LECTURAS
- Éxodo (22,20-26)
- Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab
- I Tesalonicenses (1,5c-10)
- Mateo (22,34-40)
Sí, hemos de reconocer que sólo Dios es Dios, pero que, por eso mismo, tenemos serias responsabilidades para con la sociedad de la que formamos parte, los cristianos debemos comprometernos para que el amor que Dios y al que Dios nos remite, se concrete donde más falta hace, donde la humanidad corre peligro y la dignidad de las personas se ve pisoteada. Nuestro amor, para ser real y estar a la altura del mandato divino, debe ser también un amor político, una fraternidad económica, una caridad social. Decía el papa Benedicto XVI que la política era una forma de caridad, pues ejerzámosla más allá del voto y las terturlias, con nuestra participación en cuantas iniciativas estén a nuestro alcance para mejorar la vida de las personas.
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