6 DE ENERO, EPIFANÍA DEL SEÑOR

Humilde y doméstica. Hogareña y práctica. Para comer y reunirse. Lo material y lo espiritual juntos. La mesa camilla bien pudiera simbolizar que la fe en el Dios hecho humano debiera ayudarnos a desprendernos de ese puritanismo moralista que ve en lo social y acostumbrado solo desviación y perdición. Si Dios está entre las pucheros (santa Teresa), cuanto más estará en la familia y los amigos que se juntan a celebrar y compartir. 

HORARIOS DE NAVIDAD

Epifanía (6 de enero): 11.30; 12:30 y 19:30

LECTURAS

  • Isaías (60,1-6)
  • Sal 71
  • Efesios (3,2-3a.5-6)
  • Mateo (2,1-12)

Hay quien confunde la trascendencia con la lejanía, lo espiritual con la abstracción, a Dios con una idea perfecta pero sin encarnación. Claro que la Navidad es algo más que el consumo y que la fiesta de los Reyes Magos es más que los regalos. ¿Pero qué tiene de malo que lo profundo y esencial de la fe se convierta en gestos y costumbres que nos permitan vivir y tocar lo inalcanzable como parte de nuestra vida cotidiana? Los moralistas y enfurruñados, puristas y puritanos, siempre buscan una pega para amargar las vivencias sencillas e inmediatas de la vida familiar, que se hace concreta y real en torno a la mesa donde se comparte lo que somos. Sin temor a caer en el hedonismo ni el materialismo, veamos también en los regalos que traen los Reyes, en el deseo de hacer felices a los niños, en la alegría de reunir a la familia, una huella de la manifestación del Dios que se hizo humano. A ver si después de recorrer ese gran trecho el Dios encarnado, ahora solo queremos verlo en los dogmas y lo sagrado que, si bien ahí también mora Él, no falta tampoco en el abrazo, los buenos deseos y la materialidad de la vida que Él iluminó de eternidad, siempre y cuando, claro está, no nos quedemos con el envoltorio ni dejemos de disfrutarlo con gratitud y gratuidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario