DOMINGO 25 DE FEBRERO: II DE CUARESMA (CICLO B)

La promesa de que Dios cumpliría su parte del pacto, de que Abrahám vería su fe multiplicada por la fe de los que por él creerían en la alianza de Dios, no puede mantener su vigencia en el tiempo sin algún indicio de que así será, sin adelantos de su cumplimiento y señales de su efectividad. Así lo fue para Abrahán su hijo Isaac y para el pueblo de Israel la tierra prometida al fínal del éxodo, o la vuelta del destierro en Babilionia. La Transfiguración hace de clave de interpretación de las muchas señales que Jesús ha ido ofreciendo de que en Él se cumple la promesa: las curaciones, la llamada de los discípulos, la transformación de vida que suscita en los que acogen su palabra, el coraje de enfrentarse a los falseamientos de la fe  por parte de quienes la viven interesadamente, en fin, la propia fidelidad de Jesús a la vocación que sintiera y madurara en el desierto. Pero, la Transfiguración no interpereta sólo la misión transcurrida hasta ese momento, el pasado compartido por Jesús con sus discípulos, también les debe servir de pista para hallar significado a los tramos más oscuros y desconcertantes que está por venir: el prendimiento, el juicio, la muerte en cruz, el sepulcro. Y así, también para nosotros, la vida entera de Jesús, culminada en su resurrección debe ayudarnos a econtrar esperanza y sentido a todas nuestras resprectivas trayectorias personales, hasta que culminemos tambíen, con Él y por Él, en nuestra propia resurrección.

MENSAJE DEL PAPA PARA LA CUARESMA 2024


VIERNES 23 DE FEBRERO, 17:30 VIA CRUCIS DE CÁRITAS DIOCESANA EN SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

LECTURAS

  • Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18
  • Salmo 115, 10 y 15. 16-17. 18-19 R./ Caminaré en presencia del Señor en el país de los vivos
  • Romanos 8, 31b-34
  • Marcos 9, 2-10
Toda la historia de Jesús, tal y como la lee nuestra fe, es una conversación de su propia vocación y misión con la que, antes que él, desarrollaron Moisés y los profetas, la Ley y la Alianza enteras. Jesús no interrumpe ni empieza el largo diálogo de Dios con la humanidad, con su pueblo Israel y con todos los pueblos de la tierra. Con Jesús, ese diálogo alcanza la veracidad, intimidad y trascendencia del que pasa de las palabras y las ideas a la carne de la vida misma puesta en el tapete de la historia de la salvación. Ahora, Dios nos habla con nuestra propia humanidad asumida en la persona de Jesús, nos habla de nuestro destino compartiéndolo en el siervo fiel que es su Hijo Jesucristo. El realismo de la encarnación, la concreción y particularidad de la vida, convertidas en la anticipación del cumplimiento de todas las promesas divinas. Para el pasado y para el futuro, la vida de Cristo transfigura la fidelidad de Dios a su proyecto de salvación, el proyecto que Jesús encarna y nos propone, el que puede dar a todos los pasos de nuestras respectivas peripecias biográficas su sentido y su logro plenos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

CUARESMA EN SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

  • Oración: los miércoles a las 20h.
  • Via Crucis: viernes 19h. 
  • Escuela bíblica: sábados 20h. 
  • Celebración comunitaria de la penitencia: Viernes 15 de marzo, 19:30

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