Domingo 19 de julio: XVI de Tiempo Ordinario (Ciclo A)


Los arrecifes de coral forman una variada y simbiótica comunidad de formas de vida, unidas y diferentes, multicolor y solidarias en el fin común de la vida que crece y aspira a reproducirse. Imagen de la convivencia en la pluralidad y la unirdad en la diversidad.

LECTURAS

  • Sabiduría (12,13.16-19)
  • Sal 85,5-6.9-10.15-16a
  • Romanos (8,26-27)
  • Mateo (13,24-43)
Ahora que está de moda en la educación y otros ámbitos de la vida social el término “inclusivo”, podríamos decir que por debajo de toda la enseñanza de Jesús hay una poderosa intención de incluir, sobre todo a las personas, a todas las personas. Pero, en cuanto a actitudes y comportamientos, también elegir y, después de haberlo hecho, desechar lo que no nos vale para crecer y convertirnos en semillas del Reino. Más importante que la distinción entre lo bueno y lo malo, es en esta parábola el aprendizaje del carácter procesual, gradual del Reino y del desarrollo de nuestras vidas. Suponen, el Reino y la vida de cada uno, la pluralidad de situaciones, cualidades, etapas, defectos… que exige la maduración lenta y laboriosa, a base de paciencia para ver crecer y decisión para seleccionar lo mejor. Bueno y malo habrá en nuestras vidas… “de todo hay en la viña del Señor”; sentidos atentos y espíritu bien dispuesto para crecer y dar fruto, los tendremos si los trabajamos. No solo el movimiento, el cambio, la vida y en ella el Reino de Dios, implican variedad -trigo y cizaña- y una fuerza que no reside solo en lo grande. El Reino y la vida a los ojos de Dios, que eso es el Reino, requiere también acoger con gratitud esa variedad y con dulce confianza encaminarse hacia la bondad y la generosidad; por pequeñas que sean, las transformaciones que experimentaremos nos harán felices de verdad, que es como Dios nos quiere.

Siendo Jesús tan sabio y msericordiosamente receptivo a la diversidad de personas, situaciones, procesos de fe... es cuanto menos una seria contradicción que en la Iglesia, por lo demás también ricamente plural de hecho, no se superen las dinámicas autoritarias que ignoran, y si pueden excluyen por la vía del rodillo, a quienes no piensan, actúan o viven la identidad cristiana y la espiritualidad como la entiende un determinado grupo. Pero, a quienes se ven excluidos o tachados de herejes, les queda la esperanza de que también nos reveló Jesucristo la fuerza de lo pequeño, la resistencia de lo débil, la fecundidad de la sencillez cuando se muestra con verdad y ajena al cambio de disfraces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario