AFORO PERMITIDO EN LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA PANDEMIA: 72 PERSONAS
LECTURAS
- Apocalipsis (7,2-4.9-14)
- Sal 23,1-2.3-4ab.5-6
- Juan (3,1-3)
- Mateo (5,1-12)
En las lecturas de la festividad de Todos los Santos predomina el plural, la multitud: una muchedumbre inmensa, dice el Apocalipsis; el Salmo 23 habla de un grupo que se presenta ante el Señor; hijos somos, en plural afirma la Primera Carta de san Juan; y fue la muchedumbre la que inspiró a Jesús las Bienaventuranzas. Concuerda esta insistencia en la multitud con el mensaje del papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti. Dios lo es de toda la humanidad, sus promesas son una invitación a todos sus hijos e hijas. Nos cuesta mucho reconstruir la fraternidad en la que Dios nos soñó. Desde que se rompiera con el endiosamiento de uno mismo (Adán y Eva) y con la envidia criminal (Caín y Abel) no acabamos de reconocernos como hermanos, de superar las divisiones y habitar pacíficamente la casa común que es de todos. Por eso, la primicia esperanzadora de los que vivieron esa fraternidad amando y sirviendo a los demás, la prenda adelantada de todos los santos y santas que en el munda ha habido, nos anima a seguir intentándolo. Hoy, como mañana, merece la pena apostar decididamente por la justicia, la solidaridad, la paz, la compasión, el amor y la plena armonía con la naturaleza. Los que ya vieron la meta así nos lo sugieren y para ello nos animan con su ejemplo.
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