DOMINGO 28 DE NOVIEMBRE: I DE ADVIENTO (CICLO C)

 
"Levantad la cabeza, se acerca vuestra liberación". Como los girasoles, los cristianos nos alzamos ante la luz que disipa las tinieblas y nos orienta hacia el sí definitivo de Dios a la humanidad. No podemos ceder al pesimismo, ni mirarnos siempre a nosotros mismos. El sol llena el horizonte y nuestros pasos deben caminar hacia delante. Y como no faltan malas noticias ni señales preocupantes más debemos otear la luz que desprende la novedad de Cristo. 

LECTURAS

  • Jeremías (33,14-16)
  • Sal 24
  • Tesalonicenses (3,12–4,2)
  • Lucas (21,25-28.34-36)

La actitud de atención, de vigilancia, que recomienda el Evangelio, anima al cristiano a sacudirse el cansancio, evitar el derrotismo y descifrar las señales de esperanza que hay en nuestro tiempo, a pesar de tantos y tan graves presagios. El Adviento nos debe ayudar a las comunidades parroquiales a caldear el ambiente eclesial con la luz de la esperanza y el ánimo dispuesto de quien sabe que el Señor siempre está cerca. No desconocemos la gravedad del tiempo presente, de las innumerables amenazas a la justicia, la vida y la dignidad de tantas personas, incluso de la Creación entera. Pesan sobre nuestras espaldas los números de muertos y los indicadores de degradación en la vida de pueblos enteros. Y aún así, creemos que la cercanía del salvador arroja sobre todas nuestras pesadumbres una estela de confianza e ilusión. Por eso, además de mirar la vida con la certeza del amor que la creó, el amor de  Dios, tenemos sobrados motivos para ponernos manos a la obra, para comprometernos con otras muchas personas e iniciativas en la mejora de nuestro mundo. La esperanza del Adviento no se queda en mera espera de algo bueno, sino que, impaciente por hacer realidad las promesas, se convierte en proyectos solidarios, propuestas de cooperación, citas para el trabajo compartido y transformador. Es la expectativa de una nueva humanidad que sabemos posible porque la hemos visto hecha realidad en Jesucristo nuestro Señor.

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: ¿QUÉ ES VIVIR DESPIERTOS? DESEAR QUE EL MUNDO CAMBIE

HOJA DOMINICAL DIOCESANA




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