DOMINGO 13 DE FEBRERO: VI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C). CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS

 

LECTURAS

  • Jeremías (17,5-8)
  • Sal 1,1-2.3.4.6
  • I Corintios (15,12.16-20)
  • Lucas (6,17.20-26)

Que las Bienaventuranzas no se realizarán solo en el futuro escatológico de Dios, lo demuestran muy bien los 63 años que Manos Unidas lleva concienciando y actuando de forma efectiva contra el hambre y otras múltiples formas de pobreza. Tiene que haber, claro está, una respuesta definitiva de Dios, que supere la muerte y haga justicia a las víctimas que no encontraron en su tiempo respuesta a su clamor. Pero ya aquí, como pan, formación, acceso al agua, capacitación laboral, fortalecimiento de las comunidades empobrecidas...las bienaventuranzas son realidad.

Por eso, aún asumiendo todo lo que nos falta, tanto en lo que somos indiferentes o damos una respuesta corta, cicatera, debemos tener esperanza. Si el futuro es de Dios, ¿cómo no vamos a tener motivos para creer que podemos cambiar el presente? Llamadas al compromiso y a la ternura compasiva, las Bienaventuranzas son, antes que nada, la afirmación de que Dios quiere que seamos dichosos, pero sobre todo, que puedan serlo quienes ahora son desdichados. Porque Él enjugará sus lágrimas y, mientras tanto, nosotros haremos lo que podamos para aliviarlas.

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA




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