NAVIDAD

 
Santo Domingo es pintado por fra Angelico contemplando el misterio de la humanidad de Cristo, de la tierna debilidad del niño y la venerable aceptación de María y José. Fragilidad rodeada de la fortaleza de la fe y el aura trascendente y transformadora de la esperanza. Así, frágil y poderoso es nuestro anhelo de paz y nuestro compromiso con la fraternidad. Y con santo Domingo adoramos, meditamos y nos disponemos a iluminar con esta grandeza chiquita la posibilidad de comprometernos seriamente con su propuesta de una vida diferente, de un mundo mejor, de una Iglesia más evangélica.

LA MISA DEL GALLO SERÁ A LAS 12 DE LA NOCHE

LECTURAS

  • Isaías 52, 7-10
  • Salmo 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4. 5-6 R/. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios
  • Hebreos 1, 1-6
  • Juan 1, 1-18

Nosotros creemos que te vamos a proteger y arropar, a cuidar y criar, pero eres tú, niño en Belén, recien nacido entre incertidumbres e imprevisibles accidentes, el que nos sostendrá y revestirá de una nueva humanidad.

Nosotros te adoramos y contemplamos, con veneración y respeto, pero eres tú el que devuelve dignidad a esta dura tarea de hacernos personas y hacer humano nuestro mundo. 

Nosotros venimos y vamos, estamos y desaparecemos, pero eres tú el que permanece, el que nos espera y nos acoge, el que acompaña y nos envía sin cesar por los caminos de la paz y la hermandad.

Nosotros y nuestro pueblo, tu pueblo santo, te cantamos y honramos, celebramos y evocamos como fiel reflejo de lo que fuimos y lo que quisimos ser, pero pero eres tú el que convierte el tiempo en eternidad y los pasos perdidos en prometedora peregrinación hacia la morada de la que tú eres primicia, guía y glorioso anticipo.

En tu nombre niño Jesús en Belén, palabra que acampa y da luz en medio de las tinieblas refractarias a tanto amor y generosidad derrochadas por Dios en ti, seguimos anhelando paz, justicia y reconciliación; déjanos verlas todavía alcanzables en tus hechuras de divina humanidad recien nacida y recién ofrecida para todos los tiempos y todas las generaciones, sobre todo, para los que sufren y no ven atisbos de alivio, ni consuelo en su penar. En tu nombre quisiéramos nacer para ellos y con ellos levantarnos hacia tu estatura de promisión y redención.

COMENTARIO AUDIOSVISUAL DE VERBO DIVINO: VOLVER A NACER




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