LECTURAS
- Baruc (5,1-9)
- Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6
- Filipenses (1,4-6.8-11)
- Lucas (3,1-6)
A pesar de todos los presagios, el anuncio que hace Jesús y que profetizó Juan el Bautis, es motivo de una gran alegría: la vida tiene sentido, Dios es quien se lo da; las víctimas no lo fueron en balde, Dios es su valedor; el compromiso a tiempo completo no es tiempo perdio, Dios le dará fruto... Cristo hace realidad todas las promesas si sabemos acogerlas, hacerlas nuestras y convertirlas en motivos para la perseverancia y la generosidad. Como un cactus erguido en el desierto, sin follaje pero vivo, con espinas pero aportando a la aridez de la vida su verdor y su agua oculta, la señal levantada de los testigos del amor y la fraternidad sigue actualizando hoy la previsión de un futuro mejor... y de un presente esforzado que logre hacerlo realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario