Domingo 8 de noviembre: XXXII de Tiempo Ordinario (Ciclo A) Día de la Iglesia Diocesana

Adelantados de la tierra en el mar, luz en la noche, puntos de referencia, indicadores para la vuelta a casa, los faros son imagen de la singladura que es la vida y de la ruta que uno desea seguir. Los evangelios de los últimos domingos litúrgicos, como faros que ayudan a la navegación creyente, nos muestran sus luces orientadoras: la atención, la disponibilidad, la concentración, la profundidad de la llamada, la prioridad de lo esencial. 

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

LECTURAS

  • Sabiduría (6,12-16)
  • Sal 62,2.3-4.5-6.7-8
  • Tesalonicenses (4,13-17)
  • Mateo (25,1-13)

La Iglesia, con todas sus instituciones y actividades quiere prolongar la misión de su Señor, el proyecto del anuncio del Reino al que Jesús dedicó todas sus fuerzas y aún la entrega de la propia vida como signo levantado sobre la historia de la prioridad del amor y el servicio. Y entre las tareas con las que deben los cristianos mantener encendida la luz del Evangelio, está también la de educar la espiritualidad, adiestrar en las actitudes necesarias para servir al Reino y reconocer en la vida el paso de Dios. Una de las principales destrezas o habilidades espirituales que requieren la conversión y la vocación cristiana es la atención. Estar despiertos, vigilantes, concentrados, prontos a escuchar los pasos del que llega trayendo consigo la vida plena, la plena liberación. Nuestras celebraciones y oraciones, nuestras iniciativas de formación y aún las de caridad y promoción de la dignidad de las personas, deben ayudarnos a no sucumbir al cansacio y el desánimo, sino, por el contrario, ser diligentes en la espera y activos en la acogida de la novedad que Jesús nos trae. Como múltiples son las formas de la modorra y la pereza que nos aletargan y paralizan, variadas habrán de ser las formas de nuestra viglia, para otear el mínimo indicio de la cercanía de nuestro Señor, porque de lo que no debemos dudar es que, como dijera Rabindranath Tagore en uno de sus poemas, "Él viene, viene siempre".

En el Día de la Iglesia diocesana, en el repaso de las numerosas iniciativas de las parroquias, arciprestazgos, vida religiosa, asociaciones y movimientos laicales, debiéramos apuntarnos con sumo interés todas las propuestas que ayuden a educar esta atención vigilante: grupos de oración, lectio divina, retiros, ejercicios espirituales, acompañamiento personal, intercambios de testimonios... todo lo que nos ayude a estar despiertos y atentos para abrir y acoger en cuanto llegue a nuestra puerta el Hijo del Hombre, prometido de Dios a la humanidad, garante de que el sentido de la historia es el encuentro gozoso con nuestro creador y Padre.

Para favorecer la asistencia a la Eucaristía dominical sin superar el aforo en la situación 2, hemos ampliado el horario:
  • Misas dominicales: 11h, 12h. 12:30 y 19:30

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