DOMINGO 6 DE ABRIL: V DE CUARESMA (CICLO C)

PRÓXIMAMENTE ESTE SITIO EMIGRARÁ:


Este pasaje tan importante y querido de la mujer adúltera (Jn 8, 1-11), importante y querido porque expresa de manera radical la apuesta de Jesús por la misericordia, parece ser que se añadió posteriormente, no se sabe cuando, al cuarto evangelio. Siendo el evangelio de Juan una obra cuyo resultado final supone hasta tres redactores con sus respectivas añadiduras, no desentona esta adicción. Pero, en este caso es posterior a la elaboración completa del evangelio. Aún con esas, por fortuna, aquí lo tenemos, con su clara inclusión de todos bajo la influencia del pecado (que nos recuerda lo que leímos en Lucas el tercer domingo de Cuaresma) y la consiguiente desautorización de una pretendida superioridad moral en virtud de la identidad o pertenencia religiosa: es más coherente e inteligente, es más realista ser comprensivos e indulgentes.

LECTURAS

  • Is 43, 16-21. Mirad que realizo algo nuevo; daré de beber a mi pueblo.
  • Sal 125. R. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
  • Flp 3, 8-14. Por Cristo lo perdí todo, muriendo su misma muerte.
  • Jn 8, 1-11. El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.

La misericordia, según el tenor de estra tradición independiente, no se debe exclusivamente a la bondad y el desbordamiento del amor. Es cosa también de justicia, una justicia mayor, de una sabiduría superior, una comprensión más  integral y humanista del humano proceder, pues habiendo pecado todos, no estamos en condiciones de condenar, sino de ejercer la misma clemencia que necesitamos. Es una misericordia entrañable, cordial, pero también inteligente y proporcionada con la universalidad del pecado y la difícil imparcialidad con la que podríamos juzgar la conciencia de los demás. Ni que decir tiene que el hecho de que sea una mujer la acusada, fortalece el carácter de justicia superior como efecto de la aplicación de la misericordia. Aunque también es justo reconocer que la Ley de Moisés condenaba a muerte tanto al adúltero como a la adúltera (Lv 20, 10; Dt 22, 22-24) Razón de más para apuntar a la intencionalidad del texto al aludir sólo a una acusada y querer así defenderla de la tendencia sultural a la discriminación de la mujer. Y junto a todos estos aspectos, la afirmación del efecto educativo, transformador, que debe tener la experiencia de la misericordia: "en adelante no peques más".

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: CARIDAD

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: JESÚS AMIGO DE LA MUJER

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: UNA LLAMADA AL PERDÓN Y LA CONVERSIÓN

HOJA DOMINICAL DIOCESANA



No hay comentarios:

Publicar un comentario