LECTURAS
- Sabiduría (7,7-11)
- Sal 89,12-13.14-15.16-17
- Hebreos (4,12-13)
- Marcos (10,17-30)
Jesús es un gran pedagogo, un acompañante paciente y comprensivo, pero no por ello menos exigente pues se lleva entre manos una propuesta de sentido y destino para la vida. Sabe que cada persona tiene sus condicionamientos y necesita sus tiempos. Pero lo que no puede ahorrarnos Jesús, porque tampoco a Él se le convalidó, es la urgencia de tomar una decisión y emprender cada uno el camino que nos lleve hasta la plena realización de nuestra vocación y nuestro destino. Entre las elecciones que habremos de tomar está la que, con sabiduría, antepone ser auténticos a vivir para la galería, la opción por la generosidad frente a la torpe pulsión por tener y acumular. Nos jugamos mucho, podemos incluso equivocarnos, pero lo más importante es sopesar hacia qué dirección queremos encaminar nuestros pasos. Hasta el punto de no retorno que supondrá la muerte, estamos a tiempo de enmendar los errores y llenar de amor nuestras horas, vaciar de ansiedad nuestra voluntad, darnos en lo que hacemos, recibir con gratitu lo que se nos da.
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