DOMINGO 1 DE OCTUBRE: XXVI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)


Decía San Juan, en su croquis de la subida al monte Carmelo, que cuando se llega a la cima: "ya por aquí no hay camino, porque para el justo no hay ley, él para sí se es ley". Este consejo místico, que muestra la apertura de caminos que se abren al que busca a Dios y la superación de toda visión estrecha, fundamentalista o leguleya de la espiritualidad y el encuentro con Dios, también puede aplicarse al conjunto del itinerario que Jesús nos propone a sus seguidores. Para seguir a Jesús y vivir su modelo de humanidad, su propuesta de filiación respecto al Padre, no vale el camino trillado del mero cumplimiento de normas o la rutina de una fe que vive de las rentas, sino que hay que transitar el campo abierto de la coherencia en todos los ámbitos de la vida. Es la vida misma, asumida con la honradez de la autenticidad, la verdad y la recta conciencia.

LECTURAS

  • Ezequiel (18,25-28)
  • Sal 24,4bc-5.6-7.8-9
  • Filipenses (2,1-11)
  • Mateo (21,28-32)

Esta es una de las 13 parábolas exclusivas de Mateo. Y no es de extrañar, pues cuadra muy bien con dos constantes de su evangelio: la crítica al rechazo de Jesús por parte de la religión oficial judía; y la insistencia de Jesús en apuntar hacia la coherencia de vida como verdadero cumplimiento de la Ley. Pero, al proponernos que, consecuentes, unamos lo que pensamos y lo que hacemos, lo que creemos y lo que vivimos, el Jesus de Mateo nos pone ante el inmenso y exigente reto de hacer de nuestra vida la verdadera respuesta a Dios, el auténtico culto en espíritu y verdad, que diría Juan (4,23) Cumplir con nuestros propios principios (que si son los de Jesús están todos bajo el imperio del principio de la misericordia), responder ante nuestra conciencia, unificar en nuestro comportamiento nuestros ideales y el estilo de vida... es es el campo abierto de la existencia cristiana guiada por la rectitud de conciencia y la trasparencia de nuestra responsabilidad. Algo parecido a lo que decía el famoso título del obispo J. A. T. Robinson: "Honestos para con Dios". Lo contrario, es apariencia, existencia virtual, juego de sombras, mascarada.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA



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