LECTURAS
- Isaías (45,1.4-6)
- Sal 95,1.3.4-5.7-8.9-10a.10e
- I Tesalonicenses (1,1-5b)
- Mateo (22,15-21)
Los cristianos, por mandato fundacional de nuestro maestro y Señor, Jesús de Nazaret, no nos desentendemos ni nos aislamos del mundo, de la vida social económica, política y culturas de nuestros prespectivos países y de la humanidad en su conjunto. Precisamente Porque sabemos que sólo Dios es Dios, que sólo El es absoluto, no absolutizamos las mediaciones políticas, económicas y culturales, pero tampoco las despreciamos ni nos abstenemos de nuestra responsabilidad como parte de la sociedad. Es más, por nuestra fe en que nada más que a Dios le debemos la adoración y la obediencia más plena, nos comprometemos con Él en su proyecto de vida en abundancia para todos, proyecto que pasa por los programas, los objetivos, las iniciativas y los esfuerzos del trabajo, la justicia y la educación. Y así, con una profunda libertad, sin pletesías al poder, pero con suma disponibilidad para contribuir al bien común, al César le daremos los impuestos, nuestra sincera lealtad para con los valores de la democracia, el estado de derecho y la justicia distibutiva... pero, a Dios le rendimos nuestras vidas, nuestras esperanzas y toda nuestra fe en su amor infinito, el mismo que nos arraiga firmemente en el amor al prójimo.
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