal nos brindará la luz de la Palabra, que es la luz que mana de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, fuente de la alegría duradera. Un camino, el de la Cuaresma, que recorremos unidos como un pueblo que tiene en el servicio su misión compartida, como una Iglesia sinodal.

Como ayudas para este ejercicio saludable y necesario de la Cuaresma, la parroquia os brinda estas convocatorias comunitarias:

  • Oración: los miércoles a las 20h.
  • Via Crucis: viernes 19h. 
  • Escuela bíblica: sábados 20h. 
  • Celebración comunitaria de la penitencia: Viernes 15 de marzo, 19:30

DOMINGO 11 DE FEBRERO: VI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B) CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS

 
La Campaña Contra el Hambre de Manos Unidas es un proyecto permanente de conexión entre los pueblos y las personas para lograr un mundo más justo, haciendo frente a las consecuencias de la pobreza, la guerra y el deterioro medio ambiental. Desde la fe y para la Iglesia, motivar la participación en esta extraordinaria opotunidada para la solidaridad a nivel mundial no debiera ser difícil: seguimos al que no sólo quiere ayudar, sino que hace del servicio y la caridad la mejor y más importante expresión de la fe en el Dios que Él predica como Padre amoroso. "Si quieres, puedes limpiarme", le dice el leproso a Jesús, y nos dicen a nosotros los pobres de la Tierra y la Tierra pobre. Ahora falta que, también como Jesús, nosotros digamos: "Si quiero".

LECTURAS

  • Levítico 13, 1-2. 44-46
  • Sal 31, 1-2. 5. 11 R. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
  • I Corintios 10, 31 - 11, 1
  • Marcos 1, 40-45

Con Jesús de Nazaret, el Señor, siguiendo su camino de encuentro con Dios en el servicio al hermano, nos sentimos concernidos por el sufrimiento y las consecuencias del egoísmo y la injusticia. Por eso, como Jesús, el maestro de la nueva humanidad, queremos actuar, queremos hacer algo y no quedarnos impávidos ante las heridas que produce la ruptura de la fraternidad, el extravío de nuestra verdadera condición humana. La caridad y el compromiso que genera en favor de la solidaridad, la justicia y la igualdad nacen de esta inquietud por responder, ayudar, compartir y socorrer. Es cierto que muchas veces no es mucho lo que podemos hacer, que los problemas son tan complejos y tienen tantas ramificaciones que se escapan a nuestra limitada capacidad de respuesta. Pero, lo verdaderamente grave no será que no podamos más, sino que no queramos complicarnos la vida y rehuyamos el deseo de reaccionar y asumir una parte de responsabilidad que siembra en nuestros corazones el Evangelio del Reino de Dios. La campaña de Manos Unidas, con sus proyectos, su voluntariado y la formación e información que nos proporcionan sobre las inmensas desigualdades de nuestro mundo, es una oportunidad preciosa para hacer lo que podamos, si es que, al meno, queremos hacer algo.


LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

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DOMINGO 4 DE FEBRERO DE 2024: V DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 
Jesús hizo su misión en camino, de pueblo en pueblo, sin detenerse ni por tener éxito en la acogida, ni por miedo a lo que vendría más adelante. Cuando la Iglesia se propone, con el objetivo de la "sinodalidad" comprenderse a ella misma y vivir su misión también como un camino que recorremos juntos, en comunidad, la figura del Señor diciendo "vamos a otra parte" nos anima a perder el miedo a los cambios y las novedades, a superar la tentación del estancamiento y el inmovilismo.

LECTURAS

  • Job 7, 1-4. 6-7
  • Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6 R. Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.
  • I Corintios 9, 16-19. 22-23
  • Marcos 1, 29-39

En lugar de quedarse en lo ya conquistado para reinar donde tiene el éxito asegurado, Jesús, sigue adelante, busca nuevas tareas y se entrega a nuevos destinatarios del Evangelio. Cuando la Iglesia, por lo menos la de nuestros espacio geográfico y cultural español y europeo, tiene que pasar de la prevalencia social y la abundancia de audiencia a casi la irrelevancia y las carencias de vocaciones, se nos hace difícil y muy doloroso el descenso. Pero, si miramos a Jesús proseguir su marcha para afrontar con valentía y generosidad nuevos objetivos de su misión evangelizadora, deberíamos llenarnos de ánimo y esperanza, aunque tengamos que dejar atrás tiempos de templos llenos, celebraciones masivas y un papel social preponderante. Porque lo que no cambia es el cometido que nos da la razón de ser: el servicio curativo, la dedicación al Evangelio, la vocación de dirigirnos a las personas y sus demandas de sentido. Lo que no cambia es la motivación para hacerlo, que no es la mera autopreservación, sino la fidelidad al que nos llamó y nos envía. Lo que permanece es la fuerza para seguir intentándolo: el Espíritu de Jesús que lo hace presente y nos acompaña en nuestro empeño por seguir hablando del Reino que Él nos acercó con su entrega. Puede que, a diferencia de Jesús en Cafarnaún, hoy no se diga de la Iglesia: "todo el mundo te busca", pero igualmente que le ocurriera a Jesús, con mayor o menor éxito de convocatoria, nosotros hemos salido a los caminos de la historia hasta llegar a este presente de cambio de época, para predicar el Evangelio del amor y la misericordia y confirmar el efecto trasnformador de la palabra y testimonio de Jesucristo, "para esto hemos salido".

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

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DOMINGO 28 DE ENERO: IV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B). SANTO TOMÁS DE AQUINO

La novedad y autoridad de la enseñanza de Jesús, que también es la novedad y autoridad del deseo divino de amor y paz para toda la humanidad, bien pudier mostrarse en la fuerza para acallar la violencia. Un año más, con motivo del Día de la Paz y la Noviolencia, Justicia y Paz junto con otros credos religiosos, nos convoca a orar por la paz (29 de enero) y reflexionar sobre la relación entre las religiones y la paz (30 de enero). Si no podemos callar los misiles, las minas y los drones mortíferos, empecemos por acallar la tentación de la indiferencia y el derrotismo en esta árdua tarea de construir un mundo en paz.

LECTURAS

  • Deuteronomio 18, 15–20
  • Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9 R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»
  • I Corintios 7, 32-35
  • Marcos 1, 21-28

La autoridad de la enseñanza de Jesús no se queda en la dialéctica y la teoría teológica, es fuerza para acallar los espíritus inmundos, para curar y perdonar. Porque Jesús habla y actúa con la fuerza creadora del Dios de la vida, del Dios de la ternura y la misericordia eternas. A poco que llevemos el mensaje de Jesús en el corazón e inspiremos con él nuestras decisiones y acciones, podremos transformarnos y transformar nuestra realidad, nuestro mundo, sometido a los espíritus inmundos del egoísmo, la avaricia y la violencia. Con tal de que pongamos el ejemplo de Jesús en el máximo de nuestras aspiraciones, seguro que, si no podemos curar, al menos seremos menos dañinos y, cuanto menos, estaremos en condiciones de acompañar, aliviar y consolar. Si nos atrae y convence el Evangelio de Jesucristo, superaremos el rencor y, aún cuando no acabáramos de perdonar todo y a todos, estaremos abiertos a la reconciliación como fruto logrado de esta renovación de la humanidad que Jesús trae e inaugura con su propio ejemplo.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

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DOMINGO 21 DE ENERO III DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B) DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

 

El 30 de septiembre de 2019, el papa Francisco instituyó el Domingo de la Palabra de Dios. Con esta iniciativa, el papa vinculaba la evangelización, el anuncio del mensaje que Cristo nos ha comunicado, con el conocimiento, meditación y testimonio de la Palabra de Dios. Es una gran contradicción que los católicos conozcamos tan poco y, a veces, tan mal, la Biblia, que no la leamos o que sólo la escuchemos en las misas. Para arraigar en el Dios vivo hay que escucharle, y aunque Él nos habla sobre todo en la persona mismo de su Hijo encarnado y también en la Creación y los acontecimientos de nuestras respectivas historias personales y colectivas, la Biblia es cómo el descodificador, la guía que nos permite interpretar las horas y los días como otras tantas palabras que Dios nos dirige y con las que nos invita sin cesar, nos llama a compartir su amor. Puede que una de las cosas que debamos desprendernos para seguir a Jesús sea la mala costumbre de no leer la Biblia, no meditarla y estudiarla.

LECTURAS

  • Jonás 3, 1-5. 10
  • Sal 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9 R. Señor, enséñame tus caminos.
  • I Corintios 7, 29-31
  • Marcos 1, 14-20

Si el seguimiento de Jesús es estar con Él, encontrarle donde Él está: en el Evangelio, en su comunidad, en los pobres... entonces se entiende que haya que dejar, que renunciar a algo. Porque para ponerse en movimiento y caminar tras el maestro itinerante de Nazaret, es menester salir del acomodamiento, abandonar la postura pasiva del inmovilismo y el aislamiento. A los primeros discípulos les tocó dejar las redes, incluso las familias. A nosotros nos toca desprendernos de lo que nos ate a lo que el papa llama "auto referencialidad", vamos, el egoísmo, el individualismo, la existencia centrada sólo en nosotros mismos. Esta ascética del desprendimiento puede suponer también un sana higiene de liberación de esclavitudes y aspiración a una libertad de espíritu que nos permita vencer miedos y comodidas para atrevernos a darnos, amar, servir. Como dijera nuestro poeta Antonio Machado, para caminar "desnudos como los hijos de la mar", vestidos y bien pertrechados sólo de la Palabra de Dios. Cuando nos parezca que nos cuesta este ejercicio de liberación y desposeimiento acudamos a la Palabra de Dios, en ella encontraremos el impulso que nos falta para dejarnos llevar por esa llamada del Señor que nos descarga de no pocas añadiduras y dependencias esclavizantes.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

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DOMINGO 14 DE ENERO: II DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)

 

Para poder decir, como dicen en el evangelio de Juan los primeros discípulos de Jesús, "hemos encontrado al Mesías", tenemos que experimentar cómo en Jesús se nos da Dios, cómo siguiendo a Cristo vivimos arraigados en Dios. Jesús es Hijo de Dios porque es discípulo del Espíritu y fiel cumplidor de la voluntad del Padre. Sólo podremos experimentar el Dios que Jesús lleva dentro y que motiva toda su vida si vamos con Él y por dónde Él va: por las sendas del Espíritu y de la plena fidelidad al plan divino de salvación. Así podremos vivir arraigados en Dios como Jesús vivó. Sólo así podremos decir: "hemos encontrado al Mesías"

LECTURAS

  • I Samuel 3, 3b-10. 19
  • Sal 39, 2 y 4ab. 1. 8-9. 10 R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
  • I Corintios 6, 13c-15a. 17-20
  • Juan 1, 35-42
Aunque algunos llevemos ya hace años impregnados de cristianismo, participando en la Iglesia, a la escucha de la Palabra de Dios y practicando los sacramentos, sólo si vivimos con Jesús podremos ser discípulos suyos. El discipulado cristiano, alimentado con la práctica comunitaria de los sacramentos y la caridad solidaria, debería ayudarnos a crecer arraigados en el Dios de Jesucristo. En el Dios al que Jesús llama Padre y del que Él se siente fiel mensajero, cumplido adelanto de la comunión divina, que es vida en abundancia. Para acceder a este discipulado, debemos comprender nuestras vidas en camino, en proceso abierto de cumplimiento y desarrollo, de maduración y fecundidad. Y, salvo que nos creamos autosuficientes, cosa harto difícil y desaconsejable, nos trae cuenta tratar con otros discípulos con los que compartimos este camino. No deberíamos desaprovechar ni una sola oportunidad de enriquecernos con el testimonio de los hermanos, de compartir con ellos las dificultades de un proyecto bien difícil por ser muy exigente, como lo es el alumbramiento de esta nueva humanidad que Cristo predica y atestigua con su propio itinerario vital. Si avanzamos en esta dirección, no será sólo en beneficio personal, juntos sumaremos en aras de una evolución moral y espiritual de toda la humanidad, evolución sin la cual nunca pondremos fin a las lacras de la injusticia, la violencia y el egoísmo.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

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7 DE ENERO: DOMINGO DEL BAUTISMO DEL SEÑOR (CICLO B)

Jesús está ligado al Bautista, porque su misión y el trabajo personal que la sustenta, forma parte de un momento de pronfundización y renovación de la fe de Israel, del que Juan es representante. Por su relación con el bautismo de conversión de Juan, Jesús conecta con la tradición viva de Israel y, al mismo tiempo, con su apertura a una trascedencia que la conduce hasta su verdadero horizonte de plenitud, la propia vida, muerte y resurrección de Jesucristo, el cumplimiento de las promesas y la radicalización de su mensaje moral y escatológico.

LECTURAS

  • Isaías 42, 1-4. 6-7
  • Sal 28, 1a. 2. 3ac-4. 3b y 9b-10 R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
  • Hechos de los apóstoles 10, 34-38
  • Marcos 1, 7-11

El Bautismo de Jesús por Juan en el Jordán tiene un signficado biográfico en la misión del profeta de Nazaret que no debe quedar oculto tras la referencia al bautismo cristiano, al bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Antes de llegar ahí, a nuestro propio bautismo y la incorporación a la Iglesia, esta pasaje, con sus dificultades para los primeros discípulos de Jesús, por lo que suponía de equiparación entre Jesús y el Bautista, significa el comienzo de la misión de Jesús, que no comienza con su acción misionera y predicadora, sino con su propia experiencia de conversión, de humilde incorporación al movimiento de renovación que predicaba Juan Bautista. Humildes, sí, los comienzos de la misión del anuncio del Reino de Dios, con una necesaria etapa de interiorización y trabajo personal por parte de Jesús, que de aquí, de la ribera del Jordán, pasará al desierto para escuchar en el silencio de la meditación, la voz del Padre que lo elige; para sentir la fuerza del Espíritu Santo que le permitirá sobreponerse a las tentaciones que pudieran amenazar su fidelidad y entrega al Reino de Dios. Leído así el Baustismo del Señor nos está llamando a realizar nuestro propio trabajo espiritual de escucha, profundización y disponibilidad, sin el cual, lo sacramental se queda a medio camino de su verdadera fecundidad; celebrar la progresiva transformación que llevará a cabo en nosotros vivir el significado del Bautismo, morir a una humanidad dominada por lo que no es Dios, para resucitar con Crito a la nueva humanidad que se sabe en manos de Dios y al servicio de su voluntad.

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

6 DE ENERO: EPIFANÍA DE NUESTRO SEÑOR

Un mundo cada vez más pequeño, porque las nuevas tecnologías acortan las distancias y la información llega a ser instantánea y, sin embargo, un mundo con profundas brechas de inequidad, muros infranqueables de separación y pozos sin fin de injusticia, miseria y sufrimientos evitables. Así es esta Tierra que podemos ver desde la Estación Espacial, con telescopios, satelites y cámaras de última generación. Y, atravesando brechas, muros y precipicios, la gracia derramada en Jesucristo sigue llegando al corazón del ser humano para transformarlo y permitirle descubrir en otro a un hermano, en el hermano al Dios Padre que nos hermana. Esta es la verdad de la manifestación e Epifanía de Jesucristo, la verdad que sus discípulos de todos los tiempos hemos de vivir para poder comunicarla.

LECTURAS

  • Isaías 60, 1-6
  • Sal 71, 1bc-2. 7-8. 10-11. 12-13 R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra
  • Efesios 3, 2-3a. 5-6
  • Mateo 2, 1-12

"La distribución de la gracia en favor de los gentiles", así lo llama la carta a los Efesios. El ministerio de Pablo se centró en llevar el Evangelio más allá de los confines religiosos y étnicos del judaismo para alcanzar la universalidad que es su verdadero horizonte. En la fiesta de la Epifanía del Señor, nos comprometemos, como lo hiciera san Pablo, para compartir nuestra fe con todos, para superar prejuicios y creer en la fraternidad, construir un mundo, una sociedad sin barreras ni exclusiones. 

Que más quisiéramos los que hoy tenemos la responsabilidad de la "distribución de la gracia a los gentiles" que ser tan buenos comunicadores como san Pablo; tan creíbles por coherentes, tan atractivos por sinceros y apasionados por el Evangelio que supera divisiones y clasismos. El reciente sínodo nos dice que esta tarea es cosa de todos los cristianos y debe ser un esfuerzo compartido, una misión en equipo. Con los magos de Oriente, nos disponemos a volver a nuestros respectivos ambientes de vida dando un rodeo por las sendas de la multiculturalidad, pasando por el presente de nuestra sociedad, plural, enriquecida por la diversidad. 

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

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COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



1 DE ENERO: SANTA MARÍA MADRE DE DIOS. 57 JORNADA MUNDIAL POR LA PAZ


PAPA FRANCISCO. MENSAJE PARA LA 57 JORNADA MUNDIAL POR LA PAZ

Resumen del mensaje (Justicia y Paz)

LECTURAS

  • Números 6, 22-27
  • Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 R/. Que Dios tenga piedad y nos bendiga
  • Gálatas 4, 4-7
  • Lucas 2, 16-21
El día primero del año, que es a los ocho días de la Navidad y, por tanto, el día de la circuncisión e imposición del nombre de Jesús, la Iglesia celebra también un día de alabanza a Dios por Santa María Madre de Dios y de oración por la paz. Alabamos e imploramos, agradecemos el don de la vida generosa de la Virgen María y suplicamos la sabiduría divina que nos ayude a caminar los senderos de la paz, amenazada, incluso, por el desarrollo positivo pero necesitado de supervisión de la Inteligencia Artificial.
Y entre alabanzas y súplicas, como los pastores que reconocieron a Jesús, quisiéramos comunicar al mundo lo que hemos encontrado en Jesús de Nazaret. Al igual que los oyentes del anuncio de los pastores necesitamos admirar con todas nuestras capacidades el misterio de la divinidad humanizada para que la humanidad no se deshumanice. Y con la madre de Jesús, quisiéramos guardar en nuestro corazón todas aquellas razones y sentimientos por los que admiramos a Jesús: su fidelidad al Padre, su entrega a los pobres y los que sufren, su decidida apuesta por el pleno desarrollo de nuestra condición de hijos de Dios y hermanos.
Con la bendición en el nombre bendito de Jesús, feliz año nuevo.

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

DOMINGO 31: LA SAGRADA FAMILIA

La apuesta de la Iglesia por la familia es coherente con la visión complementaria y corresponsable de la humanidad: somos interdependientes y crecemos gracias a la solidaridad intergeneracional. La familia es el ámbito esencial, no el único, pero sí el primero y el que permanece con más solidez a pesar de los embates de la vida, los problemas de económicos, de salud y las crisis mismas de las sucesivas familias que el hogar del que venimos va generando. Como primer espacio de socialización y desarrollo emocional, la familia es también "Iglesia doméstica" donde se lleva a cabo el primer anuncio de la fe y los pasos inciales de la incorporación a la comunidad. La buena noticia de la que es portadora la familia incluye, además del Evangelio, el anuncio de que es posible crear unos lazos afectivos que ayudan a cada miembro a ser él mismo y, al mismo tiempo, sentirse parte de una realidad compartida que nos supera y nos sostiene. La familia hoy es portadora de la buena noticia de la gratuidad, la fidelidad y el compromiso con los más débiles. Es un mensaje de esperanza y una oferta de un futuro posible.

 LECTURAS

  • Eclesiástico 3, 2-6.12-14
  • Sal 127, 1-2. 3. 4-5 R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
  • Colosenses 3, 12-21
  • Lucas 2, 22-40

La presentación de Jesús en el templo, "según la ley de Moisés", da cuenta del compromiso creyente de María y José con la fe de Israel, nos muestra que la familia de Nazaret se toma en serio cumplir con su  misión de educadora también de la fe, transmisora de la esperanza que Dios suscita en quienes creen en Él. Y el encuentro con los dos ancianos, Simeón y Ana, perseverantes en su fidelidad a las promesas de Dios nos habla de cómo la fe es posible por la solidaridad intergeneracional en la que los mayores son la mejor prenda de los lazos que la familia puede tender entre los distintos estadios del crecimiento humano y creyentes. Pero, cuando la vejez es arrinconada, esa transmisión se interrumpe y, de paso, se pierden también valores fundamentales de compasión y gratitud que debemos para los que, ahora con mayor debilidad, han sido demostración palpable de que todos hemos llegado a ser los que somos porque otros se entregaron generosamente en su tiempo, fuerzas y valores. Puede que debamos ampliar el concepto de familia, tal vez sea necesario abrirnos a nuevas formas de parentesco, paternidad, filiación y hermandad, pero de lo que no cabe duda, es que es urgente cuidar los espacios primigenios de amor y cuidado mutuo, y esos son las familias, en su gran variedad y su común importancia vital para las personas, la sociedad entera y, de manera especial, para la Iglesia.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA